domingo, 19 de junio de 2011

IMPROBIDAD Y ASTUCIA, PARTICULARIDADES ADSCRITAS AL ÉXITO VIGENTE

Fotografo Sergio Roberto Bichara

Toda una generación de hombres y mujeres menores de 50 años, nacidos en el seno de familias de clase media y alta, con estudios superiores y post grados, eficientes, brillantes, ambiciosos y figuras todos de los escándalos de corrupción o codicia más llamativos de la historia reciente del país.

En esta lista de colombianos encontramos a Miguel, Guido y Manuel Nule, Carlos Gustavo Palacino, Andrés Felipe Arias, Carlos José Rodríguez Restrepo, Juan Carlos Abadía Campo, Claudia Patricia Rojas Puerta y otros muchos más.

A todos sin excepción por una u otra razón les ha tocado visitar los despachos judiciales o soportar la deshonra de la destitución, después de sus meteóricos progresos y escaladas en el poder y el pináculo social.

¿Por qué nuestro país está sufriendo de este deterioro moral entre sus ejecutivos más valiosos? Y como es posible que para alcanzar el éxito social y empresarial se llegue al límite legal.

¿Cuál es nuestra escala de valores? O será que la premisa del todo vale y la nefasta influencia de la cultura del narcotráfico, representada en el ascenso económico apresurado y la visibilidad social en exceso y a como dé lugar, ha permeado y se ha enraizado profundamente en todo nuestro tejido social.

Es indignante que todos los días se haya vuelto costumbre leer sobre algún otro fenómeno de corrupción en donde todos los vinculados son ciudadanos como los descritos con anterioridad.

A esta ya larga cadena de denuncias se deben adjuntar la quiebra del grupo empresarial H&H Arquitectura S.A. la adjudicación de títulos mineros en las zonas de parques nacionales y de páramos por parte de Ingeominas. La detención del fundador y socios mayoritarios de la universidad Manuela Beltrán en Bogotá, por enriquecimiento ilícito a través de la defraudación de 9000 millones de pesos en contra de un grupo de particulares.

Parece ser que ya la sal está corrupta, pues esta universidad se encuentra muy vinculada a través de su facultad de derecho con la rama judicial de Colombia por medio de convenios y programas de descuentos especiales para miembro del poder judicial, tanto que su actual decano de derecho es el exfiscal Guillermo Mendoza Diago.

Oscuro destino es el que le depara el futuro al país si todo el grupo de ejecutivos nuevos y excepcionales continúan ejemplarizando estas prácticas, aunque no sean descubiertos por la justicia, porque siempre alguien lo notará para seguir el mal ejemplo y lucrarse con lo ajeno, motivo suficiente para nunca detener el espiral de robos y corrupción generalizada en nuestra sociedad.

2 comentarios:

  1. Como quien dice, la Nuestra NO es una Generación, sino una Degeneración, que Tristeza....

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  2. Aunque ahora se ve en todas partes, los próceres y conquistadores de nuestra querida patria no fueron unas santas palomas. Tenemos esa herencia maldita . Bandidos y corruptos. La gente se quiere lanzar a la política a ver como consigue dinero, no para ayudar a la gente y al país. Que pesr y lo peor que una salida a esto no se ve por ninguna parte.

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