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| REINA BRITÁNICA |
En simultánea del fastuoso evento que se realizó en Londres este viernes pasado, se vivió una segunda escena para todos aquellos que disfrutamos tratando de comprender el lenguaje de códigos y símbolos políticos manejados con exquisitez por la soberana Inglesa y su primer ministro; no nos dejarán de sorprender y podemos enumerar los siguientes episodios .
Un hermoso y multiétnico coro de niños Británicos en la catedral en cuya composición registramos niños blancos sajones, niños con ascendente Asiático y Afrodescendientes, dejando de lado a los de ascendencia Paquistaní o Hindú.
El impecable uniforme rojo del Joven príncipe perteneciente a un regimiento de Irlanda del Norte, región en la que recientemente se ha vuelto a despertar el sentimiento independentista.
La elección de una bella mujer plebeya, que como muchos analistas lo han señalado rejuvenece y democratiza a la caduca monarquía Británica, para así asumir y sobrevivir a los radicales cambios del nuevo milenio.
Sin duda todo un manejo político lleno de matices de cara a sentar precedentes imperiales, de conservación del territorio, del multi-culturalismo del Reino Unido y de unidad nacional.
Igualmente se han gastado litros de tinta por todos los enemigos del sentimiento monárquico, quienes no se han ahorrado con los epítetos contrarios al magno evento. Desde el tropical presidente de Nicaragua, quien de paso desconoce el sistema de gobierno Británico en donde su majestad la Reina no ostenta ningún poder político ni administrativo, solo protocolario y neutral; hasta los comentarios mezquinos de pequeños comentaristas y escritores, quienes sostienen con hábil pluma como toda esta fanfarria pertenece a un pasado decadente y en vías de extensión.
De los cuatro grandes imperios y coronas que vieron despuntar el siglo XX, el único que logró sobrevivir en contra de todos los pronósticos de politólogos e historiadores es el Ingles. Austrohúngaros, Rusos y Alemanes vieron desaparecer sus poderosas casas reales y a sus muy encopetados representantes; lo que de alguna manera comprueba la astucia y gran estrategia de la casa de Windsor, quienes a pesar de su onerosa manutención son menos costosos que nuestros simpáticos, demócratas y muy corruptos políticos Latinoamericanos que sin poseer títulos y reinados despilfarran la mayoría de nuestros impuestos en provecho propio y de sus camarillas.
Por lo tanto a todos aquellos que muestran todo su sentimiento antimonárquico excusándose en lo pomposo, costoso y poco democrático que es la famosa realeza los invito a cuestionar y analizar quienes prestan más utilidad al pueblo, entre los desacreditados príncipes Británicos o nuestros sobornables y despilfarradores políticos locales.
En segundo lugar entro a calificar como jugada magistral el envío a Venezuela por nuestro hidalgo presidente, del célebre narco Walid Makled, muy a pesar de los malogrados pronósticos del Uribato en pleno, Chávez ha tenido que responder con creces ante semejante favor, y no ha sido otro el comodín que el editor en jefe del portal Ancol, brazo político y mediático de nuestra guerrilla izquierdista Farc.
Definitivamente es notable la cabal manipulación que nuestro aristócrata presidente ha logrado concretar con el palurdo presidente Venezolano, logrando 9 meses más tarde de su posesión enredar en su propia telaraña al locuaz líder Bolivariano.
En conclusión muy a pesar de lo torpes y excluyentes que pueden parecer los Patricios Ingleses y nuestro presidente de noble cuna, sus acciones y manejos son más acertados e inteligentes que los de muchos caudillos democráticos y liberales, que desconocen a fondo el cautivante juego de la diplomacia y la manipulación política.
Y sumemosle otro hecho; hace 60 años, el Imperio Británico era dueño del 50% del Globo Terráqueo, y poseen la Commonwealth, donde agrupan a la mayoría de sus colonias, en donde eligen Primer Ministro y acatan a la Reina como Autoridad.
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