jueves, 26 de mayo de 2011

EL DISCURSO AJADO DE LA SEGURIDAD

ADVERTENCIA INSEGURIDAD
Fotógrafo Herman Brinkman

Cali, Colombia y en general innumerables lugares alrededor del mundo periódicamente establecen grandes foros, discusiones y fortalecimiento de normas y penas en ayuntamientos, congresos y parlamentos buscando recuperar la tranquilidad. Pero más tardan todas estas nuevas medidas, propuestas y leyes en hacer trámite que la delincuencia y la violencia en volverlas a sobre pasar.

De ahí surge un profundo cuestionamiento ¿Es el endurecimiento de penas y la creación de nuevas normas que restringen los derechos individuales cada día más la solución acertada? Leyes como la ley Patriota de USA, que son el claro homenaje a la legalización de la censura, la perdida de la privacidad o como la ley de Seguridad Ciudadana de Colombia que menoscaban el derecho a algunos a ganarse la vida y penalizan actividades que no generan violencia y realzan el derecho a los oligopolios a trazar hojas de rutas obligatorias en actividades económicas.

El aumento de atribuciones de carácter fascista a autoridades policiales, guardas de fronteras y departamentos de seguridad interior son el nuevo modelo mundial, así por ejemplo los datos de los pasajeros aéreos en Estados Unidos se están archivando hasta por 15 años, además el senador Ron Wyden, demócrata de Oregón se ha pronunciado sobre una nueva intentona de revivir tres directrices de la nombrada ley Patriota en las que se busca tener acceso ilimitado a la información privada de cualquier ciudadano.

Pero si en Norte América la paranoia es elocuente, en Colombia seguimos muy de cerca toda esta creciente actitud histérica estatal de inmiscuirse mas y mas en la vida de la gente normal, la nueva ley de inteligencia y contra inteligencia es un ejemplo no rebatible de todo este comportamiento.

Cuando uno lee las notas de los periódicos y revistas, en donde columnistas y oportunistas políticos haciendo campaña desde estas tribunas llaman escandalizados a congregar movimientos ciudadanos y plantones contra la inseguridad; yo me cuestiono cuanto efecto real generan sobre los delincuentes estas acciones, o será nuestra psiquis colectiva que descansa un poco con estos espejismos de seguridad. ¿Y a las autoridades encargadas como policía, CTI, fiscalía y jueces, cuanto les compete de este caos en realidad?

Si todos se unieran en un esfuerzo institucional, con certeza que no habría que legislar más normas draconianas, solo bastaría aplicar con severidad las vigentes y que la corrupción que pulula en todos estos entes investigativos y de justicia se disminuyera.

Jóvenes infractores que se escapan de un correccional en la cara de la policía, bandas de fleteros recorriendo las ciudades armados y en parejas en motos cuando hay normas super restrictivas al respecto, ciudadanos hipócritas que se abastecen de los elementos hurtados y un sinnúmero mas de reglas violadas ante la complaciente mirada e inescrupulosa actitud pasiva y cooperante de la inmensa masa ciudadana.

¿Necesitamos más plantones, desfiles y señalamientos estériles? O simplemente cada uno de nosotros se dedica a colaborar con lo que directamente le toca activamente, por lo tanto jueces y fiscales a ejercer bien su tarea y a no dejar delincuentes libres por tecnicismos, policías y CTI a realizar con celeridad las investigaciones sin violar derechos y a eliminar la alta permeabilidad de todas estas fuerzas entre sus filas por la delincuencia.

Y los ciudadanos a negarse a mercadear con lo robado, a denunciar y establecer lazos de solidaridad con las víctimas de los hechos delictivos.

Dejemos de buscar la paja en el ojo ajeno, pues la solución la tejemos entre todos como sociedad siempre y cuando lo asumamos sin más dilación.

4 comentarios:

  1. Carlos, es que el problema en Colombia la cuestión NO es imponer legislación más dura, pues al fín y al cabo ya se le descubre la misma el punto de quiebre; aquí la solución es aplicar tal como es la legislación vigente....

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  2. Creo que uno de los problemas graves de Colombia es que no hay condena social para los delincuentes de cuello blanco, para los infractores de tránsito, para los borrachos consuetudinarios- En Colombia es más importante parecer bueno que serlo; es más importante lo que parece que lo que es, más importante la imagen que la realidad.

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  3. Una y mil, y si se quiere diez mil: La ley no soluciona nada. Cien mil: La ley no soluciona nada.

    Basta repetir las citas no solo de los clásicos sino de la más remota antigüedad:

    “Cuantas más prohibiciones y leyes haya,
    más se empobrecerá el pueblo.
    Cuantas más leyes y decretos,
    más ladrones y bandidos habrá”. (Laotsé 57)

    “La norma es solo la apariencia de orden
    Y el origen de todo desorden” (Laotsé 38)

    “Cuando gobiernan los malos, se multiplican los delitos” (Proverbios 29-16)


    Corruptissima re publica plurimae leges: ‘la república más corrupta es la que tiene más leyes’.

    Inventa lege, inventa fraude: ‘hecha la ley, hecha la trampa’.

    Quid fáciant leges, ubi sola pecúnia regnat?: ‘¿Qué pueden hacer las leyes donde sólo el dinero reina?’

    Por demás, la precedente cita nos descubre como sociedad. Y si no, basta con leer:

    "(...) en Colombia uno tiene la impresión de que existe una combinación de estos dos sistemas: un gobierno del pueblo, pero para los ricos. Algo así como una demo-plutocracia: el Gobierno recibe el apoyo abrumador de los más pobres, pero trabaja para defender los intereses de los más ricos. Lo digo en términos más concretos: el Presidente otorga fabulosas exenciones tributarias a los empresarios, a los banqueros, a los exportadores y a los dueños de zonas francas (8 mil millones en 2009)" ( http://www.elespectador.com/columna173387-demo-plutocracia )

    Obvio, el columnista se refiere a los 8 años del neoliberal Alvaro Uribe Vélez.

    En pocas palabras: La ley en Colombia está sometida a poderoso Caballero, pero no es otro columnista sino Don Dinero.
    @marinogiraldo

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  4. Un ladrón al que se le hace reverencia y todos le dicen doctor, los protectores de los grandes delitos gozan de la aprobación de sus colegas.
    Creo que el mal ejemplo de los crímenes impunes que cometen los políticos de este país abre la puerta para que delincuentes menores digan "Si ellos pueden, yo porque no?".
    El grupo Nule y sus amigotes desfalcaron el bolsillo de 44 millones de Colombianos y van a tener penas menores a 7 años.

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