 |
| CALI, IMAGEN DEL FESTIVAL DE BALLET 2010 |
En Barcelona España, el consejero de Interior y Seguridad Felipe Puig, toma la decisión de desalojar por la fuerza la plaza Cataluña, ocupada aun por una minoría de manifestantes del movimiento 15-mayo; el exceso de presión ejercido y el protagonismo mediático causado, le ha dado oxigeno a las acampadas que ya languidecían por toda España, creó un efecto de solidaridad de la ciudadanía en general hacia los manifestantes pacíficos, generando el regreso de miles de habitantes a las plazas, efecto contrario al que se buscaba que era terminar con las invasiones del espacio público.
En Washington el presidente de la cámara de representantes John Boehner, en su obsesionada manera de pensar y de actuar en contra de las políticas progresistas del presidente Barack Obama, ha llevado su discurso al extremo de polarización al sugerir como única solución al déficit fiscal, la reforma de subsidios y ayudas médicas a los pobres y adultos mayores, lo que finalmente le ha costado a su partido republicano la perdida de una curul en el consejo estatal de nueva york, en unas elecciones atípicas celebradas esta semana en un distrito altamente conservador, lo que a juicio de los analistas se perfila como una alarma para el gran debate para las próximas elecciones del congreso y presidencia en noviembre de 2012.
En Bogotá los dirigentes del Polo partido de izquierda democrática, Clara López Obregón, Carlos Gaviria Díaz Y Jorge Enrique Robledo desistieron de tomar medidas disciplinarias y políticas hace seis meses ante su electorado por los crecientes escándalos administrativos y de corrupción del alcalde Samuel Moreno y su hermano el senador Iván Moreno, medidas que finalmente se han tomado ya tardíamente y que tendrán un costo electoral muy alto en las próximas comicios de octubre; casi que me atrevo a vaticinar que han dilapidado su gran capital electoral por su ceguera y falta de erudición política, pues se quedaron en el siglo pasado justificando en la implacable lucha de clases los errores de sus copartidarios acusados, argumentando para ello la persecución política de la derecha y de la aristocracia criolla.
En Cali el médico Jorge Iván Ospina alcalde de la ciudad, la ha emprendido contra las manifestaciones culturales que a su entender son de carácter elitista como la orquesta Filarmónica del Valle o el festival de Ballet, expresión de danza clásica singular en Colombia y patrocinada por el único colegio estatal en latino América que mezcla la enseñanza tradicional con la práctica del ballet, Incolballet; gracias a su gran tino e ilustración el señor alcalde disminuye los fondos de estas instituciones prefiriendo aplicarlos a exhibiciones simplistas y superficiales, sin arraigo histórico como el denominado salsódromo en la época de carnavales y otras actividades de pedagogía cívica cuestionadas, que le cuestan a la ciudad unas 50 veces más anualmente que los fondos para estas dos instituciones, maltratadas por su actitud revanchista contra algunos notables miembros de la aristocracia caleña y un oportunista concejal local, adversarios todos del señor alcalde.
Cerramos la exposición de motivos subrayando el cisma en que ha quedado el partido Verde por la miopía de sus dirigentes como los señores Peñalosa Y Garzón que han abjurado de su postulado principal de la campaña anterior “El todo no vale” para recibir el aval del partido de la U, lo que de seguro se reflejara en la apatía electoral de sus seguidores.
Hasta cuando los ciudadanos tendremos que seguir soportando a que personajes como los nombrados, guiados por su falta de juicio y su egocentrismo obstruyan, exterminen, desinformen y en general causen males graves al electorado y pueblo en general al que juran defender y gobernar con equilibrio y diafanidad.
Deberíamos de crear estructuras para juzgar y castigar políticamente a estos malos representantes de la llamada democracia y así sentar precedentes hacia el futuro en procura de mejorar las administraciones estatales.
La manipulación que unos pocos logran en la gran masa causa desconcierto a otros muy pocos que perciben la habilidad de la explotación esclavista o feudal que en pleno siglo XXI pervive.
ResponderEliminarSin salirnos de las fronteras, a la sociedad colombiana, -en gracia de aceptar que tenemos alguna forma de sociedad (disímil por regiones, cuando no por clases)-, le falta (nos falta) aún atravesar el desierto que la lleve a Tierra Prometida, mutatis mutandis a lo que hizo Moisés con el pueblo esclavo que sacó de Egipto: Los dejó morir vagando por las arenas.
En tanto, cuanto político enarbole bandera diferente, y le suene la flauta, como borregos seguirán (seguiremos) de tumbo en tumbo tras esperanza de mejoría que, desde el punto de vista solo social, no llega.
El esfuerzo de unos pocos no pasa de ser quimera.
@marinogiraldo