OBSTINACION Fotógrafo HIDDEN |
En razón a que este mundo contemporáneo a través de sus desarrollos tecnológicos nos permiten cada vez más el disentir de las opiniones ajenas, desde el ciudadano de a pie al mas encumbrado líder, las posibilidades de controvertir los juicios se hacen más expeditos, pero al mismo tiempo se descubren ante nuestros ojos las personalidades más caprichosas y obstinadas que no admiten otro parecer que el propio.
El ejemplo más habitual en la Colombia contemporánea es nuestro expresidente Uribe, quien no duda en debatir con argumentos redundantes a prelados católicos, el presidente en ejercicio, premios nobel de paz, colectivos de derechos humanos, presidentes de otros estados y todo aquel que no esté de acuerdo con su desgastado y trasnochado discurso anticomunista.
René Descartes en su famoso discurso del método, enuncio como primera preposición, el no admitir jamás cosa alguna como verdadera sin haber conocido con evidencia que así era. Sentencia esta que en nuestra inculta, polarizada e inmadura sociedad se desconoce por completo; desde nuestros ciudadanos del común hasta nuestra clase política en general la mas dada a este comportamiento, ignorando la certidumbre de los acontecimientos o de las pruebas que avalan el camino al progreso y el sosiego para nuestra población.
En la ciudad de Cali mi lugar de residencia, venimos padeciendo de intermitentes suspensiones en el servicio de agua potable, que en algunas ocasiones ha significado cortes de hasta 27 horas para una población de 1.700.000 personas, por la manía de los administradores públicos de no escuchar los argumentos, las advertencias y las pruebas del abandono de la cuenca del río Cauca nuestro afluente principal, y su red de ríos tributarios; además de contar desde 1992 con estudios de prefactibilidad para solucionar el problema del agua con otras fuentes hídricas.
El sentimiento que transmiten este tipo de interlocutores es el de la sordera y ceguera ante lo admisible, y en las redes sociales interactivas como twitter, se encuentran muchos de estos personajes, que desconocen de tajo los argumentos contrarios o simplemente desoyen, figurativamente hablando, la participación ajena. Confunden el interés de exponer ideas, con la ridiculización y la obcecación al punto de no debatir con tesis y razones sino con vocablos soeces y descalificativos sobre la privacidad y la honra personal.
Otros a pesar de sus discursos políticos sociales y liberales, no pasan de palabras y escritos baladís, que no son sino retórica barata sin compromiso real con causa alguna, eludiendo la responsabilidad con su propia prédica y evitando a la vez disentimiento alguno.
En síntesis nos enfrentamos con una sociedad de hombres y mujeres que no ordenan sus pensamientos, comenzando por lo elemental hasta llegar a lo complejo y sin hacer el recuento integral logrando tener la certeza de no omitir nada; como lo define Descartes en sus incisos 3 y 4, para así generar el verdadero debate argumental tan necesario de realizar en una sociedad tan desigual y opuesta como la Colombiana.
“El discurso es la construcción teórica que inaugura el pensamiento moderno” Eduardo Bello Roguera
El traje nuevo del emperador escrito por Hans Christian Andersen no solo se aplica a Alvaro Uribe Vélez sino a todos los colombianos (¿a todos?)
ResponderEliminarCopio:
"El pueblo lo ve desnudo, pero por temor a contradecirlo, no dice nada. Hasta que un inocente niño lo descubre y grita:
'-El Rey está desnudo!'".
¿Disentir? Imposible, se lo califica de "terrorista".
Punto.
Por demás, enseñó a los jóvenes (¡8 años!) que los conflictos se solucionaban dándole en la cara al otro.
Imposible la controversia.
El adanismo resultó fatal.
Pareciera que apenas estamos saliendo de la Patria Boba.
@marinogiraldo
Los modos y los estilos de argumentación en la esfera pública, están íntimamente relacionados con la valoración que se tiene de la sociedad política. Los estilos y prácticas que describes en tu post, hunden raíces en la cultura política autoritaria y antidemocrática que alienta una parte poderosa de las elites políticas colombianas. Su exponente más caracterizado ha sido el expresidente Uribe, quien hoy tildó a León Valencia en su cuenta de twitter de "Exmatón del Eln" y de "sicario moral", porque dijo en su columna de Semana lo que muchos pensamos y decimos en privado sobre Tom y Jerry, a partir de distintas evidencias noticiosas que no han sido controvertidas.
ResponderEliminarA contracorriente de esa cultura política del matoneo y ese gesto mafioso, crece día a día el grupo de colombianos que abogamos por el derecho a la expresión del pensamiento y de la crítica, por el debate público con base en argumentos razonables y en emociones decantadas, por el reconocimiento del "otro", el que es y piensa distinto a mí, como interlocutor válido, entre otros valores que po años han sido subestimados.
Juan Carlos Acebedo
La pobreza de los Argumentos de Alvaro Uribe Velez, la quieren compensar él y su séquito con toda clase de armas, artimañas y ofensas contra quienes estamos lejanos de su modo de ver la Vida. Deberían recordar que esto NO es una competencia sobre quien tiene la razón y que se hará acreedor a un premio, sino a que todos debemos exponer de manera tolerante y respetuosa nuestros argumentos para darle solución a los problemas generados.
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