martes, 26 de abril de 2011

DECISIONES E INDECISIONES

DECISIONES
Ramzi Hashisho fotógrafo
Se define una decisión como el proceso de elegir la solución para un problema suponiendo que existen varias alternativas. Las decisiones se toman bajo los procesos de la certeza o la incertidumbre.

La certeza está basada en el conocimiento seguro y claro de algo, y en la manera mas expedita de concluir que entendemos sin ambigüedades un concepto, una idea, una imagen, un dictamen usando el método científico que presenta estas características: racionalidad, análisis, verificación, explicación, precisión y claridad.

La incertidumbre por el contrario a falta de seguridad y rigor, establece la toma de decisiones basada en modelos no científicos o espirituales como son la religión, la astrología, la quiromancia y cualquier tipo de superstición.

El modelo administrativo público Colombiano adolece de aciertos en la toma de decisiones, de ahí que continuamente los ciudadanos nos vemos afectados voluntaria o involuntariamente por la mala toma de determinaciones las cuales terminan en fracaso.

En donde más se nota el descalabro por la inadecuada conducción del tema referente, es en el manejo de los asuntos de infraestructura vial, desarrollo eléctrico, y comunicaciones marítimas o férreas; lo que nos precipita en la terrible sinfonía de obras inconclusas o de soluciones estudiadas reiterativamente. Hay proyectos que dan vergüenza por sus excesivos costos e interminable labor de construcción; como es el caso de la micro central hidroeléctrica de Mitú, cuyo proyecto de construcción se inicio en 1998, abandonado en el 2000y vuelto a iniciar nuevamente en diciembre del 2004 encontrándose sin concluir hasta la fecha a pesar que su cronograma de ejecución era de 3 años y 2 meses; a esta interminable lista de proyectos podemos agregar el acueducto del sur del valle del cauca, estudiado y analizado por EMCALI desde 1992; la recuperación de la red férrea nacional y su transformación a la trocha ancha por parte del gobierno de Japón en 1986; la recuperación del calado para la bahía de Buenaventura, dragando el canal hasta los 15 metros, sin definir aun y que permitiría la entrada de los barcos Post Panamá; el metro de Bogotá y cientos de obras más.

Pero esta maña no solo es característica de los administradores de los bienes e inversiones públicas, todos los pobladores de nuestra nación somos proclives a las decisiones apresuradas o en el peor de los casos a no decidir en lo absoluto.

Leía hoy de los reclamos que cientos de ciudadanos realizan al estado por las inundaciones en Cali ocurridas en barrios de capacidad económica media y alta, olvidándonos de nuestra cultura de la improvisación e indecisión, puesto que nadie compra pólizas de seguros contra inundación a pesar de vivir a menos de 250 metros de la ribera de un rio que históricamente se desborda de su cauce.

Pero la más clara y costosa de todas nuestras indecisiones se inicia a la hora de determinar si ejercemos nuestro derecho del voto y a quien se lo vamos a asignar. Con la inmensa mayoría que resuelve apartarse de ejercitar este derecho ya tendríamos para haber escogido otro tipo de representación gubernamental, lamentablemente siempre concurrimos los mismos y los demás solo se quejan sin tomar participación activa jamás.

En la cultura popular se define que las indecisiones matan; yo añadiría que además son excesivamente costosas porque sus consecuencias son impredecibles y dolorosas en la mayoría de los casos.

La consideración final reside en asumir nuestras decisiones aplicando la razón, el análisis, la explicación, la precisión y la verificación que nos permiten minimizar el riesgo de la equivocación.

3 comentarios:

  1. Desafortunadamente, en Colombia las decisiones de Alta Infraestructura, aparte de ser planeadas a corto plazo y nada más, se toman con base en las conveniencias políticas y religiosas que a nivel regional han dominado desde hace más de 500 años. Pero lo más triste, es que el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible han pasado a un último plano en esta materia, NO es sino ver la aberrante posibilidad de exploración petrolera en San Andrés, así como la minería en Santurbán.

    ResponderEliminar
  2. DECISIONES en la participación política con un texto de TONY JUDT
    "¿Por qué es esto importante? Porque, como sabían los griegos, la participación en la forma en que se nos gobierna no sólo aumenta el sentido colectivo de responsabilidad por los actos del gobierno, sino que también contribuye a que los líderes se comporten honestamente y constituye una salvaguarda ante los excesos autoritarios. La desmovilización política, […] constituye una peligrosa pendiente resbaladiza. Además, es acumulativa: si nos sentimos excluidos de la gestión de nuestros asuntos colectivos, no nos molestaremos en expresar nuestra opinión sobre ellos. En este caso, no debería sorprendernos descubrir que nadie nos escucha.”

    ResponderEliminar
  3. Los colombianos hemos crecido con aquella mala costumbre de sobreponer lo urgente en lo importante. Somos testigos por estos días de una nueva ola invernal, a la que supuéstamente deberíamos estar preparados, teniendo en cuenta la crisis invernal que vimos a finales del año pasado. Vemos como hay varios miles de damnificados más y como no se han atendido las necesidades de los damnificados del desastre anterior, que sin lugar a duda, podrían llegar a ser los mismos que están sufriendo en este momento.
    Y sí, a parte de ser apresurados, hemos sido históricamente un país sin criterio y con poquísima capacidad de análisis, por este motivo, decidimos que nos gobiernen los mismos representantes d elos que ya conocemos malas conductas.
    Todo es un círculo vicioso. No nos hemos educado para gobernar ni para tomar decisiones, sino para quejarnos y soportar los atropellos sin esperar nunca un verdadero cambio... empezando por el de de pensamiento.

    ResponderEliminar