Se avecinan las elecciones de senado y cámara en Estados Unidos, y los lectores se preguntaran bueno y nosotros a 3813 kilómetros de Washington que nos implican estas elecciones legislativas.
Recuerden la frase del presidente Juan Manuel Santos en su reciente visita a New York, en su entrevista personal con el presidente Norteamericano; de esa reunión trascendió que nuestra nueva agenda bilateral se llevaría de una manera más cercana (partners) socios en un lenguaje de “tu a tu” dejando el sombrero del limosnero de lado. Cuesta trabajo creer que el establecimiento político Norteamericano renuncie al corolario de Monroe, que es el modelo intervencionista, impuesto por el presidente Theodore Roosevelt en 1903 a partir de la doctrina Monroe; rememoren que este caballero invadió Colombia, y su premio fue llevarse el departamento de Panamá con su canal.
Dependiendo de cómo se conforme el nuevo congreso podremos vislumbrar como se establecerá esta nueva relación de socios y del “tu a tu”.
Por ahora las apuestas son muy difíciles, para los dos bandos en contienda; en la actualidad en ambas cámaras hay mayoría demócrata, pero esta ventaja se puede reducir o en el peor de los casos terminar la superioridad numérica y pasar a poder de los de los republicanos. En la actualidad hay 57 senadores demócratas, 41 republicanos y 2 independientes; en la cámara hay 256 demócratas y 179 republicanos.
¿Cómo está el ambiente entre el electorado? Al igual que en Colombia las elecciones de congreso no despiertan tanto interés en los votantes, a parte del creciente descontento y desengaño que ha producido la política sin aires de mucho cambio de Obama. Existen tres tipos de ciudadanos electores, obviamente los seguidores partidistas de los dos asociaciones políticas y un tercer grupo de independientes quienes fueron los que le dieron el triunfo a Barack Obama en su elección. Sobre este grupo humano sin color partidista es que camina la campaña proselitista de los dos partidos en disputa. Debemos tener en cuenta que ha aparecido un subgrupo en el partido republicano y es el grupo de la “fiesta del Te”*** de considerable tendencia fascista; para ilustrar aquí les describo algunos de sus enunciados.
1 Los inmigrantes ilegales están aquí ilegalmente.
2 La fuerza militar es lo más esencial.
3 La posesión de armas es sagrada.
4 Se requiere que el inglés sea el idioma básico.
5 El empleo a favor de los nacionales es lo más indispensable.
6 Los planes de rescate y estimulo económico son ilegales.
Este grupo se ha querido convertir en partido independiente bajo el liderazgo de un carismático ex infante de marina, Dale Robertson y con el apoyo de la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin, este grupo esta recogiendo una parte del electorado desanimado con la situación de pobreza y desempleo de la poderosa nación norteña.
En conclusión de continuar el dominio demócrata, como ha estado desde 2007 nuestras relaciones seguirán siendo tensas e iguales con un TLC sujeto a muchas presiones para que se le realicen más cambios antes de su aprobación final por el congreso Norteamericano, una disminución en la ayuda militar y la exigencia de mas controles en derechos humanos y protección a sindicalistas. Si la balanza cambia habrá TLC más pronto y un creciente aumento de la intervención por parte del establecimiento político y económico en nuestras decisiones internas de acuerdo a los postulados del corolario de Monroe. Si la fiesta del Té logra generar alguna participación significativa, esa sociedad se cerrara más sobre sus sentimientos nacionales y de razas de supremacía blanca. De cualquier manera llegar al famoso “tu a tu” no será tarea fácil.
*** “Boston tea party” protesta realizada por unos ciudadanos que en 1773 desafiaron a la corona Británica
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