jueves, 29 de septiembre de 2011

LOS DESAFÍOS DE LA INTOLERANCIA

Protesta Anti-Gay en Polonia
Fotógrafo  Michal Zacharzewski
Quizás uno de los mayores desaciertos humanos sea la falta de respeto, por las opiniones y las prácticas de los demás.
Motivo de sarcasmos, discordias, conflictos, destierros y hasta de la muerte. Desde la incomprensión de los Romaníes o Gitanos, siguiendo con la intolerancia en casi todo occidente contra los musulmanes, el apartheid de los judíos con los Palestinos, la intransigencia de los Europeos con las inmigraciones de Asiáticos, Africanos y Sudamericanos; además de la desaprobación y discriminación en América Latina en contra de las comunidades Afrodescendientes, y de los aborígenes del continente por las otra etnias residentes y la marginación de los homosexuales.
Ahora en cuanto a Colombia, gracias a la poca generosidad de nuestra clase gobernante, persiste un nivel tal de exclusión sobre la gran mayoría, que es el combustible que alimenta las bases de nuestro conflicto armado y demás brotes de violencia que nos afligen.
¿Cómo se puede solucionar tan usual comportamiento incorrecto?
Al igual que muchas de nuestras conductas, el remedio inicial esta en cada uno de nosotros, al esforzarnos en aceptar lo diferente y disminuir el exceso de egoísmo que nos caracteriza a todos. Pero de igual forma con las normas y reglas que nuestros líderes y legisladores deben promulgar penalizando todo tipo de intolerancia y discriminación, fortaleciendo la posibilidad a estos colectivos a superarse e integrarse convirtiéndolos en parte activa de las sociedades en las que conviven.
En Europa el tema de los gitanos esta en boga, gracias a que desde la incorporación de los países de Europa del este a partir del 2007, y con la aplicación del tratado de Schengen, el control fronterizo se hizo mínimo entre los países signatarios, lo que favoreció a los Romaníes viajar a Italia, Francia e Inglaterra; ocasionando medidas unilaterales como las establecidas por el gobierno Francés, que deportó a miles en agosto de 2010 nuevamente hacia Rumania y otras naciones del centro de Europa, promoviendo la xenofobia, a más de causar la repulsa de otros gobiernos de la Eurozona.
En el viejo continente, esta etnia ha sido perseguida y escarmentada con una crueldad exagerada, como con la quema de sus viviendas, las deportaciones masivas, confiscaciones de tierras, desarticulaciones de los núcleos familiares y esclavitud han sido algunos de los castigos que les han sido impuestos por la incapacidad de comprender y aceptar su vida nómada, su desigual manera de hablar y actuar frente a los habitantes de los países en que residen.
Otro colectivo que sigue siendo victimizado sin consideración alguna es la comunidad homosexual, pues aun se considera un delito que se castiga con la muerte en varios estados como Irán, el hostigamiento, la marginación y el acoso son el azote mayor que estas personas deben sufrir en nuestras muy civilizadas sociedades; a pesar de las continuas proclamaciones de leyes  que establecen la igualdad ante los otros grupos que integran el entramado social. Quizás en donde hay más conflicto es entre la población de homosexuales adolescentes, debido a que tienen que soportar con resignación el escarnio y violencia de sus compañeros de estudio, ocasionando un significativo número de suicidios.
En el caso de los Afrodescendientes  y comunidades autóctonas, el apoyo de la evolución legal y la disminución de las  conductas racistas han mejorado la existencia de estos grupos, aunque aún falta mucho camino por recorrer, pues siguen siendo relegados y solo una mínima parte puede ascender en la escala social y económica.
El tema de la intolerancia musulmana es de doble vía, mientras en occidente se les mira con extremo celo, ellos en oriente marginan y persiguen a sus pares cristianos; como lo hemos visto en Egipto en contra de la minoría Copta.
Termino haciendo hincapié, en la necesidad de que en las Naciones Unidas, acepten a Palestina como estado, aunque sea solo en calidad de observador, debido a que será la única manera que el intransigente primer ministro Israelí Netanyahu, acepte regresar a la mesa de negociación a pesar de su caprichoso comportamiento de continuar ampliando la construcción de asentamientos en el territorio Palestino ocupado por Israel.
Finalizo como siempre invitándolos a la reflexión personal, porque asuntos como el hoy tratado dependen solamente de la disposición personal, que encadenada de ciudadano en ciudadano, generará un cambio de actitud y de visión frente a todos los comportamientos de intolerancia.

3 comentarios:

  1. Otro caso de marginamiento; el que se da en paises en desarrollo, muy propios del Asia, África y América Latina, sobre la mujer. Todavía hay regiones en donde no se les permite el acceso al estudio, a la democracia y los cargos públicos. Es más, ellas tienen que someterse al marido, inclusive en la definición de su cuerpo....

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  2. Los desafíos de la intolerancia quedaron bien respondidos por Voltaire con la misión de Babuc, quien al final "hizo fundir una estatuilla compuesta por todos los metales, tierras y piedras preciosas", al igual que las "más viles, y la llevó a Ituriel, a quien dijo:
    -¿Vais a destruir esta hermosa estatua porque no está hecha exclusivamente de oro y de diamantes?
    Ituriel entendió el significado", y "decidió (...) limitarse a dejar marchar el mundo tal como va".
    Todos somos uno.
    "Que todos se reúnen, se llamen; que no sea dejada una fracción, dos fracciones", es cita del Popol Vuh.
    Y seguimos dispersos...

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  3. Un artículo muy interesante. Imprescindible ser consciente de una realidad que aun no es expuesta con el carácter que amerita. Pero también serlo, de un conflicto que le compete únicamente al individuo desde su 'yo'. En lo único en que vario es: No son las leyes de discriminación las que solucionan estas problemáticas sino; legitiman un conflicto sin ninguna solución de raíz. es decir sólo contrarrestan acciones más no pensamientos. @JhonEngl

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