JUDAISMO, CRISTIANISMO, ISLAMISMO; SU NEFASTA INTERVENCION EN LA VIOLACION DE LOS DERECHOS HUMANOS

Hoy escribo el tema más polémico sobre el que hasta la fecha haya querido opinar. Lamentablemente a pesar que las religiones están inspiradas para preservar la justicia y la moral, ellas por sus propios fundamentos y cánones contradicen un elemento común que es de respetar y amar a sus semejantes o al prójimo.

El Judaísmo en sus elementos esenciales predica que solo reconoce una ley que es la divina y los derechos humanos se basan en la ley natural, inclusive va más allá al expresar que los derechos humanos solo aparecieron para la humanidad a partir de la Revolución Francesa el 4 de agosto de 1789 y la ley divina precede desde la época de Moisés, por lo menos 3150 años atrás, por tanto no hay discusión tolerable a lo que los mandamientos y las normas expresadas en el Levítico y el Deuteronomio determinen; aun así el estado hebreo moderno reconoce jurídicamente el respeto a los derechos humanos mientras no se apliquen a los Palestinos; los ejemplos se encuentran a montones como el inepto manejo militar al conflicto en la franja de Gaza que ha llevado al ejecito israelí al extremo de atacar como un corsario moderno, barcos en aguas internacionales, por la simple sospecha de querer atracar en puertos Palestinos, quienes se encuentran bajo un bloqueo absoluto por la muy desastrosa miopía Palestina de querer resolver el conflicto de los asentamientos judíos y la división política de Jerusalén, lanzando misiles caseros contra la población hebrea civil.

Los Cristianos históricamente a partir del concilio de Nicea mejoramos de estatus y de religión perseguida pasmos a ser el credo del imperio Romano, por allá por el año 325, este hecho materializo los deseos de un Cesar, unidos a las intenciones de poder de un grupo de obispos que vieron llegar con insaciable codicia toda la inmensa autoridad estatal. Se dedicaron a perseguir, quemar y matar a todos los contradictores desde el obispo Arrio, hasta los sacerdotes, templos, bibliotecas y seguidores de cualesquier culto diferente al Cristianismo; que gran ejemplo de aplicación de las enseñanzas de Jesús, pero bueno siguiendo esta línea de irrespeto al pensamiento diferente a partir del siglo X, los Europeos se inventaron unas excursiones a los Santos lugares, para expulsar a los infieles; este proceso llamado cruzadas, generó la peor matanza de Cristianos Asiáticos, Judíos y musulmanes de la que se tenga registro en la historia. A partir del 1183 nació otra loable y muy Cristiana institución, la Santa Inquisición, cuyo lúgubre y malévola actuación ocasiono la etapa más oscura para nuestra civilización, asesinando en la hoguera, desterrando y encarcelando ciudadanos por la simple sospecha de la práctica de la brujería, que no eran nada más en la mayoría de los casos que el trabajo de desarrollo científico o la horrible envidia humana, personificada en el interés de poseer los bienes de otros. Y que decir del proceso de Cristianización de América, otro lujoso espectáculo de pasión desmedida, crímenes, odio y violencia logrando desaparecer a poblaciones enteras de aborígenes Americanos que no se querían convertir a la fe.

Todas estas historias convergen por estos días en que a pesar de las disculpas ofrecidas por el Vaticano, a todas estas atrocidades, aun se conserva en la iglesia ese viejo hábito de descalificar y condenar, lo que para el pensamiento de sus pastores no entra en el código moral y solo me refiero a las temerarias y desacreditadoras expresiones del secretario de la conferencia Episcopal Colombiana monseñor Rubén Salazar, que se refirió a un tema muy controvertible por estos días en la legislación de varios países de América como son Argentina, México y ahora Colombia; con el tema de los matrimonios de las parejas del mismo sexo; el señor obispo se atrevió a afirmar sobre que los homosexuales no nacen si no que se hacen y que por tanto sus derechos no existen como tal, por lo que hay que invitar al prelado, ha instruirse y leer los informes psiquiátricos actuales sobre este explosivo tema, contenidos en el CIE 10 o clasificación de trastornos mentales, según criterio de la Organización Mundial de la Salud y los estudios del Real Colegio de Psiquiatría de Londres, de donde extraigo este apartado “A pesar de casi un siglo de especulación psicoanalítica y psicológica, no hay pruebas solidas para apoyar la sugerencia que la naturaleza de la crianza de los hijos o las primeras experiencias de la infancia no desempeñan ningún papel en la formación de la orientación heterosexual u homosexual, fundamentales de una persona. Parece ser que la orientación sexual es de naturaleza biológica, determinada por una compleja interacción de factores genéticos y el ambiente uterino temprano. La orientación sexual no es una elección. El cerebro fetal se desarrolla durante el periodo intrauterino en dirección masculina a través de una acción directa de la testosterona sobre las células nerviosas en desarrollo o en la dirección femenina a través de la ausencia de esta hormona”. También lo invitamos a no generar mas violencia y exclusión a grupos mutuales ya de por si marginados por la incomprensión social.

Bueno y le toca el turno a los hermanos Musulmanes, que si son los campeones en la violación de todos los derechos para la mujer y los homosexuales. Existe en su complicado sistema de códigos y normas el Huduud, que es el castigo por los delitos contra la ley islámica que reside en el concepto que solo existe el gobierno de Dios y la ley divina y que por ejemplo condena el adulterio con la lapidación hasta morir, las practicas homosexuales por mínimas que sean con la horca, como se ha visto en varios casos en la república Islámica de Irán en donde solo en este año han sido colgado 4 hombres y hay una mujer en lista de espera para tal fin. También es evidente el desconocimiento de la igualdad para con los practicantes de otros credos y etnias diferentes a los que profesan el Islam, pues en estos países a los no musulmanes les son restringidos muchos derechos tanto a nivel político como a nivel social y cultural, lo que contradice en plenitud el artículo 21 de la declaración de la ONU, que expone “Cada uno puede disfrutar de todos los derechos y de todas las libertades proclamadas en la presente declaración sin distinción alguna de raza, color sexo, lengua y religión”. Cerramos este relato recordando como en estas naciones; la educación, el derecho a escoger una pareja, el derecho a tener una cuenta bancaria o muchas otras simples actividades comunes en occidente, están vedadas a la mujer o sujetas a la aprobación de sus padres o esposos.

Como se puede concluir, las religiones en sus complicadas prácticas tiene gravísimas implicaciones en las violaciones a muchos derechos fundamentales que para los seres humanos del común han sido reconocidos legalmente en las Naciones Unidas para toda esta generación.