fotografiá diario Occidente
Cuando se es el director, guía o el líder de una organización, se asume que las decisiones y la responsabilidad sobre los éxitos y errores que se creen a partir de los mismos recaen sobre quien está a la cabeza, aunque precisamente no hayan sido tomados por él.
De los aciertos y fracasos de estas resoluciones penden en ocasiones la vida de muchas personas, la viabilidad financiera de una ciudad hasta la de un país, la terminación de obras de infraestructura y un sinnúmero de ejecuciones mas; y esta son las razones para iniciar la consideración de hoy.
Comencemos con una obra de infraestructura que toca a los ciudadanos de Cali en el corazón, el estadio de fútbol Pascual Guerrero, que ha sido remodelado por un valor de 83mil millones de pesos que podrían haberse invertido en asunto mas prioritarios según lo han expresado algunos habitantes, despertando suspicacias, críticas y en otros casos elogios y asombro por parte de la ciudadanía en general. Hoy a pesar de los atrasos y de las muchas dudas se le entregó a la FIFA para la realización del mundial Sub 20; aunque con algunas de las reformas sin concluir, como los palcos y la cubierta de la tribuna de oriental.
Brota una necesaria pregunta ¿de quién es la responsabilidad del atraso en la ejecución de las obras de adecuación? Debe el alcalde o en su defecto el secretario de deportes municipal entregar ante la comunidad un informe detallado de lo emprendido y del cronograma y presupuesto ejecutados de las obras, y con eso cerrar la controversia sobre corrupción retrasos y fecha de la culminación definitiva de los acondicionamientos pendientes. Además esclarecer que ante el siguiente compromiso de la ciudad en el 2013 por la realización de los Word Games, era necesario someter a esta dispendiosa restauración al emblemático estadio municipal.
El siguiente episodio de futilidad corre por cuenta del grupo mayoritario en la cámara de representantes de Estados Unidos, el partido republicano y sus decepcionantes líderes John A Boehner y Eric Cantor, a quienes el secretario de comercio del Reino Unido Vince Cable no ha dudado en llamar como “unos pocos locos derechistas del congreso norteamericano, que son la mayor amenaza para el sistema financiero mundial por encima de los problemas del Euro”.
Del resultado de la evolución de esta delicada discusión sobre el default del gobierno norteamericano, dependerá el valor y la rentabilidad del sistema de bonos y papeles a cargo del tesoro de los diferentes países del mundo, la razón es bien simple, si los bonos de la primera potencia mundial ya no son seguros, como serán de pocos confiables los del resto de países del planeta, y en base a esta conclusión el impacto psicológico y por consiguiente financiero en todas las bolsas del orbe es inimaginable.
Gracias a su poco conocimiento y la levedad de su razonamiento en el comportamiento global de los mercados, estos dos hombres y su cuadrilla de congresistas del Tea Party, están a punto de lanzar al mercado global de valores al piso; estimados lectores nos encontramos ante la mayor de las imprevisiones, ojalá aparezca el consejo sabio para que estos mercaderes electorales entren en razón, antes de la ruina de la economía.
Otra llamativa negligencia ha corrido por cuenta de la policía Noruega, quienes acostumbrados a la excesiva tranquilidad y a la escasa violencia en su país, no tenían de presente poseer los elementos de transporte eficientes para responder a una emergencia de la envergadura de la que surgió, por ello tardaron 35 minutos en atender y llegar a la escena de la violenta arremetida terrorista en la isla de Utoya, tiempo que fue interminable y garrafal para haber evitado la enorme cifra de víctimas.
Tres situaciones en las que se involucran cuantiosas inversiones en el progreso, la seguridad y a la tranquilidad pública y en las que sus protagonistas se retraen de aclarar por completo y con la mayor veracidad su participación, omisión y responsabilidad en los hechos y a las que el resto de ciudadanos asistimos como las piezas móviles de un improcedente juego entre los dueños del poder.
Definitivamente, el mejor aliado para la improvisación y el desastre es el pensamiento de corto plazo que tienen los líderes....
ResponderEliminarEn el caso de noruega no creo que alla sido negligencia creo que fue mas un ataque sorpresa como los del 11/09 son cosas fortuitas para las que no se estanpreparados ahora lo que dicepedro rivera es cierto la forma en que nuestros gobernates construyen y destruyen al vaiven de las corrientes politicas en colombia no tienen nombre buen escrito
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