PREVENIR O ATENDER Y PRESERVAR DESPUÉS DEL DESASTRE



PRESIDENTE SANTOS
EVALUANDO RECONSTRUCCIÓN DEL JARILLON
RÍO BOGOTÁ

 La dicotomía Colombiana ¿Prevenimos o atendemos? Después del desastre de Armero en 1985 que costó la vida a 26.000 habitantes, nuestro estado creó en el año de 1989, mediante decreto ley 919 la Oficina Nacional para la Atención de desastres, que luego se transformo en la dirección de Prevención y Atención de Desastres adscrita al ministerio de Gobierno. Entre sus objetivos generales se encuentra prevenir desastres analizando la vulnerabilidad de los grupos humanos, además de determinar las zonas de riesgo y formular estrategias para prevenir o mitigar los efectos del fenómeno. Literatura muy bien cimentada, pero que ante los efectos de la actual ola invernal que los meteorólogos habían pronosticado como muy severa, parece letra muerta.



¿Entonces porqué estamos asistiendo nuevamente impávidos a la repetición por enésima vez de la tragedia de miles de ciudadanos de diferentes niveles socio económicos que pierden todo o casi todo?


Cuál es el escenario real de prevención de inundaciones en el país, inicialmente la parte más compleja es la ubicación de un gran porcentaje de la población en los valles y llanuras aluviales que son muy propensas a las inundaciones, porque son suelos planos y de poco drenaje muy finos y poco permeables. Pero si este problema está suficientemente estudiado y diagnosticado porque no se aplican correctivos, como construcción de reservorios de agua y terraplenes o jarillones.


Consulte con un experto y las cifras que me empezó a informar sorprenden al ciudadano inexperto; un kilómetro de Jarillón como el que bordea al río Cauca puede costar la cifra de 6 mil millones de pesos y ni que pensar de reservorios de agua a lo largo de una cuenca como la del río Cauca entre Jamundi y Cartago; si partimos de la premisa de el que construyo Emcali para la ciudad de Cali costó 11 mil millones, como se podrá comprender la solución es bastante onerosa.


Desde este espacio invito a las facultades de ingeniería civil del país, para que en alianza realicen un estudio pormenorizado de las diferentes cuencas sobre las que tienen injerencia o cercanía, para encontrar soluciones viables económicamente en obras de mitigación de inundaciones y así esperar que el gobierno central y su célebre dirección de Prevención de Desastres, realmente cumpla su objetivo de evitar en vez de llegar como bombero a atender y proteger cuando la gente ya tiene el agua al cuello. Y finalmente en un par de años tal vez, los periódicos nacionales y los noticieros de televisión no tengan que titular cada 6 meses con estas infaustas noticias.