LA ERUDICIÓN POR ENCIMA O AL SERVICIO DEL HOMBRE

LEYES Y TEORÍAS QUE DESAMPARAN SU USO AL SERVICIO DEL HOMBRE MENOSCABANDO SUS DERECHOS Y LIBERTADES

Economía en crisis

Diseñador Iker
A raíz de la profusa cantidad de conocimiento acumulado por la ciencia en los últimos 275 años, el avance social y tecnológico humano, nos ha beneficiado con sus aportes para obtener un sustancial desarrollo en nuestras condiciones generales de vida; nuestros índices de longevidad son más altos, la nutrición, la salud, la higiene, el vestuario, la vivienda y todos los otros elementos que proporcionan comodidad  y seguridad ante las inclemencias de la naturaleza, benefician a la gran mayoría del género humano, aun en los países más pobres. El servicio de comunicaciones, eléctrico, el transporte, etc. son asequibles para casi todos los habitantes del globo.

Lo que si resulta intolerable es la modalidad adquirida por los expertos en ciencias económicas y administrativas en los últimos 35 años, desde la época post Vietnam y después de la crisis del petróleo del 73, en donde se estableció trasladar gran parte de la búsqueda de las utilidades y la riqueza a la masa inerme de la población, a través de alimentar un consumismo exagerado, disminuyendo la calidad de los artículos manufacturados (recuerdan lo que duraban los viejos electrodomésticos), sometiéndonos a una desmesurada y muy bien estructurada exposición de avisos publicitarios, que sugieren que quien no está en el tren del consumo no es persona, y abusando de la constante eliminación de plazas de trabajo, con subsiguiente aumento de responsabilidades a quienes continúan laborando y disminuyendo el salario real de obreros y profesionales.

Cuando se miran las cifras estadísticas, comparando la década de los setenta y la actual que finalizo en el 2010, los resultados son catastróficos, el ingreso de los hogares clase popular y media se ha reducido inmisericordemente, y la clase alta por el contrario los ha mejorado en grado superlativo, ampliando la brecha entre pobres y ricos.

Estas proyecciones no solo involucran el comportamiento económico del colombiano promedio, aplican de igual manera en los Estados Unidos, casi toda América latina y una gran parte de la Unión Europea.

Nuevamente me pregunto, hasta donde se exprimirán las capacidades laborales de obreros y ejecutivos; el cálculo infinitesimal, con sus 2 principales ramas el diferencial e integral, permite teóricamente llevar soluciones al infinito, pero los recursos de este planeta son finitos, aunque la gente no lo vea así, y finita es la capacidad humana de trabajar y ofrecer soluciones reales; pareciese que los gerentes modernos fueran entrenados con el paradigma de potenciar al infinito la maximización de ingresos y utilidades, conduciendo hasta mínimos de sacrifico los costos y gastos inherentes a los procesos productivos o de servicios.

Como lo he expuesto en el título, a donde nos conduce está loca obsesión de reclamar más utilidades, exterminando el bienestar ciudadano; clara demostración que ya no están las ciencias y el conocimiento económico y administrativo para satisfacer las necesidades humanas mediante el empleo de bienes escasos, mas bien se convirtieron en el artificio de la codicia desbordada.

Y qué no decir de las leyes y regulaciones, que han consentido la especulación de materias primas, con las negociaciones de futuros (comoditys), provocando el encarecimiento de alimentos, provocando el hambre en países pobres de Asia y África, o la intervención de fondos de inversión en bolsas y el mercado de divisas, provocando abruptas caídas en una desenfrenada competencia de poder y de usura para una vez desvalorizadas, determinadas moneda, bonos del tesoro o acciones de cualquier índole, artificialmente volverlas a apreciar obteniendo de paso la quiebra de pequeños e inexpertos accionistas y destruyendo las reservas de los fondos de pensiones.

Toda esta inmoderación traerá sus consecuencias, pues no en balde las protestas ciudadanas se hacen sentir desde la plaza Tahrir en el Cairo, pasando por la Puerta del Sol de Madrid, y llegando ahora a la meca del capitalismo, Wall Street, en la denominada plaza de la libertad.

¿Seguirán los grandes líderes políticos y empresariales haciéndose de oídos sordos?

¿Será la violencia activa la única forma de conseguir que los gobiernos asuman su papel de proteger y hacer valer los derechos de todos por igual?

Podemos regresar a vivir con un crecimiento adecuado, para trabajadores y empresarios, como lo fue la etapa de post guerra mundial desde 1946 a 1973, no habrá genios matemáticos, economistas y administradores, que nos iluminen el camino a un retorno a prácticas productivas más humanas y acordes a satisfacer  las expectativas de dueños y empleados.

Los ganadores del nobel de economía de este año Thomas Sargent y Christopher Sim, han demostrado con sus planteamientos que hasta la más ortodoxa decisión e implementación económica, se verá afectada por la percepción y la previsión con la que los afectados por las medidas puedan actuar; lo que desmonta también que los modelos y medidas económicas de intervención previstas por Keynes no son la panacea actualmente.

Eso simplemente demuestra que la más fría estadística o el ejercicio econométrico más preciso, están supeditados al raciocinio humano empírico o teórico, que nos lleva finalmente a resultados impredecibles, pues está afectado por sensaciones, estados de ánimo, sentimientos, cultura e ideología.

Finalmente para meditar esta lección, las ciencias no son tan exactas para presidir y modificar las decisiones humanas, así que mal actúan quienes han pretendido ubicarlas por encima del servicio de la humanidad en general, favoreciendo a pequeños bandos de privilegiados. Porque como la realidad y la historia lo muestran, la sociedad finalmente actuará para volver a equilibrar lo que es abusivo.