miércoles, 23 de noviembre de 2011

DIFAMACIÓN Y POPULISMO EXTREMO

Alta Sajonia centro de Ghota
NAVEGANDO  ENTRE EL FASCISMO Y EL ULTRA NACIONALISMO
 Fotógrafo Peter Burkhard, Pag Gobierno Alemán en Linea
Es inconcebible que la estrategia para derrotar al movimiento ciudadano de indignados, denominado Wall Street, este fijada a través de dos métodos ya claros para algunos medios independientes de Estados Unidos, el uno la difamación mediática del grupo y el otro la violencia fascista.
Se ha pretendido exaltar, potencializando  publicitariamente a través de periódicos y programas noticiosos de televisión, el vandalismo disperso, que suele evidenciarse en estas agrupaciones tan heterogéneas.
El portal The Beast, relató que circula un memorándum en Washington, de una empresa de cabilderos bancarios, anunciando la inversión de 850 mil dólares para deshonrar las protestas ciudadanas.
A esta práctica execrable debemos anexar, la espantosa muestra de violencia ejecutada por la policía de un campus universitario en California, en contra de un grupo de jóvenes estudiantes, quienes adelantaban una protesta pacífica, sentados en el suelo, como  muestra de solidaridad con los indignados de New York, la respuesta policíaca fue la de rociarlos con gas pimienta, en cantidades exageradas, lo que ocasiono heridas severas y la hospitalización para varios de estos muchachos, en una clara demostración de exceso de fuerza fascista, lo que debería ser intolerable en el país de la extrema legalidad, y respetuoso a ultranza de la libertad de expresión.
En Alemania en la región denominada Alta Sajonia, subsiste el movimiento nacionalista alemán  el cual ha perpetrado crimines y asesinatos que tienen conmocionado por estos días a la ciudadanía de ese país.
Este relato, tiene sus orígenes en una zona geográfica que perteneció a la república democrática alemana o Alemania Oriental, en límites con Polonia. Hoy en día ostenta la vergonzosa tasa de desempleo del 20%, perjudicando sobre todo a los más jóvenes, cuando la tasa media del país es de solo el 6.5%.
Hábilmente los políticos teutones han olvidado a esta zona, lo que ha permitido el incremento de este flagelo económico, fertilizando el descontento y el auge del ultra nacionalismo.
Pero el asunto no se detiene ahí, históricamente la población de esta zona se ha caracterizado por su militarismo extremo, disciplina y rigurosidad pues fue parte importante del imperio Prusiano.
Hay que destacar que el concepto prusiano dignifica el nacionalismo a ultranza, el amor a la milicia, la marcialidad  y el comportamiento austero y ordenado, así que es una zona habitada por gentes amantes de la autoridad y del rigor militar, caldo de cultivo perfecto para sublevaciones y levantamientos d carácter populista chauvinista extremo.
A estas alturas se preguntaran ¿Qué hay en común entre estas dos historias?
En días pasados exprese por este medio, que el populismo toca extremos de derecha o de izquierda, que fundamentalmente no respetan a la democracia y tratan de eternizarse en el poder, violando las libertades individuales y la civilidad.
En esta historia de hoy relato como dos clases sociales opuestas, el 1% de ricos de Estados Unidos, y los pobres jóvenes desempleados prusianos, usan la misma técnica de intimidación fascista para conseguir sus objetivos, lo que no deja de ser siniestro y motivo de repulsa, para quienes aun creemos en la dignidad humana, la tolerancia,  la libertad de expresar ideas, al debate con argumentos y aborrecemos la mentira y al violencia, como instrumento de poder político.
En Colombia tenemos representantes de estos dos estilos económicos y políticos, deseosos de importar este tipo de comportamientos, solo recuerden las expresiones de Pacho Santos frente a las manifestaciones estudiantiles pacificas, o las reuniones de neo nazis en Bogotá, que la revista Semana nos relató, además revisen la oratoria del procurados Ordoñez y las manifestaciones de grupos de jóvenes universitarios de extirpe ultra conservadora que reseño el portal de la Silla Vacía.
Signos inequívocos todos estos,  de que no somos ajenos a los comportamientos chauvinistas, homófobos, xenófobos y fascistas, de los que debemos cuidar a nuestra sociedad martirizada con la eterna violencia guerrillera y paramilitar; por lo que no necesitamos un nuevo actor de violencia en el País.
Mi reflexión de hoy va con la esperanza, de que todo lo hoy comentado solo sea perorata y jamás llegue a convertirse en una nueva realidad de nuestra sufrida sociedad.

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