EL TALENTO DE GOBERNAR CON PROGRAMAS Y RAZONES BALADÍES
Director DIAN |
Creo que no existen hechos y frases más insustanciales y ridículas, que las que expresan nuestros gobernantes y políticos en campaña con tal de mantener el fervor popular, debido a que si entramos a analizarlas en su trasfondo, nos encontramos con que son las perfectas propuestas engañosas, para encubrir las verdaderas intenciones que se persiguen con estas disposiciones.
Solo es comenzar hablando de resoluciones, como la orden ejecutiva promulgada hace dos semanas por el señor Obama, en Estados Unidos, en la que se aplazaba de manera indefinida las órdenes de deportación para miles de residentes ilegales extranjeros, siempre y cuando dichos ciudadanos no tuviesen historiales delictivos, o fueran sospechosos de pertenecer a grupos terroristas, o contrarios a los intereses de USA; debido a la inminente campaña por la presidencia, el presidente promueve una medida que no soluciona la incertidumbre al grave problema de la inmigración, pero que electoralmente le resulta favorable, pues sin compromiso alguno, alimenta la esperanza de sus familiares que se hallan en condiciones de legalidad.
Demócratas y Republicanos no se comprometen a resolver de manera eficaz y definitiva este flagelo, simplemente promulgando leyes que determinen la forma como millones se puedan normalizar y para que otro muchos miles que añoran incorporarse a la vida en esa sociedad, conozcan de antemano las condiciones legales establecidas para emigrar lícitamente y residir en esa nación.
Y a nivel local, si que encontramos toda suerte de propuestas y legislaciones con el único fin de entretener al auditorio.
Algunas tan absurdas que hasta el más desinformado Colombiano puede percibir en ellas la burla disimulada; citemos la emblemática propuesta de disminuir el precio del galón de gasolina en cien pesos, que no es si quiera el 1.5% del valor total. O la muy altruista, responsable y patriótica aptitud del procurador Alejandro Ordoñez, exigiendo el recuento de las firmas que avalaban la inscripción como candidato a la alcaldía, del caleño Rodrigo Guerrero, miembro de la élite de Cali, cuando meses atrás el procurador clamaba a gritos por eliminar la figura legal, que permite la elección popular de alcaldes y gobernadores, con el argumento de que esta norma promueve la corrupción y el desmedro del erario, gracias a la posibilidad de que individuos de los estratos bajos sin educación gobiernen.
Pero citemos otras patrióticas proposiciones, como contratar todas las grandes obras de infraestructura con el mismo grupo de empresarios nacionales, con la anuencia del gobierno central y la disculpa de que estos grupos son los únicos con la capacidad económica y técnica; falacia inmensa, como lo verifica el hecho que en Cali, dos de las empresas constructoras con mas capital del país, ejecutoras del paquete de mega obras del sur marchan con el cronograma bien atrasado, gracias a los problemas económicos que tienen en el túnel de la línea y en la construcción de la doble calzada Bogotá Girardot.
O las declaraciones del director de la DIAN, el domingo pasado, quien sin siquiera ruborizarse, clasificó a todo aquel que tenga ingresos iguales o superiores a un millón y medio, como rico, claro debido a que hay que ambientar una nueva reforma impositiva, el señor Juan Ricardo Ortega, está creando el ambiente propicio para incorporar mas declarantes y para justificar su infundio se basa en la estadística de que solo el 5% de los habitantes del país perciben este nivel de ingresos; aunque le falta aclarar que el 95% restante vive en pobreza o en pobreza extrema, pues con un millón quinientos mil pesos de ingresos mensuales (US 833), ningún colombiano puede excederse en gastos, como salir todos los fines de semana a cine y a comer en algún restaurante, o tener derecho a una vacación anual fuera de la ciudad de origen, este hombre resulto el campeón de los demagogos.
Cerremos esta historia de hoy con el escándalo de moda, la eliminación y nuevamente incorporación de Rodrigo Guerrero, como aspirante a suceder a Jorge Iván Ospina. Guerrero hombre experimentado en las artes demagógicas, el es el creador de la moneda desepaz y del barrio del mismo nombre; y es presentado al electorado caleño como el único candidato para gobernar a Cali sin relacionarse con la corrupción, además de tener el mayor conocimiento en administración pública; pero estos mismos promotores convenientemente olvidan, que siendo alcalde este señor firmó el 30 de diciembre de 1995 un contrato por el cual EMCALI, perdió 528 millones de dólares en once años, sin hasta ahora haber tenido la gentileza de explicarnos a los caleños, porque se firmo ese adefesio, o porque en la recolección de sus firmas el 40% fueron invalidadas por presentar toda clase de irregularidades y fraudes.
Se concluye que con tal de ascender o perpetuarse en el poder muchos hombres públicos, no tienen el menor recato en engañar o disfrazar la verdad, lo que convierte a la demagogia en su mejor arma para hechizar al público distraído o inculto; pues como lo define el diccionario de la real academia (Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder) por lo que es parte de la decadencia de nuestros sistemas democráticos.
Otro típico ejemplo de Demagogia; Samuel Moreno ganó la Alcaldía de Bogotá con la promesa de construir el Metro. He ahí los resultados.
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