martes, 16 de agosto de 2011

PUSILANIMIDAD O LA FALTA DE ACCIÓN EN CONJUNTO

Después de unos días de introspección, me animé a escribir sobre esta materia, que se generará inquietud entre los lectores.
Una de las más grandes debilidades de la sociedad Colombiana es la incapacidad de trabajar en equipo, además del pensar en grande, sin temor ni complejos y decididos a enfrentar los retos, aunque los resultados nos sean tan buenos, como los que esperamos.
Esta anomalía abarca todos los niveles sociales y afecta las labores desde el campo deportivo, continuando en el comercial, el político, el investigativo, hasta el industrial.
Todos los proyectos son propuestos, estudiados, diseñados y ejecutados con mentalidad de país pobre tercermundista, sin ambición ni deseos de trascendencia en el tiempo.
Pero esta debilidad se proyecta desde nuestra estructura social más pequeña la familia y continua a través de nuestras comunas, ciudades y hasta en la nación entera, debido a que cuando debemos tomar acciones para en conjunto enfrentar medidas económicas en contra de los intereses de todos, disposiciones legales abusivas o simplemente para desaprobar la mala administración con que nuestros líderes nos gobiernan; y ahí por lo tanto el trabajo en equipo languidece, dejando solo a pequeños grupos de ciudadanos con la carga de representar el descontento ante las adversidades o los atropellos de los que nos queremos defender.
Citare a manera de ejemplo, como nuestra manía a quejarnos y no actuar consecuentemente ante el descontento que deseamos exteriorizar se manifiesta. En Cali la mayoría de sus habitantes reclaman por la creciente inseguridad, y las historias de robos a residencias, atracos a negocios, robos callejeros y fleteos llenan los periódicos y las tertulias familiares y ya se plantean entre los temas candentes ante los candidatos a suceder al alcalde local; pero cuando tenemos que salir a denunciarlos exponiéndolos públicamente, hasta allí nos llega el descontento y el valor ¿Cómo pretendemos cambiar y mejorar la seguridad? Si somos tan inseguros y cobardes que rehuimos nuestra obligación cívica a manifestar los hechos y sucesos violentos ante nuestra propia comunidad.
Es imposible no referirnos al fútbol, nuestro deporte nacional con más arraigo, ¿Por qué? nunca nuestro país logra en los diferentes compromisos internacionales superar las actuaciones decorosas de mitad de la tabla, sin lograr alcanzar una semifinal o menos que decir una final. Este deporte que atrae la atención y el fanatismo de la gran mayoría del país expone lo que somos realmente como sociedad, individualistas, sin grandes ambiciones, con mentalidad reducida a lo que se pueda lograr o al conformismo y sin valor y voluntad a arriesgar, pues cada futbolista con capacidad de jugar bien simplemente se abstiene para no resultar lesionado o incapacitado.
Ahora simplemente extrapolen el comportamiento que se presenta en este deporte de conjunto a todas nuestras otras actividades y tareas a realizar en comunidad, y si lo hacen acuciosamente notaran el reflejo de este ejemplo en todo nuestro actuar como colectividad.
Siempre me he preguntado ¿Qué trabajo psicológico habrá que acometer? Para que entendamos que si actuamos como sociedad, persiguiendo los mismos objetivos generales, podemos salir de nuestra etapa de nación subdesarrollada.
Aprecien como en Londres, a pesar de la violencia y la coordinación con la que actuaron los gamberros; en muchos barrios la comunidad se organizo y enfrento a los saqueadores y evitó más desmanes. Se imaginan si estos eventos acontecen en Cali, Medellín o Bogotá, nos escondemos todos debajo de la cama a esperar que entre la policía y el ejército reduzcan la turba, sin importarnos a cuantos de nuestros amigos y familiares abandonemos sin ayudarlos a defender su propiedad.
Los invito a opinar para encontrar entre todos soluciones aplicables a nuestro mayor pecado como sociedad, el conformismo y la pusilanimidad.

4 comentarios:

  1. Desafortunadamente, a Colombia la gobierna una Clase Dirigente Parroquiana, donde TODO VALE y el interés de usura son sus dioses, además de que los medios para los derechos del ciudadano son restringidos por convicciones, aparte de politiqueras, las religiosas, como en el caso del Inquisidor, perdón, Procurador.

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  2. El egoismo y la falta de sentido de pertenencia hacen que los colombianos NO actuemos en conjunto. Las cosas solos nos duelen cuando nos suceden a nosotros o a nuestros allegados, de lo contrario NO nos interesa y volteamos la cara ignorando estos hechos. Lo triste es que este problema es como un bola de nieve por no decir de m!€r)@. @yojosealejandro

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  3. Pieeso que en Colombia hay mucha resistencia al cambio aún entre quienes más necesitan de ese cambio.
    Excelente reflexión en este artículo.

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  4. La falta de líderes que piensen objetivamente y por el bien general, es una parte de este gran problema de poca colaboración y cooperación de lo que tenemos que enfrentar.

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