lunes, 10 de marzo de 2014

UCRANIA Y VENEZUELA UNA PECULIAR CORRESPONDENCIA



 A la Derecha Señor Arsenii Yatseniuk primer ministro de Ucrania 

Fotografia Sitio web del gobierno de Ucrania
¿Cómo pueden dos repúblicas tan distantes y con un desarrollo histórico tan disímil tener correspondencia?

Bueno, antes de lanzarme en la justificación de esta aparente imprecisión, resulta imperativo conocer un poco de la historia de cómo nacieron ambos estados.  

Ucrania como identidad nacional es una región con al menos 1000 años de antigüedad, poblada por Eslavos que sustituyeron a los Escitas y a los Sármatas, alrededor del siglo VII después de Cristo.

Luego de las sucesivas conquistas y ocupaciones por los reinos, ducados y naciones vecinas, además de la repartición de su territorio para conformar otras repúblicas; se convierte a partir de 1921 en el país que hoy reconocemos, y junto con Rusia y otros estados constituyen la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, pero sin la península de Crimea que fue Rusa hasta 1954 y es la razón fundamental del actual conflicto.

Venezuela es una nación creada a partir de la emancipación de España en 1819 y más tarde escindida de la gran Colombia en 1829; estado inicial que aglutinó a Ecuador, Panamá, Colombia y Venezuela.

De ahí en adelante vivió una etapa de repetidas sustituciones, coaccionadas por la fuerza de las armas o del poder económico de sus castas dominantes; sufriendo de periodos dictatoriales, hasta encontrar una senda democrática a partir de 1958.

Ucrania a partir de su independencia de la Unión Soviética en 1991, soportó inestabilidad en su dirección con cambios bruscos entre fuerzas políticas pro rusas y nacionalistas ucranianos; en 1994 planificó y ejecuto sus primeras elecciones libres que no aportaron la estabilidad esperada.

Venezuela hasta 1998 conservó el sucesivo relevo entre los partidos COPEI democracia cristiana, y AD acción democrática, en ese año esta cíclica sustitución fue quebrada por el movimiento de Hugo Chávez.

Ucrania ha continuado su desestabilizadora senda que enfrenta a dos grupos  étnicos polarizados, los descendientes rusos quienes desean orientar al país hacia la influencia de Moscú o los nacionalistas ucranianos los cuales anhelan ser más europeos y aspiran pertenecer a la Unión Europea, bajo la supervisión de Bruselas; desatando el trance que hoy nos obliga a reflexionar sobre esta nación.

Venezuela llego a la problemática actual a partir de la herencia de despilfarro económico, con la cual ha sido administrada desde mediados de los años 80s.

El tercer exportador de petróleo en el mundo había dilapidado su inmensa fortuna por acción de las funestas administraciones del COPEI y AD; y no solo por las ambiciosas elucubraciones geopolíticas de Chávez, quien procuró con un descomunal esfuerzo estructurar la productividad agrícola pretendiendo la autosuficiencia de alimentos para toda la población; programa fracasado por la orientación natural del venezolano a la explotación pecuaria.

Los dos estados coinciden hoy en día, en enfrentar una polarización de su población como nunca en su historia, en donde cada bando persigue intereses económicos y políticos opuestos.

Ucrania no es un país de economía fuerte, pero su población es austera, enseñada al trabajo duro y a la disciplina, además de como buenos eslavos, sus pobladores están acostumbrados a los regímenes de carácter estatista; así que si Moscú y Bruselas dejasen de intervenir y causar rivalidades, saldrían ellos de sus vicisitudes a paso lento y firme.  

Venezuela no tiene clase campesina de vocación agrícola, por ello y ante sus inmensos territorios llanos, la ganadería intensa es su máxima ocupación en estas actividades, además de poseer la herencia española de trabajar con el menor esfuerzo como en el resto de américa latina; pero solucionando sus fricciones internas podría recuperar la senda de la prosperidad por medio de sus exportaciones mineras que incluyen también aluminio, hierro y acero a parte del petróleo.

Por otra parte existen similitudes en cuanto a los orígenes de los actuales conflictos que polarizan a sus ciudadanías; en ambos casos fuerzas exógenas propulsan la inestabilidad económica y social con el fin de sacar provechos geopolíticos; en Suramérica la derecha desea que el modelo venezolano colapse evitando el contagio hacia otras naciones. En Europa Rusia no quiere tener un estado tan pro europeo y quizás futuro miembro de la OTAN en su frontera inmediata. Lamentablemente toda esta inestabilidad social puede lanzar a ambas repúblicas a guerras de tipo civil, en donde resulta especulativo predecir un desenlace en favor de algún bando, ante las presiones que sus gobiernos soportan en la actualidad.

Venezuela está cercana de entrar en un conflicto interno de carácter civil.

Ucrania está a portas de una invasión Rusa, con consecuencias impredecibles para Europa.

Por todo lo anterior deseo que en ambos casos prime la sensatez entre los involucrados y llegue la solución negociada. Y como lo pudieron observar a pesar de sus orígenes tan diferentes, su problemática actual los acerca por el origen común de sus conflictos que reside en una inestabilidad auspiciada desde el exterior, una profunda crisis económica asociada al despilfarro de recursos y a la guerra sucia contra sus gobiernos y a la polarización que los acerca a la guerra civil.

1 comentario:

  1. Tanto Venezuela y Ucrania, supuestamente con gobiernos socialistas, dependen de Rusia, cuyo gobierno es fascista y expansionista....

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