martes, 28 de febrero de 2012

EL ESTEREOTIPO DE LA SEGURIDAD

Santos y la cúpula militar en la ciudad de  Popayán


No comprendo cómo cada vez más, surge entre personas que considero con un intelecto alto o medianamente alto, la necia idea de que nuestra imagen y concepto de tranquilidad en Colombia dependen del  adalid de la seguridad democrática.

Siempre que las Farc, las bacrim o la delincuencia común, dan algún golpe de opinión, muchos compatriotas a través de las redes sociales o los foros de los periódicos, lanzan sus lastimeras voces clamando por el retorno del caudillo de la extrema derecha.

Parece que han olvidado que el origen de la violencia guerrillera, paramilitar o de delincuencia común, solo tiene comienzo en las profundas desigualdades que nuestra sociedad presenta dese su inicio como nación.

Y que en la medida que se hacen más agudas estas diferencias, con el desplazamiento forzado, el aumento de la industria de producción de alcaloides, la corrupción del aparato judicial y policial, la concentración  de la riqueza entre muy pocos, el desempleo formal que aumenta cada día con el consecuente aumento del empleo informal, el empobrecimiento de la clase media, se acentúa mas el problema de la violencia general, abonada  por todas estas tristes manifestaciones de nuestra inmoral  e insensible sociedad.

Además los 8 años anteriores, precisamente se caracterizaron  por una magnificación de muchos de estos acontecimientos inmorales, como lo demuestran las actuales investigaciones y condenas; camuflados todos estos eventos en la supuesta seguridad que empezábamos a disfrutar.

La estrategia de la guerra evoluciona, y así como las Farc en 1999 podían ya tomarse ciudades y pueblos, por la incompetencia y la insolidaridad de la clase dirigente y de los comandantes a nivel nacional; ahora esta táctica ha cambiando nuevamente, regresando al viejo modelo de atacar con pequeños comandos, agravado con las alianzas establecidas con el narcotráfico, los paras-Bacrim y todo nivel de delincuentes que entienden que estas asociaciones pueden perturbar y dificultar la labor de la fuerza pública.

Recuerdo hace unos 4 años como un concejal caleño me explicaba, que una estrategia militar que aplicaban los industriales del tráfico de narcóticos, cuando se estrenaba un comandante policial o militar, era incrementar altamente los niveles de violencia para presionar y negociar de alguna manera con el comandante en cuestión.

Así que por esta época,  gracias a los numerosos operativos de las autoridades policiales y militares que estorban el movimiento de alcaloides desde las montañas a la costa, como lo confirmó un comandante militar en el departamento del Cauca, quien señalo hace unos días,  que estaban estancadas 4 toneladas  de productos de exportación de esta industria (léase coca y heroína); generando en consecuencia que todos estos promotores de la violencia tienen que actuar de común acuerdo, para fustigar a la autoridad y así lograr abrir pequeños pasos para poder transportar los alcaloides, negocio del cual se lucran todos por igual.

Con todo esto debemos comprender que no es Santos el culpable del aparente aumento de la capacidad ofensiva de las Farc, son simplemente las mutaciones del conflicto interno colombiano, que ahora asocia a todos los actores armados, y establece este nuevo clima hostil, que perciben muchos compatriotas como debilidad presidencial, por lo que ingenuamente claman a gritos por el regreso del líder de la seguridad democrática, que también nos implemento el régimen de corrupción más agudo de todos los periodos presidenciales que mi memoria pueda recordar.

Invito a mis coterráneos a pensar con cabeza fría y a observar con imparcialidad lo que sucede en el país acerca del tema de la seguridad; a abandonar las quejas histéricas y a ser razonables y mesurados con los llamados para reelegir al presidente anterior.

Muy oscuros serian las épocas de Colombia en manos de ese grupo de inescrupulosos que impusieron el lema del todo vale para gobernar; razón justa para meditar si es ese el país que queremos para nosotros y nuestros futuros descendientes. 

1 comentario:

  1. Para quienes creen que la Seguridad Democrática fue lo mejor, ojo que durante los períodos 2002 - 2006 y 2006 - 2010, también hubo ataques a poblaciones civiles, atentados, emboscadas, secuestros de policías y miembros de fuerzas armadas (ejm. caso de la Base de Teteyé), ¿entonces?....

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