Con toda la discusión que se ha abierto sobre la conveniencia de las concesiones mineras en los páramos Colombianos, por causa de que las canteras a cielo abierto y socavones afectan con deforestación y exterminio de fauna y flora como el frailejón, lo que altera por completo el frágil ecosistema ; se ha dejado de lado un segundo debate tan importante como este y es el de conservación y optimización de los recursos hídricos, que esta contenidos en un proyecto de ley denominado “ Por el cual se establecen medidas para orientar la planificación del recurso hídrico en el territorio nacional” que esta temporalmente archivado y que entre sus muchas normas activa las concesiones del agua y el control de vertimientos, de una manera bastante beneficiosa para el gran capital y los inversores extranjeros principalmente.
Retomando el asunto del páramo de Saturbán, el principal conflicto que ha obligado a la gobernación de Santander y a la alcaldía de Bucaramanga a contribuir con la causa de los ambientalistas, es la contaminación con elementos químicos pesados de las fuentes hídricas del acueducto de Bucaramanga; contaminación que tendría origen en la explotación de los yacimientos de oro que requieren de cianuro y mercurio para su labor de separación de otro minerales.
Así que además aparte de exigir un freno a la explotación minera en los bosques de niebla y páramos por sus ya estudiadas nefastas influencias, se hace muy necesario exigir acciones tendientes a no permitir el uso del agua en las cuencas altas y lagunas en los páramos, hacia actividades industriales o de riego agrícola; con el fin de ilustrar el asunto me referiré que para la fabricación de un litro de coca cola se anexan 8 litros de agua y en la producción de una botella de cerveza se requieren de 5.25 litros de agua.
En la actividad de riego se estima un uso del 70% de la demanda del agua total del país, siendo los productos agrícolas mas consumidores, el café, el arroz, los plátanos y la caña de azúcar que absorben el 68% del agua que se usa en la tarea agrícola. Por ello ya está en trámite un proyecto de ley para proteger por completo el ecosistema de páramos, radicado con el número 049 del 2010 en el senado, en su artículo 9 establece claramente estas prohibiciones de uso.
En los ecosistemas de páramo regulados por esta ley se prohíbe la realización de las siguientes actividades: Disposición final, manejo y quemado de residuos sólidos; introducción y manejo de organismos genéticamente modificados y especies exóticas no nativas; practicas de agricultura y ganadería; uso de maquinaria pesada; expansiones urbanas y construcción de vías que interfieran el natural crecimiento y preservación del ecosistema y de las fuentes hídricas; actividades industriales; construcción de obra que alteren el ciclo natural del agua o produzcan efectos negativos, deterioro de la biodiversidad; actividades de exploración y explotación petrolera y minera. Además adelantar las obras con base en los títulos mineros previamente otorgados que pueden afectar funciones ecológicas estratégicas.
Como se puede comprender, si esta ley ya estuviera vigente la historia del páramo de santurbán y otras reservas sería otra; por lo que desde esta tribuna hago votos para que el trámite de este proyecto vital para el futuro y conservación de nuestras fuentes hídricas y páramos concluya sin mayores traumatismos y para que como ciudadanos estemos atentos a proteger este recurso preciado que según estudios de Naciones Unidas hacia el año 2030 afectará por su escasez a casi la mitad de la población mundial.
Es lamentable que el Proyecto de Ley denominado “ Por el cual se establecen medidas para orientar la planificación del recurso hídrico en el territorio nacional” se encuentre archivado, por razones sin ninguna justificación, la mayoría de las cuales tienen que ver con intereses políticos relacionados con multinacionales. Ojalá haya alguién con Conciencia Ambiental y vuelva a poner sobre el tapete dicho proyecto.
ResponderEliminarEl agua es sagrada.
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