jueves, 1 de marzo de 2012

IMPRECISIONES ARGUMENTADAS CON JUEGOS DE PALABRAS POR LOS MANEJOS SEMÁNTICOS

Posesión De Viviane Morales como Fiscal General
Fotografía pagina web de la presidencia
Semántica palabra con origen etimológico en el griego  (semantikos o lo que tiene significado), y definida por el RAE como “Perteneciente o relativo a la significación de las palabras”;   fondo y argumento sustancial de esta disertación de hoy.

Desde la época en la que a Santander se le instauro con el famoso remoquete del “Hombre de las leyes”, esta nación ha crecido bajo la sombra de la multiplicidad de leyes y reformas.

Seis constituciones entre 1830 a 1886, una constitución centenaria la de 1886 pero con setenta reformas, son el camino para llegar a la nueva constitución de 1991, que lleva veinte años de promulgada y 29 reformas.

Para establecer una equiparación justa, les he de comentar que la constitución de Estados Unidos establecida desde el 17 de septiembre de 1787 solo ha recibido 27 enmiendas.

Toda esta amplia introducción para acercarnos a como los abusos, interpretaciones y tergiversaciones semánticas, le dan un carácter ambiguo, injusto y tercermundista al sistema legal y a nuestra realidad nacional.

Popayán, Cauca febrero 17 de 2012 “Hubo un incidente, una persona efectivamente sufrió un percance en un ojo”, frase extraída del discurso pronunciado por el presidente de la república, refiriéndose al bochornoso caso del desalojo del Quimbo, perpetuado por el ESMAD contra comunidades de esa zona entre los días 14 y 15 de febrero de 2012.

Ahora veamos la descripción del RAE para la palabra percance “contratiempo, daño, perjuicio imprevisto” sin duda una palabra que usada hábilmente por un abogado no determina el alcance del daño perpetrado en esta historia, pues ese percance en un ojo, fue en realidad la pérdida del ojo por efecto de una explosión cerca de la cara del afectado, como lo confirman los dictámenes médicos; y las medidas con bombas de aturdimiento, gas lacrimógeno y gas pimienta fueron usadas esos dos días por  la fuerza pública.

Así que este percance dejó con invalidez de por vida a este ciudadano, vaya burla semántica la que infirió nuestro presidente.

Ahora citemos otros casos en los que el juego semántico, obra oportunamente según los interesados y las circunstancias.

El 27 de julio de 2010 Alejandro Ordóñez Maldonado Procurador General de la nación, emitió este concepto sobre la licitación del tercer canal privado de televisión, en la que solo había un proponente.

“El procurador General precisa que la subasta no es un mecanismo de selección de contratista sino de adjudicación en el que el principal criterio de adjudicación es el precio y no implica necesariamente puja”

Tenemos en este concepto dos palabras claves para justificar el juego semántico subasta y adjudicación.

Adjudicación es la acción correspondiente de la palabra adjudicar que significa “declarar que una cosa corresponde a una persona o se confiere en satisfacción de algún derecho”, subasta se determina como “una adjudicación publica que se hace al mejor postor, regularmente por mandato y con intervención de un juez o autoridad”.

Reuniendo los dos significados inferimos que para el procurador el principio de adjudicación o declarar que una cosa corresponde a una persona prima sobre el hecho de cómo debe celebrarse este proceso a través de la subasta o la puja.

Muy sabiamente el Consejo de Estado hace unos  días desestimo el concepto tropical del procurador, y recordó que estas adjudicaciones se realizan a través del mecanismo de la subasta o puja; en donde necesariamente debe haber por lo menos dos proponentes.

Ahora lleguemos al momento culmen de esta disertación, el elemento semántico que destituyó a la Fiscal General de la nación.

Aquí el asunto para la discusión semántica se justifica alrededor del concepto de la palabra integrante que significa que integra, que a su vez se deriva de la palabra integrar, que se define como “formar las partes de un todo” y encontrándonos con otra palabra en segunda relevancia, quórum que el diccionario RAE nos dictamina como número de individuos necesarios para que un cuerpo deliberante forme ciertos acuerdos.

En diciembre de 2010 la Corte Suprema de Justicia cuando se reunió para esta votación y de acuerdo al significado de la palabra integrar estaba compuesta por 18 miembros, ante la finalización del periodo de ocho años, para cinco de los cofrades de esa corporación, de ahí que su quórum determinado por mayoría calificada era de 14 miembros, otros podrán señalar que este todo eran los 23 miembros permanentes; de ahí que de esta discusión semántica de la palabra integrante surge el debate legal mas bizantino, de tantos que se han dado en Colombia  desde hace 200 años y por la cual el andamiaje jurídico sufre este remezón.

Lo increíble de todos estos sucesos, es que nos asombremos de que Europeos y Norte Americanos, aun nos sigan denominando como Banana Republic, epíteto que nos tenemos muy bien merecido.

Los invito a opinar y ampliar más esta  controversia o simplemente a exponer sus comentarios y razones sobre los debates semánticos, en que nos encanta vivir en nuestra sociedad sin resolver lo fundamental.

2 comentarios:

  1. No es un problema semántico sino el reflejo de la crisis de la sociedad colombiana que, sin duda, se traslada al Derecho, para encubrir la realidad en la que se vive (Casi cita de Georges Vedel)
    ¿Cuál realidad? Pues, sin duda, la total y absoluta iniquidad social. Es todo. ¡Ah!, el anterior diría el ojito…
    Soy @marinogiraldo

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  2. En relación con los malabarismos semánticos de los gobernantes colombianos, recuerdo que para algún expresidente, el asunto del paramilitarismo era un problema "semántico" (???); con semejante visión, uno entiende que la fiera haya adquirido las dimensiones de ogro ante la indiferencia de los sucesivos gobiernos ( o la complicidad soterrada, como ocurrió durante el Uribato).
    Quien mal gobernó durante ocho años consecutivos, también quizo reformar el lenguaje político, y erradicar la expresión "conflicto armado" de nuestros intercambios cotidianos y mediáticos, pues según su retorcida mirada la violencia colombiana solo podía nomimarse como un "desafío terrorista"; de esta manera, desterraba cualquier alternativa de buscar soluciones políticas negociadas a esa violencia, y dejaba como única alternativa las bombas, las balas y la muerte.

    Me alegra que te hagas eco de la valerosa denuncia que han levantado los pobladores del Huila que luchan contra el proyecto hidroeléctrico el Quimbo, ante la inicua y vergonzosa acción de violencia institucional que perpetró el Esmad contra pescadores, campesinos, ancianos, niños y jóvenes que, como dijo un Arzobispo opita, "sólo estaban armados con su pobreza".

    ¿Es por estas bellaquerías que algún insensato le ha otorgado el premio de protección del medio ambiente al presidente Santos,que ha salido a justificar el atropello con el cuento de que se aplicará el "principio de autoridad" cada vez que sea preciso?

    Si ese es el principio de autoridad, o mejor, del abuso de autoridad que aplican los gobernantes colombianos,yo no me siento representado por semejantes autoridades, y en cambio sí me declaro solidario con los manifestantes de El Quimbo, expresión de la dignidad de nuestro pueblo.

    Juan carlos acebedo

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