En varias ocasiones mis lectores, me han acusado de ser extremadamente crítico, sin ofrecer formulas, soluciones y recomendaciones para establecer resultados positivos y reformar instituciones, eventos y situaciones que a bien tengo por investigar, analizar y escribir.
Por esta razón hoy he tomado la decisión de aclarar y comentar mi posición editorial. Mi actitud política es de Centro, detesto los extremos de izquierda o de derecha; el problema es que en Colombia criticar o defender posturas genera en la opinión pública etiquetas y escenarios para quien disiente y escribe.
Para referenciar más mi defensa, he tomado tres artículos, recientemente elaborados, sobre la iniciativa de ley de Tierras, desarrollados por acreditados especialistas como el señor Freddy Cante (Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.) y actual profesor principal de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, quien escribe para el portal razonpublica.com. Luis Jorge Garay, (ingeniero industrial de la Universidad de los Andes. Con estudios de maestría en economía, los cuales culminó en el año de 1971. Posteriormente, realizó un doctorado en economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Cambridge, Massachussets Estados Unidos) en entrevista para la revista semana y el especial periodístico “Cara y Sello de los retornos en el oriente de Antioquia” redactado por el grupo periodístico de investigación del Cinep.
Estos muy bien documentados trabajos periodístico enfocan con una actitud mas o menos propositiva la intención del gobierno de Juan Manuel Santos, con respecto al proyecto ley “normas transicionales para la restitución de tierras”. (Véase artículo publicado en este blog el viernes 10 de septiembre pasado).
Al leer con detenimiento cada uno de los escritos nombrados se nota el claro interés de hacer un profundo análisis de los antecedentes y soluciones al gravísimo problema de la tenencia de la tierra, orientándose a recalcar la insuficiencia de normas para ejecutar y avalar una verdadera reforma agraria, la excepción es el artículo del Cinep que realizó una labor que examinó todas las variantes del complejo dilema, a diferencia de los otros dos especialistas que desconocen por completo los esfuerzos del gobierno que se ejecutan con un relativo éxito en el oriente de Antioquia.
Este autor defiende la tesis que es mejor comenzar con normas para legalizar la propiedad de la tierra, fomentar e invertir en tecnología, capacitación y precios de sustentación; fundamentos ya analizados en el ministerio de agricultura y que son parte del estudio inicial que es la base para crear el proyecto de normas conocido como ley de tierras. Para conocer mas información ver la pagina del ministerio (http://www.minagricultura.gov.co/archivos/ministro_jc_restrepo_tierras_2.pdf). Allí estimados lectores podrán leer y entender que por estos días muchos de los investigadores económicos, han omitido examinar este informe que establece la hoja de ruta elaborada por el gobierno para poder reglamentar la ley que apruebe el congreso.
Cierro esta información explicando que proactivo y prepositivo que ejercen como sinónimos, son términos no establecidos legalmente en el español, son simplemente anglicismos o galicismos, incorporados ya hace algunos años que por su utilización se han convertido en términos de uso común, pero que siguen sin ser admitidos por la Real Academia de la Lengua Española.
Compañero Carlos.
ResponderEliminarA nombre personal y como analista, reitero a su defensa, y a su vez, como crítica propositiva que en muchos casos (véase revista Semana, Gato pardo, Le Monde Diplomatique, NewYorker por citar algunos)el analista por más documentación y evidencia que cuente a su favor o como respaldo de su escrito, no significa que sean textos elaborados de manera objetiva o clara. Es decir, que en ocasiones por pretender ser objetivos (e incluso también parcializados) no siempre se es objetivo, pues a veces la intensión de ser objetivo se aleja de la extensión de lo que se escribe, de igual modo, la fórmula de citar fuentes periodísticas o legales exime en ocasiones la responsabilidad del lector y deja en el papel una postura entre muchas que uno puede hallar en la red, en la prensa o en los textos de carácter académico y/o científico. Un analista solo analiza, el lector, analiza lo que lee.
Finalmente, con el animo de aplaudir y motivar a este Blog de seguir generando debate y discusión se le invita también a cuestionar fuentes y reservar sumarios para motivaciones personales. Un analista compañero, es a final de cuentas un observador y crítico de temas que decide abordar, pero también es blanco de otras críticas y de errores de postura o apreciación. Lo importante es abordar temas que se conocen a la perfección y no escatimar esfuerzos en temas que sean ajenos a la realidad de quien investiga.
Un abrazo