lunes, 24 de febrero de 2014

EN EL REINO DE LAS CONSPIRACIONES PALACIEGAS


Presentación Nuevo Mando militar 21 de febrero de 2014
Fotografía pagina web presidencia de Colombia
Parece una historia salida de la ficción creada por la mente pródiga de un escritor agudo, ¡pero no! Es la alucinante realidad colombiana, que cada semana nos sorprende con un nuevo capítulo de intolerancia política, de crispación ciudadana, de murmuraciones y chismes disfrazadas de investigaciones periodísticas ejecutadas con libreto establecido, por cizañeros camuflados de comunicadores sociales, de espionajes e intervención de teléfonos y correos privados con alcances inusitados, como los datos personales del presidente de la república, de terrorismo contra líderes políticos distantes al establecimiento, de asaltos cometidos por la subversión, de investigaciones ejecutadas por instituciones sin autoridad constitucional, para inspeccionar documentos y acciones de funcionarios aforados, de crímenes cometidos a destajo a lo largo y ancho del país, realizados por extorsionistas y delincuentes de todas las pelambres, de líbelos incendiarios redactados y recopilados por escritores y candidatos de la extrema derecha.

Y detengo esta perorata so pena de colmar aun varias páginas, con los interminables disparates, trastornos, injusticias e insensateces que suceden en todo momento en este país.     

Lo desolador corre por cuenta de que la generalidad de sucesos transcurren por cuenta de la inmadurez política, la corrupción desmandada y la codicia de algunos colombianos que como el director de orquesta, ejecutan la partitura al son de su batuta y para ello comprometen a todos sus ejecutantes, aun algunos en el alto gobierno o entre los mandos militares superiores, además de algunos funcionarios jefes de los organismos de control y vigilancia.

¿De donde provienen y quienes se benefician de estas hazañas conspiradoras?

Al igual que en la frase inmortalizada por Shakespeare en el pasaje de la muerte de Julio Cesar, “Tú también Bruto” culpar a un solo personaje y reconocerle la alevosía, la astucia y la fuerza de persuasión para inducir a tanta gente a realizar acciones que bordean la ilegalidad, resultaría desmesurado o estaríamos describiendo a un súper hombre dotado de inmensa maldad e inteligencia genial, tesis poco probable, porque como imagino muchos vaticinaron a Uribe, mas él no es tan brillante; pero si es presumible que todo este confabulación sea la obra de un conventículo de ultra derechistas, interesados en crear anarquía, para sacar provecho de ella y así favorecer la instalación de un gobierno de facto que sea acorde a sus necesidades de preservar todos los antiguos privilegios, las arbitrariedades, el nepotismo y la tiranía, que surge cuando estas camarillas se transforman en los redentores de una democracia maquillada como era en la Grecia antigua en donde solo los ciudadanos de las Polis intervenían en las decisiones, pero que es solo realmente el regreso de un pasado despótico y totalitario en donde los únicos beneficiados son la facción reinante y sus lacayos.

Les expongo este pensamiento que encontré en los anales de la historia como un ejemplo del razonamiento de quienes están suscritos en la derecha recalcitrante antagónica a cualquier solución negociada.  “Todas las protestas habidas obedecen a una conspiración masónica izquierdista, de la clase política, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra a ellos les envilece”; lo curios es, que no es una frase de los ideólogos y amigos del Centro Democrático, es una vieja frase de Francisco Franco el dictador español, tesis que no dista de los socios de Uribe, con lo que es probable suponer que muchos de nuestros actuales problemas tienen su origen en gente perteneciente a este sectario grupo, quienes buscan a través de la anarquía la llegada de una asonada militar, que nos salve del colapso que ellos han manipulado. 

Entre todos debemos cerrarle el paso enérgicamente a estos perpetradores, denunciando ante las autoridades al menor indicio de mas provocaciones contra las instituciones legítimamente establecidas o ante cualquier asomo de nuevas adulteraciones de la verdad a través de sus lacayos en los medios de comunicación.

Si creemos que tenemos derecho a un futuro mejor, estamos en la obligación de defender lo poco que tenemos de institucionalidad y democracia, y ante ello estamos ineludiblemente convidados a preservarla, esa es la reflexión que les dejo y con la que me despido por hoy.

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