lunes, 8 de octubre de 2012

NARCOTRÁFICO TERRORISMO Y POLÍTICA EXTERIOR

Reunión de comandante de policia de América

Fotografía Pagina web de la Policia de Colombia
Indiscutiblemente existe un vínculo entre el terror como expresión de poder y sometimiento, con las manifestaciones criminales, sin importar si estas proceden del índole económico o del político.

Por ello el narcotráfico y la lucha política armada, comparten esta deshonrosa característica a pesar que el primero es la manifestación de los vicios y la codicia extrema humana, mientras la lucha insurgente es la expresión de la búsqueda de alternativas de cambio que agotaron el camino político normal.

Como consecuencia de esto, se hace evidente que las naciones acojan mecanismos de política exterior, para aunar esfuerzos en la pretensión de controlar muchos de estos sucesos, que se sirven del terror como parte de su estrategia para perpetuarse en su accionar.

Y gracias a la globalización que es la poderosa fuerza que impulsa el despliegue de acontecimientos multinacionales, estos problemas se han transformado en asuntos de toda la comunidad internacional.

Tristemente los grupos insurgentes que aun subsisten, nutren sus tesorerías a partir de recurrir a métodos cuestionables y contrarios a su propia ideología, como el narcotráfico, creando un diabólico enlace de violencia corrupción y lucro excesivo.

Por ello países como Colombia, Venezuela, Honduras, Salvador, Guatemala, Bolivia, Perú y México acometen una lucha sin cuartel contra uno o los dos problemas vinculados para el análisis de hoy.

 De ahí lo interesante en valorar y analizar los esfuerzos de política exterior que se realizan entre estos estados y bajo la supervisión del mega estado norte americano quien funge como súper policía mundial, determinando en últimas los correctivos y las aplicaciones policiales, militares y judiciales para combatir las dos manifestaciones de terror.

Ahora que los habitantes de Venezuela eligieron nuevamente presidente para los próximos seis años, y los ciudadanos de Estados Unidos se alistan en noviembre a elegir al de ellos; resulta de mucha actualidad, pensar si las presentes políticas para combatir el tráfico de alcaloides y procesos como el recientemente establecido con la insurgencia en Colombia, auguran una disminución de las prácticas coercitivas y de terror en la región y favorecen la disminución de la producción, comercialización  y consumo de las sustancias narcóticas prohibidas.

Porque resulta también obvio que la coacción ejercida por los carteles Mexicanos en contra de autoridades municipales, policiales, periodistas y ciudadanos del común que se han atrevido a cuestionar su accionar en internet, es igual de cruenta y ruin a la represión que la insurgencia colombiana aplica  contra la población civil en caseríos y pueblos alejados de los grandes centros poblacionales del país, o de la misma naturaleza a la que practican los Maras centroamericanos en su proceder provisto de acciones  sanguinarias e inhumanas, comprobando que simplemente la violencia es la misma, así sus fines sean políticos o simplemente económicos, además de ser el origen para que se desarrollen mas pretextos para la intimidación y la guerra.

De ahí que a veces resulta sorprendente asimilar y descifrar el interés, y la efectividad de las políticas que desde los Estados Unidos se imponen a los países latinoamericanos, inmiscuidos en este litigio social, porque mientras los analistas en Washington D.C. y en las embajadas desplegadas por la región persisten en soluciones de carácter policial, militar y judicial, desestiman casi por completo el componente social que origina este azote colectivo, con lo que poco se contribuye a resolver los problemas de iniquidad, incultura, salubridad, injusticia y desplazamiento forzado, calamidades todas que refuerzan otro contratiempo como lo es la inmigración ilegal hacia el estado norteño, asunto que si mortifica profundamente a los ciudadanos de ese país.

Adicionalmente acontecimientos como el despojo de la tierra en Colombia, causa principal del desplazamiento de miles de ciudadanos que saturan los cinturones de miseria de las capitales principales del país, y son la fuente de nuevos trabajadores al servicio del narcotráfico o de la insurgencia, historia que con certeza se debe repetir en otros estados de la región y para la cual la única herramienta disponible  es la represión, dejando de la lado la prevención con campañas de educación masiva, fomento a las micro empresas familiares y apoyo decidido a las políticas de restitución de tierras y de atención y reparación a las victimas de los diferentes conflictos que se han escenificado por el territorio de estas naciones, por lo que en consecuencia  necesariamente continuaremos asistiendo a la repetición de los mismos hechos delincuenciales  y de terror sin solución y desprovisto de evolución hacia la estabilidad y la tranquilidad social en estos países.

¿Será que los estrategas norte americanos no tienen el sentido común para visualizar este tipo de soluciones? O el establishment de ese país ha instaurado unas rígidas políticas que benefician a la industria de armamentos y al estamento policial y militar de ese estado, que además no conlleva graves prejuicios sociales o violencia extrema a sus conciudadanos , por lo que resultan muy prácticas para sus intereses , así sean la ruina de los nuestros.

Por todo ello es bueno que el equilibrio geopolítico no se incline hacia un solo bando, sobre todo el de la derecha latinoamericana, acoplada sin protestar a los designios de Washington, motivo necesario para no alarmarnos tanto con triunfos como el de Chávez en Venezuela, que colateralmente nos pueden beneficiar con un poco de sutil presión sobre la insurgencia para que progresen los diálogos de paz.

Como pueden observar las decisiones de política exterior y sus aplicaciones, repercuten de manera exhaustiva en nuestras vidas, aunque parezcan asuntos ajenos y lejanos tomados por autoridades de distantes países, y por ello se convierten en  parte de nuestra cotidianidad.

1 comentario:

  1. Si hay algo que une al narcotráfico con la política es el dinero; el primero lo tiene y lo produce a borbotones, mientras que el segundo lo busca para obtener poder e influencia....

    ResponderEliminar