lunes, 30 de abril de 2012

POPULISMO Y DEMAGOGIA GOBERNANZA SIN IDEOLOGIA


Presidente Santos en Málaga Santander entregando ayudas
Fotografía pagina presidencia de Colombia

Si trabajar por el bienestar de los mas pobres es populismo, entonces que me digan populista y lo tomaría como un honor”.

Dicen que soy un traidora mi clase porque estoy ayudando a los mas pobres, si eso es ser populista o ser traidor, me reconozco traidor y populista”.

Estas sentidas frases fueron parte de declaraciones emitidas por el jefe de estado colombiano entre los días 23 a 25 de abril del año en curso; consignas que unidas a su pretensión de modificar el sistema impositivo, para que los contribuyentes con ingresos superiores a 400 millones tributen lo debido; y su ambicioso plan de reparación y restitución de tierras, le ayudan a mejorar su imagen publica acercándola a las necesidades de los mas desfavorecidos y confirman una legitimidad en sus planteamientos para exigir a los mas adinerados, unos aportes a la sociedad acordes con sus ingresos, tal como lo esbozan los principios social-demócratas europeos.

Así que no deja de ser sorprendente como el presidente, acepta ser denominado por sus contradictores como un gobernante populista.

El populismo como concepto político, tiene su procedencia a partir de la creación de un movimiento campesino denominado Narádniki, originario de la Rusia zarista entre los años de 1860 a 1880, pero sin estructurarse a partir de un concepto ideológico preciso; debido a ello siempre ha sido juzgado peyorativamente, ante la ausencia de reglas, modelos y criterios exactos, para ser ejecutado o copiado en cualquier nación del globo.

Guy Hermet, politólogo francés elabora un profundo análisis de esta corriente, definiéndolo como un estilo de gobernar que posee un carácter anti político, en donde se resalta la promesa de satisfacer inmediatamente y sin revoluciones las necesidades populares.

La británica Margareth Conavan, reconocida autoridad en el análisis de este sistema de conducir la administración publica, lo explica como una acción política polémica de contornos muy vagos, que con el pretexto de un discurso centrado de algún modo en los ciudadanos, pretende provocar una fuerte reacción emocional entre el publico al cual  está dirigido.

De cualquier modo, en su desarrollo y cambio este concepto ha sido muy vinculado a la evolución política de nuestra América latina y son ejemplo de el en diferentes niveles Juan Domingo Perón, Salvador Allende, Luis Ignacio Lula, Alberto Fujimori, Lucio Gutiérrez, Hugo Chávez,  entre otros; aunque en los últimos 30 años ha encontrado en Europa la forma de consolidarse a través de los movimientos nacionalistas chauvinistas, como el de Marine Le Pen candidata del ultra-derechista movimiento francés Frente Nacional.

De ahí que el populismo en su inmensa ambigüedad teórica, sea útil y convive con los movimientos desde la derecha extrema, la izquierda moderada, hasta la izquierda recalcitrante.

Debido a esta indeterminación ideológica, está vinculado al caudillismo oportunista que consolida en el poder por espacios temporales amplios, a líderes sin plataforma política definida claramente.

Sus defensores aclaran, que su constante desaprobación radica en el tradicional modelo de gobernanza democrático, establecido por las potencias occidentales y los organismos multilaterales que obedece a determinaciones y posturas establecidas de manera dogmática.

¿Que tan bueno o malo es  el populismo? Esta respuesta depende esencialmente de los resultados valorados por los grupos sociales beneficiados o afectados con las medidas impuestas.

Basta solo analizar en Colombia, como la política de restitución de tierras ha levantado polémicas y rechazos en los propietarios de grandes latifundios dedicados a la agro-industria cañera, del aceite de palma o los hatos ganaderos, de ahí que para esta clase social afectada es una política oportunista y dañina; mientras que para el minifundista y el campesinado desplazado es la justa intervención del estado en procura de resolver justamente tantos atropellos, originados en la expropiación violenta e ilegal por parte de grupos de terratenientes.

Debemos seguir atentos al desarrollo de estas propuestas como la de construir 100 mil viviendas para los mas necesitados, no sea que resulten al igual que el proyecto de la gratuidad escolar que posee un gran decorado escaso de cimientos.

Construir vivienda digna es el reto de esta nueva política pública, pues una casa de 47 a 50 metros cuadrados para hacinar a una familia de 6 personas, no puede ser motivo de orgullo alguno; habrá que esperar a conocer mas en detalle el desarrollo de este proyecto.
  

1 comentario:

  1. En Colombia tuvimos un ejemplo no hace mucho tiempo; Ernesto Samper a lo largo de su presidencia con frases como "No necesito visa para entrar a Chaparral"....

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