ACCIONES Y RESOLUCIONES IDEALES O CICATERAS

ACCIONES Y RESOLUCIONES IDEALES O CICATERAS

Lanzamiento ley de Reforma Sanitaria 2010

Fotografía White House.gov
¿Cómo puede interpretarse una decisión como ideal y a la vez miserable o cicatera?

Simplemente dependiendo de a qué grupo social se le concedan las ventajas y a quienes perjudique.

Si los beneficios son para los grupos con poder como los financieros, los industriales, agro-industriales o algún grupo mediático de peso nacional, es claro que el recurso o la solución será de carácter ideal. 

Solo demos una mirada a acontecimientos recientes, que dan una evidencia concluyente con la consideración que pretendo realizar.

Esta semana entró a  verificación constitucional el programa bandera de la administración Obama, su reforma sanitaria, denominada ley de asistencia sanitaria, que obliga a todos los estadounidenses a tener un seguro médico y regula las triviales justificaciones de las compañías aseguradoras de servicios de salud, sobre las preexistencias médicas a la hora de atender enfermedades catastróficas o de costo excesivo en su tratamiento.

Estas normas vistas desde la perspectiva de los pacientes pobres y de todas aquellas personas con enfermedades complejas, son una bendición; pero contempladas desde la visión de las aseguradoras y de los ciudadanos jóvenes con excelente salud, son solo una intromisión innecesaria del gobierno en los derechos de la gente para escoger si desean afiliarse a algún sistema de prestación de servicio en salud, además de una regulación excesiva que va en contra del libre mercado de servicios sanitarios.

Simplemente  es la avaricia y la deshumanización al extremo de muchos ciudadanos de ese país, que no aceptan subsidiar a otros, creyendo ingenuamente que nunca necesitaran de esta la ley para la protección de sus derechos; y para los grupos corporativos es el deseo de evitar invertir más dinero en sus asegurados, para así acumular beneficios multimillonarios para sus accionistas o dueños.

En síntesis una sociedad individualista, carente de valores morales a pesar de ufanarse de lo contrario, pues violan los más elementales principios religiosos como el hecho ser buenos samaritanos, negando la posibilidad de que esa sociedad evolucione hacia el estado de bienestar.

Ahora continuemos examinando muchos otros casos.

No deja de sorprender la diligente actuación de una jueza de la república en el caso del ex comisionado de paz, psiquiatra Luis Carlos Restrepo, pues según la estudiosa jurista, el médico fue asaltado en su buena fe con el caso de la falsa desmovilización de un frente guerrillero que le imputó la fiscalía. 

Lo que me resulta capcioso, es entender cuál es el criterio en que se basan los jueces del país, para determinar si los testimonios de personas juzgadas y condenadas son relevantes y validos para contribuir en otros procesos.

Cuando se sentenció al escritor Gustavo Álvarez Gardeazabal, por enriquecimiento ilícito, se usó sin mayor escrúpulo las declaraciones  de un hombre condenado por estafa, fraude y falso testimonio; y ahora en el caso en análisis, se desconocen las declaraciones del ex-jefe paramilitar Salvatore Mancuso, que involucran de manera grave al inculpado, determinando que este testigo no es digno de crédito alguno.

Tesis ideales para el ex-presidente Uribe y sus amigos, pero mezquinas para la mayoría de colombianos que deseamos conocer la verdad en todas estas actuaciones de los subalternos del ex-presidente.

Al igual que los defensores de la fórmula actual para establecer los valores de los combustibles en el país; según estos renombrados economistas es imposible disminuir la carga tributaria que presenta el precio final de venta de la gasolina o el Acpm en Colombia, todo bajo el ideal argumento del beneficio que tales contribuciones representan para todo el conglomerado nacional a través de la supuesta retribución en el mantenimiento vial y demás beneficios que debemos obtener por la redistribución del dinero de los impuestos. Argumento refutable por las desastrosas condiciones en las que se encuentra la malla vial nacional y las calles de municipios y ciudades y por los continuos episodios de corrupción que evidencian el pésimo uso de todos esos recursos.

Miremos otras acciones ideales o mezquinas.

Analicemos la implacable persecución contra el gobernador del Valle Héctor Fabio Useche, persona a quien no conozco ni defiendo por interés económico o político alguno; simplemente me repugna la actuación codiciosa y miserable de una clase dirigente, que estando huérfana del poder y del manejo del presupuesto departamental, posan ahora de éticos, difamando a su competidores políticos y recurriendo a las más sucias estrategias, que solo minan la credibilidad de toda la clase política regional y restan prestigio a la administración departamental ante los estamentos nacionales, generando desgobierno y atrasando mas el desarrollo de obras y programas.

Terminemos con la campaña tendenciosa en contra del alcalde de Bogotá y su programa de gobierno.

Ha sido tan manifiesta esta persecución, que hasta el informe de un accidente de tránsito que lo involucró en pasados días, fue maliciosamente manipulado por unos supuestos testigos y emitido sin la valoración de las fuentes por una prestigiosa cadena nacional de noticias, para luego tener que admitir que era un contenido fílmico viciado y parcializado en todo su argumento.

Desde ahí han circulado todo tipo de rumores y decires sobre su comportamiento y actuaciones frente a temas como el manejo a la crisis del sistema de transporte masivo de la capital, o el envío directo de la información a sus conciudadanos, utilizando la herramienta de comunicación denominada twitter, hasta llegar al colmo de mencionar un resurgimiento de su antiguo y desmovilizado grupo guerrillero, gracias a un grave incidente acontecido el pasado fin de semana, en el que tres jóvenes imprudentes perecieron por el aparente manejo de explosivos artesanales.

Como lo han podido observar, tras todos estos intentos de desacreditar a personas y programas o de idealizar tesis cuestionables, solo existe la perversa intención de una minoría ruin, que quiere seguir manipulando con sus infundios y murmuraciones tras sus oscuros intereses, involucrados en su obsesión de poder y codicia por obtener más dinero.

Queda en cada uno de nosotros cuestionar, hasta donde nos debemos dejar llevar por estos portavoces de la mezquindad y las mentiras.