miércoles, 21 de noviembre de 2012

INNOVANDO EL ARCAICO CONCEPTO DEL PIB



Reino de Bhutan

Fotografía sitio web Tourims.gov.bt
El pasado 8 de noviembre tuve el privilegio de asistir en el aula máxima de la universidad Santiago de Cali, a la conferencia dictada por el premio nobel alternativo en economía, profesor Manfred Max Neef; en esta amplia disertación, el catedrático esbozó como en los últimos treinta y cinco años hemos asistido al fracaso del modelo económico arrojando al globo a su mayor crisis, y para ello se respaldó en una serie de escandalosos ejemplos que el personalmente ha conocido en sus innumerables viajes por todo el mundo, y que han diseminado toda suerte de desventuras y pobreza a la población en general.

Desde la disminución real de los salarios con la consiguiente perdida del poder de compra de las clases asalariadas, los desahucios hipotecarios generados por las altas tasas de desempleo y la pauperización  mayoritariamente de la clase media, entendiéndose que es aquella clase que debe tener resueltas dos de  estas tres necesidades básicas, educación superior, vivienda propia o vehículo.

Después de su recorrido virtual por el globo, advirtiendo sobre toda este desastre, además del inclemente maltrato al medio ambiente, el conferencista paso a relatar una extraordinaria historia originada en el reino de Bhutan en la década de los 70s, cuando el joven rey de esa nación preocupado por el estado de bienestar de sus súbditos  y el crecimiento económico, bautizo una nueva herramienta de análisis que mezclaba ambas ideas, a este indicador se le denominó el producto de la  felicidad nacional bruta FNB, causando la hilaridad del mundo académico y los políticos por aquella época.

Tras casi 40 años de este anuncio, en  el 2011, sesenta y ocho naciones de la ONU adhirieron a este proyecto, que comienza a convertirse en una realidad, debido a que en el 2013 se inicia toda una estructuración del mismo en una tarea encargada a sesenta personalidades del mundo económico entre las que se encuentra el profesor Max Neef; el marcador esta compuesto por 9 parámetros para calcular su medición como son: bienestar psicológico, educación, salud, uso del tiempo, diversidad cultural,  buena gobernanza, utilidad comunitaria, diversidad ecológica y estándares de vida. Para ser considerado feliz a una persona debe tener suficiencia en 6 de las 9 categorías.

Este nuevo plan tiene ya un nutrido grupo de expertos  defensores económicos como el profesor Max Neef a quien se han unido autoridades mundialmente reconocidas como el catedrático norteamericano y director del proyecto desarrollos del milenio de la ONU señor Jeffrey D Sachs, profesor de la universidad de Columbia y director del instituto Earth en esa misma universidad, este reconocido científico defiende el proyecto, al analizar  como en Estados Unidos, el crecimiento del producto interno bruto en los últimos cuarenta años  ha aumentado de manera muy dinámica, mas no así la felicidad, y mas vale este vertiginoso crecimiento del PIB ha ayudado a crear inmensas desigualdades en materia de riqueza y poder.

Otra de las importantes novedades del nuevo indicador es que da importancia a la diversidad ecológica y los estándares de vida, lo que potencializa la búsqueda del desarrollo sostenible que vincula la productividad con una esmerada atención y protección al medio ambiente.

Es notable por lo tanto que a pesar de la atroz imposición e implementación del inhumano neo liberalismo de Friedaman desde los setentas, también por esta época haya aparecido esta respuesta alternativa y solidaria con el desarrollo sostenible y el bienestar de la población , que ahora al fin encuentra eco en las Naciones Unidas con el apoyo de sesenta y ocho naciones, lo que representa un cambio de orientación en el modelo de desarrollo económico y abre una luz de esperanza para las grandes mayorías, restituyéndole a la economía  su carácter de ciencia social al servicio del hombre, premisa inicial con la que se planteo esta disciplina y cuya definición establece que es la ciencia que estudia los métodos mas eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales mediante el empleo de bienes escasos; concepto que se ha extraviado, gracias a la codicia que la convirtió en una especialidad que minimiza costos y recursos, optimizando ganancias y esclavizando al hombre.

Algunos economistas seguidores de esta nueva opción, ven en estos cambios iniciales un gran avance hacia nuevas posibilidades para el equilibrio en el desarrollo y la disminución de la inequidad y la injusticia para casi toda la sociedad, pero no debemos olvidar que los grandes grupos corporativos con sus accionistas y directores, además de la banca supranacional, no aprobaran con facilidad estas transformaciones que implican distribuir de una manera mas equitativa las mejoras en la productividad y los beneficios.

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