sábado, 4 de agosto de 2012

LA CRISIS DE LA CONFIANZA


Billete de cien Euros
 Imagén pagina del BCE
Ante la avalancha de declaraciones discordantes sobre la evolución de la larga crisis económica mundial, además de los interrogantes sobre el estado real de las economías de muchos estados, desde Colombia, avanzando por toda Centro América hasta los Estados Unidos, y con mayor misterio al otro lado del Atlántico en Europa, resulta de gran interés comprender los efectos que la desconfianza en las autoridades económicas, causa en las finanzas de las naciones, provocando en consecuencia la disminución y cancelación de programas vitales, que afectan el modo de vida de millones.  

Hace unos días el ministro de hacienda de Colombia, concedía una entrevista a un prestigioso periódico, en la que declaraba el buen estado de las finanzas publicas de Colombia, enfatizando en el buen manejo de las causas de la inflación, la disminución del déficit fiscal, pero guardando prudente silencio sobre el valor en dólares de nuestro endeudamiento externo, su monto frente al PIB, además de las complicaciones que podrían resultar si se disminuye la oferta de crédito en el mundo; indudablemente nuestro ministro mantiene la postura de no anunciar vientos de tormenta, al igual que lo hacen todos los jefes de hacienda y economía en el mundo; pero en un periodo en el que precisamente esa falta de información veraz ha enrarecido el ambiente crediticio, seria sensato descubrir todas las variables macroeconómicas, como efecto del saludable estado que presenta la economía, según lo asevera el ministro Echeverry.

Y es que de las reuniones en el viejo continente, de los primeros ministros y los directores de hacienda de las naciones mas poderosas de Europa y los Estados Unidos, con el presidente del Banco Central Europeo, solo se puede extraer una inmensa crisis de credibilidad en las medidas y acciones a ejecutar, para conjurar las presiones de los inversores sobre los bonos de los países afectados por la larga recesión.

Debido a ello examinaré e interpretaré las declaraciones de Wolfgang Schäuble, ministro de hacienda alemán o las de Philipp Rösler ministro de economía del mismo estado, o los anuncios de Timothy Geitner  secretario del tesoro de USA y las opiniones de Mario Draghi presidente del BCE, Francois Hollande presidente francés, Mario Monti primer ministro Italiano y de Ángela Merkel canciller alemana, quienes difieren en la manera de abordar con éxito el actual problema de incredulidad total que perciben los mercados, debido a las diferentes medidas que las autoridades formulan para enfrentar en forma definitiva la crisis .

El principal problema radica, en si el banco Central Europeo debe comprar bonos de deuda pública en el mercado primario, accediendo directamente a las emisiones de los estados o en el mercado secundario a través del mecanismo denominado Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, al que hay que crearle una licencia bancaria para actuar en la compra de los bonos, que finalmente podrían ser recomprados por el BCE.

Schäuble, Rösler y Merkel se oponen de manera inflexible al manejo de auxilios directos a las tesorerías de los estados en problemas, aduciendo 2 motivos principales.

El primero, es la altísima probabilidad de iniciarse un proceso inflacionario de magnitud y consecuencias impredecibles, como ocurrió en los años 20s para el país germano y que ahora afectaría a toda la eurozona.

La segunda dificultad que plantean los alemanes, radica en la irresponsabilidad con la que estos estados actuarían en el control de sus déficits y en el cumplimiento de todas las metas de ahorro, al tener acceso nuevamente a dinero fresco con intereses muy cómodos.

Del otro lado de como actuar frente al problema económico, se encuentran los presidentes de Francia e Italia y el secretario del tesoro Geitner, quienes ven con mucha preocupación el avance del contagio que la larga recesión y la incredulidad general, han irradiado sobre las economías del viejo continente, afectando cada día que pasa a mas estados, cuyo tamaño económico impide efectuar rescates totales como son los casos de España e Italia.

Realmente rescatar a la sola economía española ya suena a utopía, así que imaginémonos lo que seria tener que rescatar a Italia también, quien junto con España representan las economías 3 y 4 de la Euro zona, por ello es tan comprensible la preocupación de Monti, Holande y Geitner, además de los ya desesperados esfuerzos de Rajoy que no encuentra mucho eco con los alemanes; a todo esto añadamos las manifestaciones de Jean Claude Juncker primer ministro de Luxemburgo y presidente del Euro Grupo, quien en una entrevista con el periódico alemán Süddeutsche, acusó abiertamente a los políticos alemanes de haber convertido la causa del Euro en un problema de política interna alemana, aprovechando innecesariamente la crisis, y dilatando la toma de decisiones urgentes, para ponerle fin al asalto de los inversores contra las tasas de interés de los créditos de deuda externa de las naciones mediterráneas.

Como pueden observar existe una mezcla de intereses encontrados, de ausencia de liderazgo claro, de incapacidad técnica y audacia para explorar soluciones que controlen la voracidad de los prestamistas, quienes desafiantes imponen sus condiciones, gracias a las vacilaciones de los políticos de la Euro Zona, que se han reflejado en esta perdida de la confianza en el Euro y en la solvencia de las naciones de este club.

Así que ojalá nuestro ministro Echeverry tome nota de toda esta suerte de actitudes encontradas, para que una vez esta crisis se torne mas profunda, él tenga a la mano las herramientas necesarias para capotear de la mejor manera los momentos de incertidumbre y escases general de crédito internacional que se avecinan.

La desconfianza provocará que los grandes prestamistas envíen todos sus valores hacia la única economía en quien confían, que es Estados Unidos, a pesar de su inmensa deuda publica.

Al punto que hoy en día  están comprando sus bonos de deuda con casi el cero de interés, ante el temor de la insolvencia de los europeos y de su incapacidad de resolver las diferencias políticas que impiden solucionar los asuntos económicos.

Con estas perspectivas habrá tema para largo tiempo, y  motivos para profundos análisis, de porque la confianza vale más que los mejores balances financieros.

Así que por más proyecciones y anticipaciones de la evolución de los mercados que se evalúen, solo la credibilidad es la que soportará el destino de la economía del mundo.

2 comentarios:

  1. Hay un problema, se llama Recesión Económica, y todos quieren opinar del mismo, sin dar luces sobre posibles soluciones, sino haciéndose pasar como grandes estadistas....

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  2. Muy buena publicación Carlos, una realidad que parece estar tras ojos vendados de quienes tienen la solución en sus manos. Saludos

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