viernes, 25 de febrero de 2011

INJURIA O AGRAVIO LA RESPONSABILIDAD AL EMITIR UNA OPINIÓN

Con todo el natural revuelo que causo entre todos los periodistas y analistas de opinión, incluyendo los escritores de blogs la demanda judicial por injuria y calumnia de Ernesto Samper contra Claudia López, se hace necesario dedicar una líneas a este transcendental tema que es la responsabilidad con que se debe tratar la libertad de expresión como concepto universal, consagrada en el artículo 19 de la declaración de derechos humanos de la ONU y que sostiene como fundamento principal, “La libertad de prensa y el acceso a la información contribuyen al objetivo de desarrollo más amplio de dotar de autonomía a los ciudadanos, proporcionándoles la información que puede ayudarles a alcanzar el dominio de sus propias vidas”.
Para realizar la tarea de una manera más equilibrada pedí la opinión a dos periodistas de carrera, quienes desde sus percepciones y ángulos gentilmente contestaron un pequeño cuestionario, que más adelante en esta nota expondré.

El informar,  el análisis y opinión, presentan sustancialmente una gran diferencia; cuando se comunica una noticia, el periodista debe sustentarse con fuentes e informes que comprueben la veracidad del hecho, en cambio cuando se opina, es la visión y la percepción del mundo de cada uno de nosotros como seres humanos las que se imponen sobre un hecho o personaje sobre el que se comunica.

Obviamente en cualquiera de los dos casos hay límites a este ejercicio como por ejemplo el hecho de atribuir hechos punibles sin pruebas a alguna persona o institución; esta causa se conoce en nuestro código penal como calumnia y tanto el que informa como el que opina no deben abstraerse de esta importante premisa. Diferente es el caso de la injuria que es definida en nuestro código en el artículo 113, como el que haga a otra persona imputaciones deshonrosas.

Por tanto es necesario establecer como la imputación de deshonra se extrae de una frase o de un texto. Verifique con el diccionario de la Real Academia de la Lengua y estos son los significados de deshonra:

Del verbo deshonrar; juzgar por indecente y ajeno a su forma de ser o de vivir; perdida de la honra. Otro significado a partir del verbo deshonrar es injuria que significa agraviar, ultrajar con obras o palabras; y al tratar de continuar la línea semántica y etimológica se termina en un círculo vicioso en que uno tras otro significado no definen que tan grave es la deshonra, la injuria, el ultraje y la ofensa; en otras palabras no se aclara cuando o bajo que términos una ofensa puede ser grave o no serlo y aquí entra a juzgar la subjetividad humana en donde lo que para unos es grave para otras personas no lo es tanto.

Ante esta ardua definición del término injuria, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expedido unas recomendaciones y veredictos que obligan a los países signatarios en los que la palabra injuria desaparece para los periodistas de opinión y la calumnia deja de ser castigada penalmente y su pena se establece a través del derecho civil con multas e indemnizaciones para la partes afectadas. Como Colombia es signataria de estos acuerdos se deben cumplir y por tanto se está en mora de realizar los cambios pertinentes en nuestra legislación, como ya lo hicieron Argentina y Uruguay.

Aun así en mi opinión personal, es que al escribir y comunicar nuestras reflexiones o pensamientos sobre asuntos públicos o de la vida privada de los políticos y de la gente que vive de la opinión pública, (artistas, actores) tenemos una inmensa responsabilidad porque podemos afectar la percepción e imagen de los lectores ante un hecho o personaje, de ahí lo importante de guardar un poco de prudencia al hacer cuestionamientos severos, aunque al omitirse sean bajo el manto de la duda.

Ahora a partir de este momento expondré las opiniones de Irma Londoño Arango, egresada de la facultad de comunicación de la universidad Externado de Colombia y periodista exiliada en Estados Unidos después de trabajar con Caracol televisión y Todelar radio; y Mauricio Ríos Giraldo, egresado de la facultad de comunicaciones de la universidad Santiago de Cali y actual jefe de redacción y editor político del Diario Occidente. Estas son sus respuestas a un cuestionario que les realice.

1-¿Defina la responsabilidad de opinar e informar

Irma Londoño: Cuando uno actúa como periodista debe informar, no opinar. Debe informar sobre los hechos y buscar siempre las dos partes de la información, cuando opina es una analista o comentarista. Todo periodista tiene la obligación moral de informar clara y objetivamente cualquier suceso a su audiencia, cuando se sale del límite ya no es un periodista. La responsabilidad de informar es moral con una comunidad llámese audiencia a la que debo respetar y presentar todas las posiciones para que ella decida a quien creerle. La responsabilidad de opinar es para conmigo y con ello reflejaría mis principios que son los que defiendo en mis opiniones y lo que yo considero que es bueno y es malo, también juega un papel importante porque muchos periodistas pueden con sus opiniones mover a la audiencia y si esas son contrarias a la moral y las leyes causarían un daño moral a la sociedad.

Mauricio Ríos: Informar y opinar no es lo mismo; la información, es una definición básica, tiene que ver con el registro fiel de un hecho, que se difunde por su carácter noticioso, mientras que la opinión hace referencia a las interpretaciones y reflexiones que un individuo, a partir de su conocimiento y un análisis serio, hace de un hecho.

El límite entre información y opinión tiende a ser muy delgado, pues en ambos se parte de la noticia, y a través de ambos se genera noticia, por eso es fundamental que el autor claramente evidencie cuando está haciendo lo uno y cuándo está haciendo lo otro, es cuestión de responsabilidad profesional y de respeto por el receptor del mensaje.

2-¿Considera que Claudia López se extralimito en su comentario sobre Samper?

Irma Londoño: Claudia López dijo sobre Samper lo que ya está dicho, no informo nada nuevo, simplemente recordó hechos del pasado que nuestras nuevas generaciones no conocían y muchas otras personas no sabían porque en esa época no existía tanto acceso a la información. Los medios que existían, muchos estaban manipulados por la prensa amiga del presidente y, los grandes medios se manipulan y se sostienen con la millonaria pauta del gobierno y, de los grandes empresarios, también amigos del gobierno. Además recuerde que ella hizo este artículo a nivel de recordatorio, pienso yo, con el fin de defender y garantizar que no se diera un cargo público a una persona que no se lo merecía por los antecedentes de público conocimiento en que se vio involucrado su grupo político.

Mauricio Ríos: Si partimos de la base de que todo lo que se afirme desde una columna de opinión debe ser sobre pruebas, hubo extralimitación al menos en el párrafo en el que sostiene que Samper se vendió a la mafia y que compró al Congreso para evitar su juicio. Una cosa es estar convencido de eso, lo cual es una percepción personal, y otra cosa es asegurarlo sin probarlo. Yo, al igual que Claudia López creo que las cosas fueron como ella las planteó, pero no puedo asegurar que son así, porque no tengo las pruebas.

3-¿Cree en el control político que debe hacer el periodismo?

Irma Londoño: El periodismo tiene la obligación de ejercer control político y desarrollar su labor para llevar a cabo su labor como garante de la rendición de cuentas públicas. Estas acusaciones lo que hacen es intimidar a los periodistas con el temor a ser encarcelados o represalias si revela o recuerda hechos públicos. Estos también son llamados delitos de opinión y son muy usados en los regímenes Totalitarios.

Mauricio Ríos: Claro que creo en el control político desde el periodismo, pero debe hacerse desde la base de las pruebas, que son el soporte de la verdad, de lo contrario se puede caer en peleas personales a partir de impresiones mediadas por ideologías y un sinnúmero de prenociones que pueden llevar al periodista a tratar de imponer su verdad, a ver un hecho de manera parcial.

4-¿Hay libertad plena en Colombia para opinar?

Irma Londoño: Para opinar hay libertad si usted está a favor de los grandes y poderosos. Si usted opina sobre irregularidades de políticos o de autoridades se puede morir, de esto tenemos muchísimos ejemplos. Lea no mas el informe que entrego la ONU sobre Colombia el Jueves 24 de Febrero de este año. En los grandes medios de comunicación no hay libertad de opinar especialmente cuando esas opiniones van en detrimento del político de turno que da la pauta junto con su rosca de empresarios amigos, o el empresario es el poderoso propietario de los medios y no acepta las opiniones porque el gobierno de turno podrá tomar represalias contra sus empresas.

Esas demandas contra la prensa y las leyes que quieren imponer son ampliamente utilizadas para silenciar las críticas e intimidar a la información libre.

Mauricio Ríos: Si

5-Realice una reflexión para los futuros periodistas de cómo debe ser una actuación ética y responsable

Irma Londoño: La respuesta de cómo deben ser los futuros periodistas se la contesto con una frase del periodista y Maestro Javier Darío Restrepo “La función de la prensa como “Cuarto Poder” no reside en su capacidad de hacer escándalo o poner en evidencia; el verdadero cuarto poder, es el poder de la gente informada, quien puede así comenzar a pensar y a actuar para formar paso a la sociedad en la que aspira vivir”.

Mauricio Ríos: Creo que la clave está en que el periodista no despegue los pies del piso, porque cuando quien informa u opina lo hace partiendo de la base de que lo sabe todo, muy seguramente ignorará principios como la confrontación de fuentes y el derecho a la honra y al buen nombre, que deben ser sagrados para quienes tenemos la suerte de ejercer esta bonita profesión.

6 comentarios:

  1. Hay que recordar en estos casos que el Derecho de Uno, inclusive a la Libre Opinión, llega hasta donde están los de los demás, sin que implique la detención de los mismos.

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  2. Estoy de acuerdo con la posición de la Sra Irma Londoño. Lo que dijo Claudia López en esa columna del 2006, no fue algo que la gente no conociera, y creo que todos confiamos más en las afirmaciones de esta analista que en las del mismo ex presidente, ya que sus pruebas no han sido tan contundentes.
    Sin embargo, como periodistas, es necesario estar siempre listos para sustentar nuestras afirmaciones.. Hay que ser consientes de nuestra responsabilidad a la hora de influir en la gente.

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  3. El fallo de la jueza, siguiendo los planteamientos de la Corte Interamericana, planteó con claridad el criterio de en el caso de los políticos- cuya labor se da en la esfera pública y se ocupan o se deben ocupar de los asuntos que interesan a todos- el derecho a la honra se subordina al derecho de opinión libre de los ciudadanos y periodistas, en ejercicio de su labor de fiscalizar a los gobernantes y de participar con opiniones, críticas, balances, propuestas, en la construcción de lo público y la toma de decisiones.
    Entonces, quienes plantean la tesis de que tienen igual entidad el derecho a la honra del personaje político y el derecho a la opinión de los ciudadanos y periodistas, y que el límite de esta última es no lastimar la honra de los primeros, están plantados en una teoría que va a la zaga de los planteamientos de la Corte Interamericana.
    Por eso se dice que el político debe tener piel de cocodrilo, para aguantar todos los sinsabores de esa labor. Ahora, como la honra no se repara por una decisión judicial, la intención oculta de esta demanda de Samper y la que se hizo contra Alfredo Molano, es la de silenciar a los columnistas independientes y críticos, que se convirtieron en una de las pocas zonas fuera de control de la clase política y los dueños de los medios de comunicación. Durante 8 años de Uribato, mientras se controló férreamente la información con diversos mecanismos, la realidad y la crítica política seria se atrincheró en las secciones de opinión de los periódicos, y en especial en un grupo selecto de columnistas que han sabido estar a la altura de sus deberes con las sociedad. Entonces se pasó a los intentos de someter a mordaza a esos periodistas. Apenas iniciando el primer gobierno de Uribe en 2002, tuvo que salir exiliado del país Fernando Garavito, el célebre Juan Mosca, quien recientemente falleción en el exilio en un accidente de carretera anhelando regresar a Colombia. Coronell fue sometido a amenazas anónimas vía internet que luego se comprobó que procedían del computador de un amigo personal de Uribe Velez y su familia, y ante la falta de garantías debió exiliarse un par de años en EE.UU con su familia. Recientemente fue objeto de la más infame andanada de oprobios y ataques personales por parte de los mismos persojaes. Y ahora el caso de Claudia López. Otros buenos columnistas fueron defenestrados de sus medios, incluída la propia Claudia que fue censurada en El Tiempo por hacer una crítica a su política informativa durante las elecciones.
    A ello habría que agregar el proceso de concentración de la propiedad de los medios en manos de grandes grupos económicos.

    Por eso, quienes cándidamente sugieren que frente a una demanda como la de Samper contra Claudia, había que adoptar una actitud neutral, porque tanto tiene el expresidente el derecho a defender su honra mancillada como la periodista el de opinar siempre y cuando tenga pruebas de lo que dice, pierden de vista estas realidades del contexto y desconocen todas las variadas formas y expresiones que adopta la censura de la opinión por parte de élites autoritarias y corruptas.

    Para enajenarles una de sus herramientas predilectas, pienso que lo mejor es discutir en serio la necesidad de despenalizar la injuria y la calumnia, como lo propuso recientemente el artículo editorial de La Patria con argumentos que tu recoges en tu artículo.

    Saludos para Irma y Mauricio, que enriquecen tu blog con sus opiniones autorizadas.

    Con aprecio,
    Juan Carlos Acebedo

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  4. Qué bueno abrir este espacio de debates y poner frente a frente opiniones de diferentes personas. Precisamente ese debe ser el tipo de discusiones que deben darse; hay que promover espacios donde confluyan diferentes opiniones, expresadas libremente y las conclusiones surjan de la confrontación de esas ideas.
    Una sociedad que no acepte ese libre debatir no puede aspirar a un mejor futuro.

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  5. Si Claudia quería recordarle a las nuevas generaciones lo sucedido, habría podido hacerlo con un estilo sereno,pausado y sin incriminaciones directas pues ella no es Juez.

    Así ella haya realizado notables investigaciones sobre la "parapolítica", se ha dimensionalizado en exceso su participación en el debate público, dejando por fuera otras voces igual de valerosas y más serenas,menos emocionales.

    Si soy una criminal y me lo gritan ante el Juez, en una audiencia, pediría respeto a pesar de ser una criminal.

    Nadie tiene derecho de insultar al otro y menos a través del privilegio que otorga una columna de opinión.
    Creo que Claudia se sobrepasó.}
    Así Samper sea un nefasto recuerdo en la Historia política de la Nación.
    Creo que fue Cicerón quien dijo que quien en exceso juzga,puede ser llevado a la palestra pública como en efecto sucedió.
    Kathy Porto Fadul

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  6. El oficio del periodismo se ejerce desde una hermosa trinchera:la defensa del derecho que tienen los pueblos de ser informados, de manera oportuna, veraz y a expresarse libremente, sin más limitaciones que sus propios y legitimos intereses. Este compromiso convierte al periodista en un combatiente de primera fila.palabras de hugo Chávez Frías.
    Son palabras verdaderas que solo la conciencia historica que se enmarca dentro de los registros de investigaciones periodisticas que han generado opinión publica, permitiran demostrar la verdad de lo publicado, a decir de un periodista Venezolano director de la escuela de periodismo de la UCV, Héctor Mujica decía que el ideal de todo buen periodista es el de servir no de ser instrumento.

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