viernes, 14 de mayo de 2010

Y COMO LA CORRUPCIÓN GENERAL CAMBIA A LOS GOBERNANTES


En 1986 Mauricio Guzmán era representante a la cámara por el Nuevo Liberalismo perseguido y amenazado hasta los tuétanos por la mafia; luego siendo gobernador del Valle fue destituido por conflictos políticos con el cacique liberal Alfonso López Michelsen ( era la época de los alcaldes y gobernadores escogidos a dedo ) se retiró de la política activa y se fue del país a estudiar en Harvard; se incorpora a la arena política haciendo campaña a la alcaldía en llave con la campaña a la gobernación de Germán Villegas "la Clave" elegido y asombrosamente destituido bajo el penoso inri de haber recibido dineros del narcotráfico para financiar su campaña, y entonces qué pasó con aquel hombre probo perseguido en 1986 por los narcos de la región quien años después era juzgado y condenado por recibir favores de aquellos quienes querían matarle? ¿Que hizo cambiar a este joven y fenomenal promesa política vallecaucana? ¿Acaso su célebre y triste destitución de la gobernación cambiaron el proceder de nuestro compatriota? ¿Entendió que en Colombia el poder de la corrupción es imposible de atajar? ¿Tuvo que adaptarse para sobrevivir en las arenas políticas?

Este suceso se asemeja al vivido por Álvaro Uribe cuando se posesiono en el 2002; hablo en su discurso sobre la obligación que su generación tenia con Colombia; el urgente cambio en la práctica política y la necesaria reforma al congreso pasándolo de bicameral a unicameral vía referendo. El pueblo Colombiano no comprendió lo importante del asunto y como ese referendo tocaba el bolsillo de otros grupos privilegiados de Colombia, sindicatos de maestros, sindicato de Ecopetrol, sindicato de Emcali y otros de prestaciones con regímenes especiales; se unieron todos políticos corruptos, sindicatos y gente ignorante del común y le tumbaron el referendo a Uribe, quien también aprendió como Guzmán en Cali, que la corrupción y la politiquería no se elimina fácilmente. Uribe derrotado tuvo que cambiar y siete años más tarde miren a donde tristemente llegamos: un ministro de interior y de justicia con un hermano fiscal, juzgado por venderse a los narcos, un ministro de salud ciego e incompetente que legisla para los administradores de salud, un ministro de transporte de quien en salones y pasillos es cuestionado por incapaz y moralidad dudosa; ese no era el Álvaro Uribe que elegimos en el 2002; que no pensaba tolerar a gente como esta.


Nuevamente nuestra falta de educación y de memoria dio al traste con reformas urgentes y necesarias, para que siete años después cuestionemos a Uribe y su gobierno, cuando la gran mayoría de nosotros por convicción u omisión puso su grano de arena para edificar este final de la era Uribe, cuestionado con asuntos como Agro Ingreso Seguro, chuzadas del Das, falsos positivos, etc. No amigos lectores la historia dice: Los pueblos que desconocen su historia y sus errores están condenados a repetirlos por siempre. Mucho cuidado y buen juicio para tomar nuestra decisión de a quien elegimos el próximo 30 de mayo

1 comentario:

  1. Carlos, la teoría es interesante, el gobernante se elige bueno y el poder lo corrompe, pero no creo que ese sea el caso de Uribe y sus amigos, creo que ya eran así...

    Muy buenos tus análisis,

    Mauricio Ríos Giraldo

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