martes, 3 de noviembre de 2015

RESACA DEMOCRÁTICA


El juego de perturbar la estabilidad de los países árabes de la cuenca mediterránea para transformarlos al formato bajo las reglas democráticas occidentales, pasa por una dolorosa resaca. Esto como consecuencia del impulso a revoluciones, con el apoyo de los servicios secretos occidentales, empleando métodos que subvirtieron los modelos de gobierno que regían en esa zona. 
Irak, Siria, Libia, Túnez y Egipto se convirtieron en campos de experimentación fallidos de la famosa primavera Árabe. Ese movimiento el cual en un principio fue visto por muchos de nosotros como un cambio necesario con aires de renovación de las arcaicas maneras de gobierno y de secularizar a los estados, no funcionó como tenían previsto sus incitadores.
La cultura Árabe y musulmana personifica la fe ciega alimentada por la ignorancia de la inmensa mayoría del pueblo, la cual es sabiamente utilizada por sus clérigos y gobernantes, pero ingenuamente desestimada por los estrategas políticos y militares occidentales. 
Este comportamiento místico en estas naciones condujo al fracaso el famoso experimento, trayendo como resultado la aparición de nuevas formas de gobiernos inestables basados en la teocracia y en la reivindicación del extremismo musulmán, el cual pregona exterminar el estilo occidental de vida.
El famoso Califato islámico es la prueba más contundente de la mala dirección que cursa la situación actual del medio oriente.
Todo ello junto ha traído para Europa la peor crisis de inmigrantes de la que se tenga recuerdo en la historia reciente, acompañada además de los aterradores accidentes en la travesía del Mediterráneo y del recelo que causan entre el ciudadano promedio europeo la llegada de estos extranjeros.


Revertir este torpe episodio resulta imposible, pero si está en la capacidad política de los líderes de Europa, Rusia y Estados Unidos negociar y pactar para apoyar a los regímenes severos y estables que aún subsisten, procurando traer paz a la convulsionada región. Que para nosotros resulta ininteligible el apoyo a gobiernos autócratas y opresores, si por supuesto, pero la visión del ciudadano de esa zona es muy diferente a la nuestra, se nota que requieren de líderes estrictos, paternalistas al extremo con una visión confesional o teócrata del manejo del estado. La estabilización política y económica es la única manera de disminuir a sus justas proporciones el drama que enfrentan los ciudadanos de esas naciones, de paso desmotivando el interés en emigrar. Mientras no se tomen medidas de fondo enfocadas en esa solución, seguiremos viendo con horror como aumenta el número de viajeros, el drama y la cantidad de muertos en el intento de estos desdichados por encontrar lugares seguros y prósperos para vivir. 

1 comentario:

  1. La política exterior de la Otan en Oriente medio está atravesada por intereses económicos de imponer la economía de mercado y el neoliberalismo en esos países.
    En el caso de Irak y Afganistán las cuentas les salieron relativamente bien, pero en Siria y Libia sucedió un efecto boomerang: cientos de miles de personas migraron y están tocando las puertas de Europa. Más específicamente, tienen en la mira a Alemania, Francia, Austria e Italia.
    La crisis humanitaria que la Otan creo en Oriente medio va a tener que ser absorbida y pagada por ellos mismos, dentro de sus propias fronteras con todo el desagrado que tienen estos países por la migración y con el riesgo de que una creciente población musulmana herida por su política exterior esté dispuesta a organizar células terroristas.
    Una lástima que a estas alturas Occidente no haya entendido que no todos los pueblos del globo tienen que vivir bajo sus parámetros. Pero es la necesidad de un sistema económico que necesita crecer en demanda.
    Néstor Nélida.

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