jueves, 7 de mayo de 2015

SEGREGACIONES Y DISCRIMINACIONES ÉTNICAS O SOCIALES

Tras haber transcurrido ya 15 años de la nueva centuria y del nuevo milenio, algunas plagas sociales emergen de nuevo o simplemente nunca han desaparecido.

La discriminación racial, la desconfianza religiosa, el miedo a los modelos foráneos, actualizados o tecnológicos, el desconocimiento biológico y psíquico del comportamiento en minorías sexuales, los estereotipos mal infundados, el maniqueísmo ideológico y religioso y en general el rechazo al cambio, continúan marcando actitudes en el comportamiento humano. Estas son conductas primitivas las cuales conllevan a actuar con desconfianza o hasta inclusive nos llevan al uso de la violencia física. Los colectivos mas afectados actualmente son los afro descendientes, las minorías cristianas en Africa y Asia mediterránea, los miembros y activistas de grupos homosexuales, los seguidores del Islam en Europa y Norte América y cualquier minoría étnica que se halle en condición de desplazados, fundamentalmente.

Los principales motivos ahora para auspiciar estas conductas son la crisis económica agudizada desde 2007 además de la guerra contra el terrorismo islámico iniciada desde septiembre de 2001 que convirtió a cristianos y musulmanes en enemigos de nuevo.

A pesar de estas supuestas motivaciones, no deja de ser desconcertante el porqué estas actitudes segregadoras y discriminantes continúen vigentes a pesar de las reconocidas luchas en el siglo 20 de hombres como Martín Luther king o de Nelson Mandela, quienes dieron a la lucha por los derechos civiles y las libertades de acción y pensamiento una preponderancia de alcance mundial. Es como si hubiésemos olvidado todos esos años de luchas pacíficas de estos dos gestores de la igualdad y la convivencia pacífica.

Ahora cómo y porqué se motiva la actitud violenta la cual procura disminuir o someter a otro ser humano. Los expertos definen como tras estas manifestaciones se esconden trastornos inherentes a la personalidad, desde las fantasías narcisistas de pertenecer a una raza superior, o el tradicionalismo histórico y cultural de una etnia que se considera única y predominante en un territorio sobre otros grupos minoritarios, además  de la forma como  asumimos el comportamiento  para seleccionar amistades y distribuir nuestros afectos y desafectos.

De cualquier manera todas estas expresiones de la conducta manifiestan un primitivismo educativo, cultural y social. Es una involución en la que sociológicamente retornamos a épocas en las que nuestro razonar era elemental y salvaje de tal forma como cuando la tierra era el centro del universo y las ciencias eran asuntos de brujería. Por estas razones considero necesario que tanto los organismos multilaterales y las asociaciones religiosas quienes representan los distintos credos intensifiquen campañas para inculcar la tolerancia, respetar las diferentes conductas sexuales, así mismo como la comprensión de las creencias religiosas. Porqué todas estas demostraciones,  son una nuestra de la pluralidad de comportamientos y conceptos humanos que debemos entender y respetar.

2 comentarios:

  1. Excelente columna. Además muy apropiada para los tiempos violentos que estamos viviendo. Pareciera que el ser humano sigue girando en un un espiral infinito, desde donde nos es imposible salir de la barbarie a la cual retornamos una y otra vez. Tal vez la realidad es que la esencia humana, en un porcentaje muy alto , es de violencia, intolerancia, incapacidad de compasión o empatía con nuestros semejantes. Lamentable .

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  2. La Humanidad, debido a su carácter intolerante e irascible, en vez de evolucionar, ha dado pasos de atrás como cangrejo buscando su última morada

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