lunes, 25 de noviembre de 2013

LA CONTRADICTORIA RESIGNACIÓN COLOMBIANA


Paseo peatonal Av Colombia Cali
A raíz de las continuas arbitrariedades en la toma de decisiones económicas y de política social, además de la reincidencia de la violencia en las principales urbes al igual que en gran parte de la geografía nacional, me cuestionaba cómo a pesar de poseer un componente de fanatismo e intolerancia a nivel individualque es característico en la gran mayoría de pobladores del país, porqué es posible que en comunidad nos comportamos resignadamente ante todos estos acontecimientos.

La ola de violencia sicarial y de atracos con víctimas fatales no da tregua en Santiago de Cali, generando expresiones de repudio en tertulias sociales, a ello aunemos los desaparecidos que vergonzosamente se cuentan por miles, siendo hechos completamente desconocidos para la gran mayoría, razón que  convierte todos estos sucesos en meras estadísticas para estudiosos de la epidemiología de la violencia, para investigadores oficiales o estudiantes universitarios con carreras afines al derecho penal.

Así que ante lo escandaloso de los últimos hechos y debido a la mansedumbre demostrada por todos, por estos días se han levantado algunas voces de protesta protagonizadas por ciudadanos con imagen pública relevante como el arzobispo y varios columnistas que se han animado a censurar la falta de autoridad y han pretendido invocar La solidaridad ciudadana  ante el deterior moral y la repugnante desidia del alcalde local y de su ineficiente secretario de gobierno que tras ya dos largos años en el cargo no han podido controlar este inmenso flagelo, como consecuencia de la inaplicación de una clara y concisa política de seguridad pública, más vale sí se han convertido en unos expertos para esconder las cifras de homicidios, además de no enfrentar ante los conciudadanos los cuestionamientos sobre su tarea que ya nos hacemos muchos pobladores.

En segundo término nuestro actual presidente ha hecho oficial su intención de ir por la reelección y en un tono muy mediático nos informa sobre los progresos que según el hemos recibido en nuestra forma de vivir en el país, gracias a su aplicadas políticas sociales y económicas; pero en la calle la opinión general es que la gran mayoría debemos hacer esfuerzos descomunales para poder vivir con algo de dignidad; combustibles y energía a precios internacionales a pesar de ser país productor, corrupción en todos los organismos públicos, reformas políticas y judiciales draconianas además que las de contenido económico  son de clara orientación neo liberal en extremo, además de dispuestas para favorecer y mejorar los beneficios de la pequeña minoría que maneja las finanzas, la industria y la salud.

Y ante todo esto la gente del común como si nada sucediera, ocupados en resolver cada uno sus asuntos buscando obtener de forma legal o ilegal los pesos extras necesarios  para sobrevivir ante toda esta avalancha de atropellos, además de mantenernos anestesiados con las propuestas de realities  televisivos, el fútbol y los reinados de belleza.

Y observen todos estos ejemplos.

En Cali se realiza actualmente una actualización catastral con miras a aumentar impuestos a la propiedad privada, pero no se ven mejoras en nuestros problemas diarios, como el deficiente sistema masivo de transporte, la seguridad o los cíclicos cortes del servicio de agua al 70% de la ciudad.  En Bogotá se rumora que los verdaderos culpables del desfalco a las arcas distritales y que supera muchos billones de pesos, nunca serán enjuiciados, pues su poder de intimidación es de tal magnitud que ha permitido que los actuales involucrados y en proceso de juicios omitan señalar a los grandes gestores tras estos ilícitos.

El panorama general como lo pueden comprender es solo de un aumento en el culto a los antivalores y de una profunda quiebra moral.

¡Hay como me duele mi país y hasta cuando continuaremos en estas!

Como lo leía en un periódico local, en un comentario escrito por un lector, parece que debemos descender más en busca de la sima final para comprender que debemos unirnos, solidarizarnos y darle un vuelco a todo nuestro sistema inmoral y deshonesto, con la esperanza de regresar a la senda de la moral pública que nuestros padres y abuelos registraban con honor.

Hemos llegado casi al final de este año 2013 y se aproxima ya el mes de fiestas en el que todos nos desconectamos de la fea realidad, ojalá aun haya deseos y tiempo para enmendar tanto desmadre administrativo en lo nacional y en lo local; y el año que se aproxima con elecciones generales de congreso y presidencia sea el comienzo de una etapa sensata para la gobernanza de este país.   

1 comentario:

  1. ¿Cuando será que en Colombia el Interés Comunitario prevalece sobre el particular?

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