Pagina de la presidencia de México
Dilma Rousseff, Francois Hollande, Juan Manuel Santos |
A raíz de muchos discursos vehementes en los que se difunden de manera racional, ideas políticas y éticas, en las que sus autores se apegan con una presunta devoción inflexible a ellas, encuentro el motivo de mi análisis de hoy.
Los
políticos sin distingos de ideologías, nacionalidad o ubicación geográfica,
realizan de manera habitual este tipo de disertaciones para fascinar al
auditorio.
El
manejo
del concepto ético, religioso y moral tradicional o el de enarbolar
principios nacionalistas y xenófobos es el argumento mas común que
utilizan estos expertos en el arte de confundir al colectivo.
Cuando
escuchamos a Evo Morales en sus encendidos discursos contra el imperio y sus
agentes que esquilman a los gremios populares y de trabajadores, uno se
convence de su discurso íntegro y social, pero luego al examinar la situación social
interna de Bolivia, me asaltan nuevamente muchas dudas y crece el desasosiego
al comprobar que tras el paso de las palabras a los hechos, se difiere en el
cumplimiento de las determinaciones y así nuestro gobernante andino infringe parte
de sus propias convicciones, negando mejoras y derechos al actuar con parcialidad
para defender o condenar según sus conveniencia a los diferentes actores
sociales de su nación.
Equidad,
neutralidad y desapasionamiento son vocablos del léxico que no tienen
oportunidad de ser modulados por el líder suramericano.
No
deja de sorprender la postura del liberal de extrema o de la nueva izquierda
latinoamericana, Rafael Correa quien ofreció a Julián Assange asilo y
protección hace un año y medio, ahora debe con perentoria necesidad resolver
dicho pedido, dado que el fundador de wikileaks no tuvo otra alternativa que
refugiarse en la embajada Ecuatoriana en Londres, para tratar de evitar su
extradición a Suecia; Correa a pesar de su audaz promesa ahora al afrontar la
realidad, ha dudado en ratificar su otrora oferta, pues seguro teme las
represalias del gobierno Británico; veremos si el locuaz Correa se arrepiente y
contradice su argumentativo discurso en contra de los opresores colonialistas
del primer mundo, que persiguen a la prensa independiente, de la que sin duda
Assange es su principal ejemplo.
El
evidente ganador de los próximo comicios electorales mexicanos y candidato del
PRI Enrique Peña Nieto, genera en gran parte de la ciudadanía de su país, todas
las dudas ante su capacidad gerencial, su compromiso para enfrentar a la corrupción
y su dedicación para recuperar la legalidad y la tranquilidad en muchos estados
del territorio mexicano; estos cuestionamientos nacen a pesar de el ser
heredero de una de las familias políticas mas tradicionales y exitosas de su
región, además de prominente miembro del partido que por mayor tiempo ha gobernado
a México; Peña Nieto dispone del discurso ligero, sin compromisos, distante de las
realidades y necesidades de los mexicanos, pero con un tono conciliador y
paternal, lo que le ha bastado para convertirse en el favorito del pueblo
mexicano especialmente entre las féminas.
La
célebre gobernadora de Arizona Jon Brewer, típica representante del partido
republicano y xenófoba por demás, ha argumentado en defensa de su pobre desempeño, con el empleo del discurso que estigmatiza a los
inmigrantes ilegales, a quienes culpa de
la violencia e inseguridad y demás males que se derivan del tráfico de personas
y de narcóticos en este estado fronterizo con México, como buena política de
estirpe conservador esta apegada a una
religiosidad deformada, base para articular las mas opresoras leyes anti-inmigración
de este país, que afortunadamente han sido derogadas en su gran mayoría por su
corte suprema; ella es el clásico ejemplo del cristianismo protestante que se
profesa en contravía a las normas básicas predicadas por Jesús, como el amor y
la caridad por los demás, así sean los pobres inmigrantes latinoamericanos.
Nuestro
sagaz presidente, cocinó un bodrio de reforma a la justicia que finalmente tuvo
que hundir, pero lo que resulta mas insultante es escuchar las justificaciones
de los verdaderos diseñadores y constructores del esperpento de enmienda constitucional,
quienes con el mayor desparpajo justifican su accionar trasladando la
responsabilidad al ministro de justicia y al gobierno en general.
El
acto legislativo en provecho propio según nuestros honorables congresistas, no
es inmoral por propasarse al elaborar y promulgar normas inhibitorias a delitos,
o entregarse a la creación de nuevas inmunidades judiciales, compensadas con la
otorgación de prebendas salariales y pensionales para los magistrados de las altas cortes, de
tal forma que se compra al ente fiscalizador de la reforma, mas esta se justifica como
el proceso de modernización de la ley, además de contar con la patriótica decisión de descongestionar
los juzgados civiles con la aprobación temporal de la justicia privada, pero sin
darle solución a la parsimoniosa justicia penal, en donde se encuentran las
aberraciones e injusticias mas profundas; menudo amañe el que han usado los
congresistas de Colombia para argumentar lo injustificable de su actuar.
Habilidades
idiomáticas, discursos interminables, palabras incomprensibles, incongruencias
ideológicas, degradación de minorías son parte de los artificios que los
recursivos políticos invocan para continuar embaucándonos con sus convicciones
amañadas.
Esta
en nuestras decisiones y raciocinio si les permitimos continuar timándonos.
Un ejemplo para este tema fue Don Álvaro Uribe Vélez, quien satanizó a los opositores con falsas acusaciones de terrorismo y anticolombianismo....
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