Protestas en Madrid |
Fotografía Web occupywallst.Org
Semana a semana nos estremecemos
con el cúmulo de noticias casi inverosímiles, producto de las innumerables
situaciones y problemas que debemos enfrentar los ciudadanos del siglo 21.
Desde las ya interminables
denuncias de los abusos del sistema financiero a nivel mundial, continuando con
las malas y depredadoras prácticas en contra del medio ambiente, las eternas
denuncias de corrupción, la promulgación de normativas preferentes para
auxiliar, rescatar y refinanciar bancos a expensas de de eliminar derechos a los
ciudadanos del común, hasta las timoratas ideas y expresiones elaboradas por
algunos hombres de mucho poder, deslegitimando derechos de minorías como lo
hacen el procurador general de Colombia o el candidato republicano a la
presidencia de estados Unidos.
¿Cómo articular medidas que
solventen resultados tangibles a toda esta problemática en el corto o mediano
plazo?
Desde luego y a juicio de
convertirme en fastidioso, repitiendo hasta el cansancio algunos argumentos, la
medida fundamental es la selección racional de los líderes que nos deben
representar y gobernar; pero adicionalmente el conjunto de ciudadanos debemos
construir espacios de participación, renunciar a la desidia e intervenir y
exigir transparencia y claridad en todo lo actuado, que afecte los intereses comunes
de los conglomerados municipales, departamentales, estatales o nacionales.
Cuando leo de los excesos que
consumen el presupuesto anual de un hospital en 3 meses, a través de compras
superfluas como langostinos; o en su defecto escuchar las declaraciones del
procurador de Colombia, inventando argumentos para imponer sus arcaicos
conceptos, solo siento malestar e indignación.
Colombia en la lucha contra el
narcotráfico ha puesto millares de vidas, de ahí que como puede este señor
pretender retroceder normas como la despenalización del consumo mínimo, para
así agravar más el problema carcelario y retrasar el necesario debate en cuanto
a la legalización de la producción y distribución del hasta ahora considerado
un inmenso flagelo.
Debemos los ciudadanos en el país
expresarnos y presionar a que se realice esta discusión, pero sin miramientos
de falsas doctrinas morales impuestas por mojigatos que olvidan el desastre
ético que envuelve a nuestra colectividad, por negarnos a aceptar que el
narcotráfico corroe nuestras estructuras sociales.
En cuanto a la complicidad que
todos le concedemos a la corrupción solo por omisión, debemos cambiar la
actitud y actuar con vehemencia, porque sentarnos a quejarnos al discernir en
las reuniones sociales, nada aporta a la solución del nocivo problema, no
debemos continuar trasladando toda la responsabilidad a los entes de control y
a las autoridades judiciales; como integrantes del colectivo debemos hacernos
escuchar usando redes sociales, enviando correos electrónicos y quizás hasta
con manifestaciones publicas de repudio hacia todos estos hechos y personas que
destruyen el futuro común.
No podemos olvidar que el
malversador de fondos públicos, es un criminal que elimina el desarrollo y el
futuro de toda la comunidad.
De otro lado continuar entregando
la riqueza del subsuelo nacional o la forestal sin normas estrictas y precisas,
es el otro gran pecado capital que se esta cometiendo en el país; mucha
charlatanería ha habido sobre las medidas correctivas con respecto a estos
temas, pero poco hemos visto de acciones sancionatorias o de cambios en la
ejecución de proyectos y explotación de los recursos naturales; pareciese que
los encargados de velar y hace cumplir las leyes no tuvieran descendencia, pues
finalmente son ellos los que enfrentaran los destrozos que en la actualidad
estamos admitiendo.
Es lamentable de todas maneras
que estructurar soluciones consolidadas en torno a estos hechos, no es una
materia simple y menos ejecutable por pequeños células de la sociedad; todos
los asuntos hoy comentados requieren de acciones colectivas y en ocasiones
hasta transnacionales, como la despenalización y legalización del tráfico y producción
de drogas, para obtener resultados a partir de objetivos comunes.
¿Qué suenan a quimeras? Ciertamente, pero hace 150
años volar en artefactos más pesados que el aire era eso, una fantasía, y hoy
en día hasta 600 pasajeros pueden viajar en avión en pocas horas de Tokio a
Nueva York.
El impedimento radica es en la
falta de compromiso individual ante los obstáculos comunes, pues a la mayoría de
los ciudadanos, poco les gusta comprometerse en la búsqueda y el aporte de
soluciones a los asuntos que nos afectan como colectivo, siempre esperando que
el paternal estado los resuelva de algún modo por nosotros, así los efectos de
esta gestión no sean los mas óptimos.
Bueno solo resta añadir como reflexión,
cuanto estaremos dispuestos a aportar cada uno en el remedio a estas afecciones
generales.
Lo que está ocurriendo con el Candidato Presidencial Republicano en EEUU, la extrema derecha en Grecia, el Procurador Alejandro Ordoñez, así como otros especímenes de extrema derecha y extrema izquierda, demuestra que es muy fácil que ascienda un nuevo demente con un Mein Kampf II como ocurrió en el Siglo Pasado....
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