Billete de cien Euros |
Imagén pagina del BCE
Ante
la avalancha de declaraciones discordantes sobre la evolución de la larga
crisis económica mundial, además de los interrogantes sobre el estado real de
las economías de muchos estados, desde Colombia, avanzando por toda Centro
América hasta los Estados Unidos, y con mayor misterio al otro lado del
Atlántico en Europa, resulta de gran interés comprender los efectos que la
desconfianza en las autoridades económicas, causa en las finanzas de las
naciones, provocando en consecuencia la disminución y cancelación de programas
vitales, que afectan el modo de vida de millones.
Hace
unos días el ministro de hacienda de Colombia, concedía una entrevista a un
prestigioso periódico, en la que declaraba el buen estado de las finanzas
publicas de Colombia, enfatizando en el buen manejo de las causas de la
inflación, la disminución del déficit fiscal, pero guardando prudente silencio
sobre el valor en dólares de nuestro endeudamiento externo, su monto frente al
PIB, además de las complicaciones que podrían resultar si se disminuye la
oferta de crédito en el mundo; indudablemente nuestro ministro mantiene la
postura de no anunciar vientos de tormenta, al igual que lo hacen todos los
jefes de hacienda y economía en el mundo; pero en un periodo en el que
precisamente esa falta de información veraz ha enrarecido el ambiente
crediticio, seria sensato descubrir todas las variables macroeconómicas, como
efecto del saludable estado que presenta la economía, según lo asevera el
ministro Echeverry.
Y
es que de las reuniones en el viejo continente, de los primeros ministros y los
directores de hacienda de las naciones mas poderosas de Europa y los Estados
Unidos, con el presidente del Banco Central Europeo, solo se puede extraer una
inmensa crisis de credibilidad en las medidas y acciones a ejecutar, para
conjurar las presiones de los inversores sobre los bonos de los países
afectados por la larga recesión.
Debido
a ello examinaré e interpretaré las declaraciones de Wolfgang Schäuble,
ministro de hacienda alemán o las de Philipp Rösler ministro de economía del
mismo estado, o los anuncios de Timothy Geitner secretario del tesoro de USA y las opiniones
de Mario Draghi presidente del BCE, Francois Hollande presidente francés, Mario
Monti primer ministro Italiano y de Ángela Merkel canciller alemana, quienes
difieren en la manera de abordar con éxito el actual problema de incredulidad
total que perciben los mercados, debido a las diferentes medidas que las
autoridades formulan para enfrentar en forma definitiva la crisis .
El
principal problema radica, en si el banco Central Europeo debe comprar bonos de
deuda pública en el mercado primario, accediendo directamente a las emisiones de
los estados o en el mercado secundario a través del mecanismo denominado Fondo
Europeo de Estabilidad Financiera, al que hay que crearle una licencia bancaria
para actuar en la compra de los bonos, que finalmente podrían ser recomprados
por el BCE.
Schäuble,
Rösler y Merkel se oponen de manera inflexible al manejo de auxilios directos a
las tesorerías de los estados en problemas, aduciendo 2 motivos principales.
El
primero, es la altísima probabilidad de iniciarse un proceso inflacionario de
magnitud y consecuencias impredecibles, como ocurrió en los años 20s para el país
germano y que ahora afectaría a toda la eurozona.
La
segunda dificultad que plantean los alemanes, radica en la irresponsabilidad
con la que estos estados actuarían en el control de sus déficits y en el
cumplimiento de todas las metas de ahorro, al tener acceso nuevamente a dinero
fresco con intereses muy cómodos.
Del
otro lado de como actuar frente al problema económico, se encuentran los
presidentes de Francia e Italia y el secretario del tesoro Geitner, quienes ven
con mucha preocupación el avance del contagio que la larga recesión y la
incredulidad general, han irradiado sobre las economías del viejo continente,
afectando cada día que pasa a mas estados, cuyo tamaño económico impide
efectuar rescates totales como son los casos de España e Italia.
Realmente
rescatar a la sola economía española ya suena a utopía, así que imaginémonos lo
que seria tener que rescatar a Italia también, quien junto con España
representan las economías 3 y 4 de la Euro zona, por ello es tan comprensible
la preocupación de Monti, Holande y Geitner, además de los ya desesperados
esfuerzos de Rajoy que no encuentra mucho eco con los alemanes; a todo esto
añadamos las manifestaciones de Jean Claude Juncker primer ministro de
Luxemburgo y presidente del Euro Grupo, quien en una entrevista con el periódico
alemán Süddeutsche, acusó abiertamente a los políticos alemanes de haber
convertido la causa del Euro en un problema de política interna alemana,
aprovechando innecesariamente la crisis, y dilatando la toma de decisiones
urgentes, para ponerle fin al asalto de los inversores contra las tasas de interés
de los créditos de deuda externa de las naciones mediterráneas.
Como
pueden observar existe una mezcla de intereses encontrados, de ausencia de
liderazgo claro, de incapacidad técnica y audacia para explorar soluciones que
controlen la voracidad de los prestamistas, quienes desafiantes imponen sus
condiciones, gracias a las vacilaciones de los políticos de la Euro Zona, que
se han reflejado en esta perdida de la confianza en el Euro y en la solvencia
de las naciones de este club.
Así
que ojalá nuestro ministro Echeverry tome nota de toda esta suerte de actitudes
encontradas, para que una vez esta crisis se torne mas profunda, él tenga a la
mano las herramientas necesarias para capotear de la mejor manera los momentos
de incertidumbre y escases general de crédito internacional que se avecinan.
La
desconfianza provocará que los grandes prestamistas envíen todos sus valores
hacia la única economía en quien confían, que es Estados Unidos, a pesar de su
inmensa deuda publica.
Al
punto que hoy en día están comprando sus
bonos de deuda con casi el cero de interés, ante el temor de la insolvencia de
los europeos y de su incapacidad de resolver las diferencias políticas que
impiden solucionar los asuntos económicos.
Con
estas perspectivas habrá tema para largo tiempo, y motivos para profundos análisis, de porque la
confianza vale más que los mejores balances financieros.
Así
que por más proyecciones y anticipaciones de la evolución de los mercados que
se evalúen, solo la credibilidad es la que soportará el destino de la economía del
mundo.
Hay un problema, se llama Recesión Económica, y todos quieren opinar del mismo, sin dar luces sobre posibles soluciones, sino haciéndose pasar como grandes estadistas....
ResponderEliminarMuy buena publicación Carlos, una realidad que parece estar tras ojos vendados de quienes tienen la solución en sus manos. Saludos
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