Presidente Calderon de México |
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Con Motivo de la realización de las reñidas elecciones en Estados Unidos, hoy me detenía a
juzgar si el desarrollo y la maduración de las estructuras democráticas
eliminaba, o simplemente minimizaba y
disimulaba los procesos que justificaban, alimentaban y mantenían activo al
caciquismo; término que el diccionario de la lengua española define como “la intromisión abusiva de una persona o una autoridad en determinados
asuntos valiéndose de su poder e
influencia”.
Para las ciencias políticas este concepto se circunscribe al fenómeno
del caudillismo, muy presente en Latinoamérica, en donde el caciquismo es parte
de la configuración de poder que soporta todo el modelo que sustenta la
existencia del caudillo.
El británico Alan Knight hace toda una vasta disertación sobre
este fenómeno aplicado al modelo político mexicano, desarrollado por muchas
décadas por el PRI; Knight determina como el caciquismo se nutre de múltiples
sistemas de clientelismo, gobernados por jerarquías que se vinculan por nexos
de reciprocidad.
Aunque la academia razone y delimite el fenómeno del
caciquismo hoy en día al entorno inestable político de Latinoamérica y de
democracias novatas en otros lugares del globo; en mi reflexión de hoy y a
partir del origen semántico de la palabra caciquismo,
considero que acciones como ejercer el lobby político, práctica reconocida y
reglamentada en algunos países anglo sajones y europeos, además de las
maniobras abusivas e inmoderadas que ejecutan en la actualidad muchas
transnacionales de la minería, las finanzas y la industria sobre los estados,
son sin duda todas estas actuaciones, muestras refinadas de un modelo de
caciquismo global.
Porque cómo podemos definir acontecimientos denunciados en
los mismos Estados Unidos, en donde sin pudor alguno, en empresas privadas
dirigidas por fervientes seguidores de la causa republicana, coaccionaron a sus
empleados para realizar donaciones de su salario con destino a la campaña del
ex gobernador Romney; o que podemos pensar de la celeridad con que los
gobiernos de España, Grecia, Portugal o Gran Bretaña, crean o transforman leyes
para proteger a la élite dirigente, mientras postergan hasta los discusiones para
crear leyes que disminuyan la pauperización de la clase media.
¿Si el lobby o cabildeo que es una presión descarada sobre los funcionarios legislativos
y ejecutivos, no es una forma sutil de caciquismo, entonces que es?
Me resultaría muy interesante que en los comentarios a esta
entrada, participasen los distinguidos estudiosos de las ciencias políticas,
para que nos ilustren, si no resulta pedante
y lleno de menosprecio la idea de delimitar esta práctica a los estados
denominados subdesarrollados o del tercer mundo.
Es evidente que en una sociedad tan desigual como la
colombiana, en donde la inequidad y la iniquidad hacen carrera, este fenómeno social
es extremadamente notorio pues abarca todas las situaciones que vinculan al
individuo con el sistema gubernativo, desde la participación electoral hasta el
trabajo legislativo, también es razonable determinar que al valerse del
clientelismo como herramienta que procura su existencia, y es natural que sea el
combustible que nutre la desenfrenada corrupción general de la sociedad.
Concluyendo el caciquismo es un fenómeno vigente en diferentes
niveles de manifestación en todas las sociedades humanas, presentándose ante la
comunidad con elegantes variables como
el cabildeo o el lobby, pero en esencia se nutre de la debilidad moral, la
codicia y la necesidad humana, alimentando de manera destacada a la corrupción,
debilitando a la democracia de tal forma que puede amenazar su existencia.
Solo me resta invitarlos a meditar de como incuestionablemente
hemos creado modelos que fundamentan el despotismo, el nepotismo, el
clientelismo y la autocracia, gracias a nuestra incesante avaricia, además de
la inhumana capacidad de explotar para nuestro beneficio, las necesidades de
los demás.
Caciquismo, Caudillismo, Nepotismo, Lobby, existen desde los tiempos en que el Imperio Romano mandaba desde el Polo Norte hasta el Sahara, y desde Portugal hasta Mesopotamia....
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