Corán |
Fotógrafo Abdullah Al-Twailee
Tres grandes grupos religiosos que
según nuestros textos sagrados descienden de la genealogía que estableció un
hombre llamado Abrahán, el cual vivió aproximadamente hacia el 1750 A.C. reviven de
nuevo una época de disputas y enfrentamientos que van a ocasionar solo ruina,
lágrimas y mucha violencia
Esta historia de enfrentamientos se
remonta en comienzo al año 1095 de nuestra era, cuando se ejecutó la primera
cruzada en contra de los musulmanes porque según el Papa Urbano II estos habían
invadido los santos lugares. Tras de ello se suscitan al menos otras tres
cruzadas que van incrementando el rencor entre los dos bandos. En mayo de 1453
cae Constantinopla, capital del antiguo imperio romano de oriente y último bastión
cristiano en Asia, lo que le permitirá al Islán interiorizarse en Europa. Otros
sucesos de carácter local como la expulsión de Judíos de España en 1492 y de
los musulmanes, marcaron con mayor vehemencia el resentimiento entre los
practicantes de esas Fes. Desde el siglo 18 hasta la década de los veinte del
siglo 20, se disminuyen las presiones entre estas religiones, conviviendo
cristianos, musulmanes y judíos con relativa serenidad.
La segunda guerra mundial, marcará dos
elementos perturbadores; la persecución por los Nazis de los judíos de Europa y
el posterior establecimiento de una nación judía en tierras de Palestina en
1948, origen de los actuales conflictos en esa zona.
Los atentados en New York el 11 de
septiembre de 2001 enmarcaron un nuevo periodo en el que el cristianismo vuelve
a enfrentarse con el Islán. Al mismo tiempo los nuevos gobiernos israelitas
inician una campaña de ampliación de asentamientos judíos en territorios
ocupados; arrebatados a los árabes en la guerra de 1967. Todo ello influyendo
en la polarización entre los practicantes de las tres religiones.
Los sucesos de la primavera árabe
perfilaron cambios políticos, pero la inestabilidad de los frágiles nuevos
gobiernos simplemente abrió la puerta a agrupaciones radicales como los
Hermanos Musulmanes, el nuevo Califato y el Levante en Irak, los yihadistas en
Siria; para así en consecuencia ejecutar campañas de exterminio en contra de
los pequeños grupos cristianos ortodoxos que han sobrevivido a las presiones
musulmanas por al menos 1000 años.
De igual modo Israel continúa su
campaña de castigar con severidad a los palestinos de la Franja de Gaza, con un
bloqueo inhumano justificado por la irracionalidad de Hamas de no aceptar la
existencia del país de los hebreos. Campaña que los palestinos responden con
ataques desordenados a través de terrorismo armado en contra de ciudadanos
judíos o del lanzamiento de cohetes de manufactura artesanal, desembocado en la
actual guerra que ya sobrepasa el millar de víctimas.
Esta nueva escalada del conflicto
palestino-israelí ha repercutido en Europa en donde se levantan voces y
acciones antisemitas como no se escuchaban desde 1933, aunándose a los
episodios de fastidio en contra de los musulmanes y sus costumbres estrictas en
el vestir femenino expuestas a través de la Sharia o ley musulmana que obligan
a las mujeres a usar la burka.
Del conjunto de todos estos enfrentamientos
se logra concluir que para gente del común se inicia una nueva etapa de
desconfianza, fastidio, recriminaciones, crueldad y agresiones.
¿A dónde nos conducirán este
recrudecimiento del antisemitismo, la islanofobia y la fobia al cristianismo?
¿Estaremos a la puerta de una nueva
cruzada cristiana? O los líderes musulmanes pretenderán realizar una lucha fundamentalista
armada y sagrada contra los infieles.
Pero mientras esas respuestas
encuentran su conclusión, cientos son asesinados en Irak, Siria Y Palestina por
sus creencias religiosas.
Resulta increíble que los
descendientes del mismo padre de hace 3760 años, hoy en día no hallen nada más
que motivos de odio para agredirse en nombre del mismo Dios que los cobija en
común a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario