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Me causa decepción y agobio toparme
con funcionarios públicos, directivos o líderes en general que obran
menospreciando a sus interlocutores, contradictores u opositores; pero por otra
parte aumenta mi contrariedad con otros burócratas más infames a los ya señalados, pues debemos
añadirles otra característica igualmente despreciable, como es aplicar a aparte
del menosprecio la inhumanidad en sus ejecuciones.
Esta corta introducción me proyecta en
la memoria el recuerdo de un antiguo adagio popular que recomienda “No
menosprecies enemigo alguno por pequeño que este sea” sin duda quien lo
concibió debió haber experimentado la equivocación de subestimar a un contradictor
que reflejaba debilidad.
Con esta premisa esclarecida, inició
la reflexión sobre dos asuntos que ocupan mi interés. El primero es de índole municipal
y afecta a un alto porcentaje de la población en mi localidad, debido a que
trata sobre el colapso en el servicio de transporte masivo de la ciudad y de
las desconcertantes y mediocres soluciones que entregan los funcionarios
responsables en la municipalidad y en el ministerio de transporte.
El segundo hecho es la inmoral y
encarnizada escalada militar ente el grupo musulmán fundamentalista Hamas,
frente al gobierno israelí liderado por Benjamín Netanyahu.
El primer acontecimiento es un evento
anunciado por su deficiente planeamiento, estructuración y desarrollo. No los
llenaré de agotados y alarmantes análisis técnicos y económicos sobre los
fallos del sistema. Procurando abreviar esta historia señalaré que su diseño y
planeación se hizo a espaldas de nuestras facultades universitarias locales circunscritas
en los temas de movilidad y desarrollo urbano, añadiendo que se planteó ajeno a
nuestra idiosincrasia, desconociendo hasta los corredores viales por donde se
trazó puesto que se proyectó por completo en Bogotá. Su construcción sufrió
innumerables atrasos provocando en consecuencia sobre costos anormales. A ello
adicionemos que en la actualidad ya presenta estaciones desbordadas por la
cantidad de frecuencias y viajeros.
Sus inaugurales presidentes, eran
profesionales ajenos a la instrucción y competencia en movilidad urbana y
transporte masivo, por tanto sus etapas iniciales crecieron bajo la
improvisación y la impericia.
Los operadores privados debieron
esperar casi 2 años con la flota ya adquirida para arrancar labores acarreando
ese lucro cesante; además los restantes incumplimientos de Metrocali terminaron
por apuntalar la debacle actual.
Hoy en día es habitual realizar
recorridos por espacio de dos horas en la ciudad, que antiguamente tardaban
media hora con el obsoleto sistema de transporte tradicional; por consiguiente
la ciudadanía recurre con mayor frecuencia a usar sistemas informales de
transporte, sorprendiendo a la gerencia del engendro y a la municipalidad; que por
cierto no han comprendido que no deben subestimar a la comunidad.
Para colmo y como un incentivo al
argumento del escrito sus máximos responsables el presidente del sistema y el
vice ministro de transporte trasladan las responsabilidades a operadores y
ciudadanos; de igual manera anuncian soluciones entre las que se incluye la
obligación de los contratistas a poner toda la flota en operación, lo que
parecería una noticia esperanzadora, no obstante el informe trae un lado
desilusionante pues es la cuarta vez en un año que se anuncia esta solución
tras sucesivas prórrogas. Al mismo tiempo este anuncio promueve otro evento crítico
por sus inconvenientes, como es la retirada o no de los últimos buses del
sistema tradicional que aun circulan y disminuyen la asfixia de transporte en
la ciudad.
Cerrando esta primera consideración
queda por comentar como el ingeniero que preside hoy en día la empresa dista de
ser un líder de fiar, pues él prefiere callar o ignorar las reclamaciones de
los usuarios ante el caos que en la actualidad presenta la movilidad; así mismo
el señor vice ministro se encoleriza ante la eventualidad que los usuarios
estén recurriendo a las vías legales para obligar a corregir a punta de fallos
judiciales los desaciertos en la planeación y ejecución del desplazamiento
urbano.
El segundo evento no requiere
introducción alguna debido a la truculencia de las imágenes fotográficas
provenientes de Gaza, pues ellas dimensionan la tragedia sumida bajo una orgia
de sangre. Lo que debemos objetar es la actitud arrogante de Benjamín Netanyahu,
el cual sin asomo de compasión bombardea a los habitantes de Gaza sin
diferenciar a civiles y activistas de Hamas; de igual manera hay que rebatir
las arbitrarias decisiones de las directivas del grupo fundamentalista por
provocar la desmesurada reacción israelí y fomentar el uso de civiles como
escudo de emplazamientos de armas.
Resultan ininteligibles las
argumentaciones de los dos bandos. De un lado la provocación palestina asemeja
a un lance de hondas en contra de fusiles de asalto, pero de igual manera si
los hombres de Hamas conocen de antemano sus limitaciones armamentistas,
resulta irracional y obstinado inmolar a sus congéneres con la sofista idea de
conseguir apoyo de sus pares musulmanes alrededor del mundo o de todos los que
nos oponemos a las guerras.
Es claro que la mayoría nos
horrorizamos con los excesos de Netanyahu y sus generales, pero resulta
exasperante convivir con un vecino que todo el tiempo arroja hondazos y de
cuando en vez se ayuda de una catapulta para arrojar proyectiles mayormente
pesados y dañinos que logran causar nuevos destrozos y víctimas. Aun así esa no
es justificación para bombardear con insania ese territorio por seis días
seguidos, sin la menor consideración, más cuando el pueblo israelí ha sido un
antiguo damnificado de tales persecuciones.
Argüir en este momento quien posee la
tesis que demuestra mayor contundencia y razón, resulta baladí ante el elevado
número de muertos, igualmente los israelitas cuentan con un mejor equipo de
lobby alrededor del mundo compuesto por ricos banqueros e industriales que
logra minimizar las quejas y señalamientos en su contra; mientras los
palestinos son pobres y carentes de mecenas; por lo tanto solo resta intentar
conmover a la fría e inhumana dirigencia hebrea para que disminuya la vendetta
actual contra los palestinos de la franja de gaza.
A los lectores los invito a considerar
cuantas veces han sido perjudicados por burócratas, gerentes y líderes
desdeñosos e inhumanos, para que de esa manera se solidaricen con todos los
oprimidos y afectados en cualquier punto del mundo.
A quienes proyectan imágenes dantescas sobre el conflicto, independiente de a quien le hagan el favor, se les debe bloquear, hay que respetar el dolor de las víctimas.
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