Obama y la Sria de estado con funcionarios de esa dependencia |
Fotografía web de la Casa Blanca
Vivimos
en un mundo y en una época caracterizada por las decisiones y determinaciones
colmadas de emotividad, sensiblería y fanatismo, produciendo como resultado
eventos saturados de violencia, incomprensión y negligencia, que abarcan todas
las actividades del hombre, como los sucesos deportivos o las
confrontaciones políticas, y además
comprende el campo de las frustraciones originadas por los fracasos laborales,
las adversidades académicas o los penosos desenlaces románticos; todos acontecimientos
que sin distinción promueven respuestas carentes de sosiego y potencian la intolerancia en contra del pensamiento y de
las posturas de otros, bajo modelos diferentes.
Actitudes
que han sido recogidas de manera explicita y ordinaria por uno de nuestros
canales de televisión, y presentadas en el horario de máxima audición de la
franja familiar, ratificando las posiciones tan radicales que manejamos los
colombianos frente a todos nuestros problemas comunes; y que se ejemplarizan en
el modo drástico y extremo con el que se analizan y visualizan las
estrategias para encaminar los diálogos con la insurgencia, o los incidentes
que protagonizan las barras futboleras al final de los encuentros deportivos,
además de las ensañadas persecuciones en contra de políticos ajenos al
establecimiento que domina al país, como acontece con el alcalde de Bogotá,
pisoteando el interés y el beneficio común.
Pero
este modelo de actuación no es un estándar únicamente colombiano, alrededor del
globo se manifiestas respuestas de intolerancia religiosa e irrespeto a las
creencias y deidades de otras culturas, generando contestaciones como la
acontecida en Benghazi Libia, en donde fueron asesinados 4 diplomáticos
norteamericanos, como réplica a un audiovisual producido en estados Unidos y
que circula en internet, en le que se difama y ridiculiza al profeta Mahoma.
Cambiando
de aspecto social no puedo olvidar los incidentes xenófobos que a diario
ocurren en Europa contra inmigrantes africanos, asiáticos y latinoamericanos, o
minorías trashumantes, como los gitanos y que se atizan con el aumento de la
pauperización de la población de todo el continente; igualmente es imposible
omitir otras actitudes como las homofobas, las racistas chauvinistas, que hacen
metástasis impulsadas por los mismos problemas de pobreza e intransigencia
permitiendo a partidos ultranacionalistas alcanzar participación en los
parlamentos de muchas naciones consideradas liberales o demostraciones
jurídicas extremistas como las mostradas en Rusia, en donde se ha prohibido por
100 años las manifestaciones publicas de apoyo al colectivo LGTB. También es
imposible pasar por alto las continuas masacres contra sus connacionales,
protagonizadas por ciudadanos de la primera potencia mundial, quienes
encolerizados e impulsados por los problemas sociales o por el irrespeto a las
prácticas diferentes, actúan con desmesurado fanatismo, apoyados en el
exorbitante armamentismo de su población, obteniendo los tristes desenlaces que
hemos conocido a través de los medios de comunicación.
Indudablemente
nadie esta exento de caer victima de estos comportamientos, como la reseña
siguiente lo demuestra, pero es bueno hacer nuestra propia introspección y rectificación
de estos actos que solo muestran el talante rudo y primitivo de cada uno.
En
estados Unidos el candidato a la primera magistratura por el partido
republicano, impulsado por obtener réditos electorales, organizó una rueda de
prensa tratando de condenar la débil respuesta y preparación de inteligencia
del gobierno en ejercicio, frente a los atentados del consulado en Libia y de
la embajada en el Cairo, logrando con ello la repulsa de toda la prensa seria
de su país y de muchos políticos incluyendo algunos de su propio partido;
evidencia e ilustración concluyente de como las respuesta emotivas, cargadas de
pasión y poca reflexión aun en hombres de talento y poder son un completo
descalabro.
Típico caso de las fobias habidas y por haber en este mundo intolerante y fanático....
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