LA LUCHA ENTRE EL DÓLAR
Y LAS MONEDAS DE LAS ECONOMÍAS EMERGENTES
Impresión de Moneda sede San Francisco USA |
Fotografía http://www.treasury.gov
Un viejo asunto del ciclo económico ha revivido como parte
del lapso normal al que nos somete la economía; siendo este el argumento para
realizar reflexiones y algo de predicciones sobre como son los efectos que la
devaluación del peso y de otras monedas pertenecientes a los llamados BRICS ocasionan
a sus naciones, en su pugna con el dólar.
Solo basta para comprender lo volátil que resulta este
asunto, con observar la variación en la depreciación de las monedas de 5 países
entre los que se encuentran, Colombia, Brasil, India, Rusia Y México para su
evolución entre octubre y noviembre del 2013.
El Real brasileño de devaluó en un 6.8% el Rublo ruso un
4.12% la Rupia de la india en 1.61% el peso mexicano en 1.77% y el peso
colombiano en 2.6%. El comienzo del 2014
afianzó mas esta inestabilidad arrastrando a un nuevos actores, como lo es el peso
argentino que en tan solo un mes ya obtuvo una desvalorización del 15%, seguido
del peso chileno y el real brasilero nuevamente como las monedas más afectadas
en la región.
¿Pero que evento está aportando toda esta corriente de
inseguridad en las monedas?
Bueno la respuesta no solo procede de una causa, realmente
son varias y todas muy complejas, principalmente existen dos eventos que
ocasionan la fluctuación actual, el primero proviene de la reserva federal de
Estados Unidos que ha endurecido algunas prácticas de flujo de dinero sobre su
economía, puesto que se observan mejorías en el desempeño de las cifras, y la
reserva ve necesaria recortar algunas ayudas; el segundo acontecimiento nace de
la disminución del crecimiento de China, motor de la economía del mundo y
principal comprador de materias primas de los BRICS*, lo que produce descensos
importantes en las exportaciones de estas naciones.
El suceso número uno, genera que grandes capitales vuelvan a contemplar
como un hecho seguro, prestar o invertir su dinero en la economía de Estados
Unidos, dejando desprovistos de grandes sumas de dólares a los países
emergentes; el suceso dos produce desazón en los inversionistas en torno al
crecimiento económico de las ya
mencionadas naciones y sobre su capacidad pago en el corto y mediano plazo,
este segunda premisa es un asunto especulativo, no necesariamente ajustada al
desempeño real, pero afecta la percepción de los dueños del dinero, que
prefieren invertir sus recursos en economías sólidas, así los dividendos sean
menores.
Ahora ¿cómo nos afectan estas oscilaciones a los
latinoamericanos?
Emprendemos la búsqueda a la solución de esta pregunta,
asumiendo sus efectos sobre nuestra economía; la devaluación del peso
colombiano produce efectos contradictorios, espolea las exportaciones,
sacrificando al consumidor interno al favorecer el crecimiento de los factores
inflacionarios.
Conceptuado de una forma sencilla, permite abaratar el valor
de los productos exportables, pues ante un precio estable en dólares, el
productor recibe un incremento en sus pesos, intensificando sus utilidades y de
paso su competitividad frente a exportadores de iguales bienes en otras
naciones, porque este empresario puede disminuir su valor de venta en dólares
sin sacrificar ganancias como estrategia para ampliar mercados.
Lastimosamente esta noticia alentadora para las empresas
exportadoras, encarece los artículos importados, afectando a un número
importante de colombianos que no recibirán beneficio alguno del aumento de
utilidades de los productores de bienes exportables, salvo que sean sus
empleados directos o indirectos; además aumenta la capacidad de gasto del
sector favorecido ocasionando presión sobre los precios del mercado interno,
una minoría provista de grandes ingresos puede encarecer manufacturas o
servicios por excesiva demanda.
En economías en donde se han mantenido productos esenciales
sometidos a precios artificiales por ordenamiento gubernativo, la devaluación
descontrolada de la moneda estimula la pérdida de efectividad de esta
herramienta, desencadenando pronunciadas cuestas alcistas en los precios de
esos bienes, como acontece en Argentina o Venezuela en donde la inflación
causada por este fenómeno ya supera el 30%.
En contra parte la devaluación mejora la rentabilidad de las
remesas enviadas por los pobladores latinoamericanos, asentados en Europa o
Estados Unidos; noticia que favorece a miles de personas que obtienen por este
medio una mejora en su sustento habitual, no obstante también este incremento
en los ingresos de muchos, arroja impulsos a la inflación por la misma causa
que se genera a partir de los ciudadanos beneficiados del aumento en las
exportaciones.
El pronóstico sobre su comportamiento en este año resulta
temerario, La FED no ha determinado mejorar la rentabilidad de los intereses en
Estados Unidos, aunque entrará a revisar esta política cada tres meses, lo que presagia
la necesidad de efectuar vigilancia sobre estas decisiones, igualmente el
consumo de materias primas por parte de China es de necesario examen constante,
puesto que se ha observado una mejora en su crecimiento a partir del último
trimestre de 2013, lo que intensifica su
empuje comprador de minerales e insumos agrícolas, que son los principales
objetos exportables de los BRICS.
Considero que el año será de fluctuaciones cambiarias entre
severas a leves en los países afectados, eso si dependiendo de la mesura en el
manejo de las variables que presionan en uno u otro sentido como endeudamiento
externo, limitación a la repatriación de utilidades por concepto de
exportaciones masivas, control de capitales fugaces, manejo concertado de sus
tasas internas de interés, etc. Si los gobiernos controlan que la devaluación
no sea pronunciada, podrán intervenir acertadamente los empujes inflacionarios,
sin perjudicar el fortalecimiento de sus exportaciones por el efecto propio de
un dólar que genera mejores ingresos a estos productores.
Beneficio para unos, perjuicios para otros, son los contradictorios efectos de las vaivenes cambiarios; espero sea de utilidad esta reflexión para comprender un poco este dilema económico.
*En economía
internacional, se emplea la sigla BRICS para referirse conjuntamente a Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica,
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