Fotografía Metrocali.gov.co
Elogiado por algunos y vituperado por la mayoría; el servicio
de transporte masivo de Cali cabalga sobre la incertidumbre económica, la
indisciplina ciudadana, la improvisación de sus diseños, la buena voluntad de
algunos directivos que procuran solucionar todos estas situaciones, la ambición
de las compañías privadas propietarias de la flota de buses que no ven aun el
norte económico y la multiplicidad de modos informales de transporte que le
hacen competencia como consecuencia del desespero de la ciudadanía por las
pérdidas de tiempo que ocasiona depender del sistema.
Aun así y a pesar de todos estos defectos, la implementación de
este modelo ha permitido eliminar las intensas congestiones que producían las
numerosas rutas de servicio urbano de transporte, además eliminó una absurda
guerra por pasajeros entre transportistas que ganaban por pasajero recogido y
la transformo en un servicio más ordenado, con aire acondicionado y con menos
riesgos para los usuarios, también contribuyendo con la recuperación del medio
ambiente al ayudar con la disminución de
ruido al eliminar las caóticas rutas de buses.
También ha aportado al cambio de actitud del ciudadano
promedio ante el cuidado de los mobiliarios urbanos, el respeto a las personas
mayores, a contaminar menos con basuras y en síntesis ha ayudado a gestar de
nuevo el espíritu de pertenencia de los pobladores con la ciudad, actitud que se
encontraba en un proceso de decadencia total.
Ahora con motivo de la renuncia del directivo principal,
surgen toda suerte de cuestionamientos sobre cuál es el perfil del nuevo
funcionario para suceder a la actual presidente y cuáles son los retos que
enfrentará para resolver las principales quejas del servicio a los usuarios.
La actual presidente ingeniera civil en una entrevista en días
pasados mencionaba que su sucesor debía ser un abogado, administrador capaz de
enfrentar los problemas legales que conlleva desasirse de contratos, modificar
otros y continuar ejecutando el cronograma de obras que incluye terminales y
modificaciones en las troncales.
El diario occidente en un emotivo editorial, consideró que el
nuevo gerente debería ser un conciliador con los usuarios, además de un experto
en movilidad para poder sortear los desafíos pendientes.
Al analizar las dos posturas y ante la avalancha de reclamos,
el desmedró de la clientela que deserta hacia el transporte informal (moto-taxis)
o hacia el transporte unipersonal en vehículos y motocicletas, congestionando nuevamente
las vías, considero que se hace imprescindible confiar los destinos de la
empresa a un experto en el tema de la movilidad. La modificación, redefinición
y querellas de los contratos los puede realizar un buen asesor legal, con
experiencia en el área del trasporte, mientras que comprender los problemas de
la empresa cuyo objetivo principal es el transporte organizado, seguro y presto
de pasajeros de manera masiva, sigue siendo un problema de ingeniería.
Mientras suscitan atrasos en los despachos, irregularidad en
las frecuencias, lentitud en los abordajes y desembarcos, además de disminución
de rutas y frecuencias en los festivos, apiñamiento de pasajeros en terminales y
autobuses en las horas de mayor consumo, adicionado todo ello al extremo
retraso en el desplazamiento de los usuarios desde sus viviendas a los lugares
de trabajo o estudio, lo que los motiva a desplazarse hasta con una hora de
antelación para llegar a tiempo, circunstancia que con el modelo antiguo de
transporte no sucedía, se debe considerar contratar a un profesional como lo describió
el editorial del matutino caleño.
De todas formas y ante el cúmulo de reclamos, decidí
averiguar un poco de como otros sistemas de transporte masivo con base en
autobuses articulados resolvían los asuntos mas delicados de desplazamiento,
sobre todo en las horas de mayor uso, encontrándome con soluciones simples y dotadas
de gran sentido común para resolverle el problema al usuario de manera humana y
organizada; y el mejor ejemplo resulto en Lima Perú, en donde su sistema
denominado el metropolitano ha estructurado un sistema de bus expreso entre las
cabezas del sistema, haciendo entre dos a tres paradas máximo en las terminales
intermedias, con el fin de garantizar una mayor velocidad de desplazamiento para los usuarios entre los
puntos extremos, lo que en Cali ayudaría a disminuir las extenuantes jornadas de viaje en
las mañanas y en las tardes permitiendo
a las personas a no cambiar tanto sus hábitos de comportamiento, al tener que
madrugar mucho para lograr llegar a tiempo a sus compromisos de trabajo o
estudio.
También se nota sobre manera y ante la aglomeración en las
estaciones en las horas pico, que es necesario implementar una campaña
educativa amplia y sostenida en el tiempo, para recalcarles a las personas los
comportamientos adecuados para el abordaje y descenso de los buses y así evitar
nudos en las estaciones, favoreciendo una mejora en el tiempo de desplazamiento
para el sistema en general.
Ante el resto de las demandas que efectúan los pasajeros
habituales es evidente que se requiere de mucha autoridad y de asumir que el
servicio de transporte urbano es una necesidad y un derecho de los ciudadanos, por
lo que la rentabilidad o lucro del negocio no es la prioridad, mas si el
servicio como tal y por ello el estado debería compensar o asumir ese
desequilibrio, mientras crece el número de pasajeros y le devuelve el beneficio
económico a este servicio.
Esta última opinión genera muchos riesgos por nuestra
tendencia a querer ganar dinero sin esfuerzo, y este subsidio estatal a los
transportadores sería un arma de doble filo pues muchos preferirían no
esforzarse y funcionar siempre subsidiados, pero si el servicio no se humaniza
y se hace atractivo a los usuarios, continuará la deserción de estos causando
una crisis al negocio, por la disminución de viajeros atraídos por otros
métodos atractivos para sus necesidades de transporte, aunque ello implique la
informalidad de taxis piratas y el moto-taxismo y de nuevo las congestiones y retrasos en la movilidad general.
Invito a los lectores a plantear otras soluciones por
extrañas u utópicas que parezcan; el nuevo director tendrá que hacer gala de
mucha creatividad a parte de su formación profesional, ante el reto que
significa devolverles la credibilidad a los clientes en el sistema.
"Si el servicio no se humaniza y se hace atractivo a los usuarios, continuará la deserción". Carlos, esta frase de tu artículo resume perfectamente el principal problema del MIO. Ojalá el próximo presidente de Metrocali lo lea.
ResponderEliminarMauricio Ríos
Qué bien este post, como dicne por ahí "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" no podemos destruir con comentarios lo que no es malo completamente, por eso me encanta tu entrada. Enmarcas los contra del sistema pero luego ahondas en las grandes ventajas. Un gran ciudadano.
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