Henrique Capriles |
Innegablemente cuando se inicia el año, se establecen metas, propósitos y presupuestos que involucran necesariamente la aplicación de perseverancia, destreza y decisión.
Cada comunidad, grupo familiar o de individuos establecen
esta suerte de fines, con la aspiración de alcanzarlos exitosamente al final
del año, pero la realidad demuestra que muchos de estas promesas y propósitos
no cumplen en un 100% los objetivos, aun es mas en la gran mayoría de los casos
no llegan ni a un modesto 50%, de ahí que resulte necesario hacer memoria
escrita de todas estas intenciones para poder medir su nivel de cumplimiento al
término del periodo que se evalúa.
Ciertamente los líderes financieros, políticos e industriales
no son ajenos al desarrollo de estos
proyectos, causando con su éxito o fracaso, huellas profundas en la vida de
millones de personas.
Decisiones como designar al frente del departamento del
tesoro de Estados Unidos a un defensor liberal de las clases medias y
trabajadoras, resultaba bastante improbable, como lo estuvieron sugiriendo
varios destacados analistas económicos al proponer para el cargo al premio nobel de economía Paul Krugman,
quien personifica a todos los que están en contravía a los mezquinos intereses
e imposiciones de Wall Street; escogencia que finalmente no se llevó a cabo,
pues para ello se necesitaba de una gran osadía por parte de Obama, quien opto
por escoger para el cargo a su jefe de gabinete.
Acuñar dinero de denominaciones estratosféricas (billetes de
un billón de dólares) como lo ha sugerido Krugman, para evadir el chantaje de
los republicanos en el tema del aumento del endeudamiento del gobierno federal,
es otro de esos desafíos con pronóstico incierto; se trata de una estrategia
extrema que se podría adoptar en caso
que los republicanos en la cámara de representantes se nieguen a autorizar el
aumento del techo de la deuda externa, este desafío alcanza niveles de riesgo
que son de muy difícil predicción, pues el resultado solo se podrá evaluar
cuando la medida se adopte, y de acuerdo a cómo los inversores en deuda pública
asuman esta medida, con serenidad o con mucho nerviosismo.
Anuncios como el efectuado por el alcalde local en el que se
compromete a reactivar el desarrollo de
infraestructuras y políticas sociales en la urbe, no pasa de ser una demagógica
propuesta con pronóstico de cumplimiento ínfimo, debido a que sus antecedentes
de liderazgo y administrativos no promueven
un mejor resultado; ojalá que este mediocre burgomaestre acierte y cumpla con los desafíos que plantea y logre encaminar de nuevo el desarrollo de nuestra metrópoli.
A Gustavo Petro le tocará enfrentar la convocatoria para
relevarlo de la alcaldía bogotana, además tendrá que procurar continuar
desarrollando sus programas de campaña para procurar un mejor vivir a millones
de capitalinos; con unos medios periodísticos en contra que solo enaltecen los
errores de su administración y ocultan en extremo sus logros, a Petro le tocará
encarar un año bastante difícil con inmensos desafíos, como implementar
correctamente el nuevo programa de recolección de basuras y la optimización del
programa de reciclaje que por primera vez se enfoca como una política del estado. Habrá que
esperar el avance de los meses para conocer los resultados y el desarrollo de
estas y otras metas que presenta el programa Bogotá humana de la actual administración
de la capital.
Henrique Capriles líder de la coalición anti Chavista, deberá
sortear con mayor inteligencia y astucia el complejo asunto de la posesión presidencial
y de la ausencia del presidente
venezolano, quien se encuentra convaleciente en la Habana debido a su penosa
enfermedad; ciertamente el año pasado en el desarrollo de la contienda
electoral por la presidencia, al líder opositor no le funcionó la estrategia de
atacar las ausencias médicas del presidente en ejercicio, o los ataques
personales en contra del muy enfermo personaje, ojalá haya aprendido la lección
y no convierta en un mayor héroe al singular ex coronel presidente venezolano.
Por último nuestro neo liberal presidente sigue exponiendo su
reelección con el tema de la seguridad pública, y en menos nivel con sus
conservadoras políticas económicas y sociales que solo apuntan a perpetuar a
los de siempre, con la obtención de mayores utilidades e ingresos a expensas de
la gran mayoría compuesta por la clase media y la clase baja campesina u obrera
que integran la sociedad colombiana; su negatividad a reconsiderar mayores
rebajas al precio de los combustibles, sus reformas obtusas a la salud y a la
educación deberán afectar aún más su credibilidad en los medios intelectuales y
estudiantiles, a menos que decida suavizar un poco sus inhumanas políticas; en
síntesis este hombre se juega su popularidad con el éxito de su proceso de paz
y a través de mejorar su gestión de disminución de las grandes diferencias
económicas y sociales que son una
afrenta para las mayorías silenciosas de la nación, por ello su reto es
equilibrar su políticas económicas y alcanzar unos acuerdos con la insurgencia
que sean aceptados por las camarillas económicas dueñas reales del poder.
Finalmente todos tenemos retos y desafíos por resolver, mientras
se va desenvolviendo el año, es mi deseo que para la gran mayoría tales esfuerzos
se conviertas en prosperas realidades.
BUEN ARTICULO
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