ALIANZAS Y ADHESIONES ESTRATÉGICAS

CAMPAÑAS Y PROCESO ELECTORAL 2011

Con el cierre de las inscripciones para los candidatos a las próximas elecciones regionales y locales, y ante la multiplicidad de aspirantes en Bogotá y Cali, es técnicamente muy factible que de aquí al 30 de octubre se produzcan alianzas o adhesiones entre los diferentes grupos que aspiran a contar con el apoyo popular; el enigma a resolver no es entre quienes se establecerán estas alianzas, pues con la difusa identidad ideológica de casi todos los partidos en contienda, esa variable no afecta para nada los resultados, más bien la cuestión a resolver es hasta donde estas alianzas entorpecen la gobernabilidad, debido a  los compromisos burocráticos y clientelistas que son parte de la negociación de las famosas adhesiones y alianzas y que terminan por convertirse en unas verdaderas piedras de molino, retrasando los proyectos, destruyendo la planeación y generando un trámite parsimonioso en toda la administración.

En Cali las proyecciones de los sondeos arrojan, indiferentemente de quien encabece las preferencias del público, hasta un máximo del 16% en las tres últimas encuestas realizadas por las diferentes campañas, entre la última semana de julio y la primera de agosto, lo que pone de manifiesto que no existe un líder con fortaleza aún, además que los porcentajes de indecisos unidos a los que no se sienten atraídos por ningún candidato superan, este guarismo del 16% ampliamente; lo que evidencia la necesidad de coaliciones para lograr establecer una campaña arrolladora y triunfadora.

En el grupo con mas calificación por los electores se rotan Sigifredo López, Rodrigo Guerrero, Clara Luz Roldan, María Isabel Urrutia y Milton Castrillon todos registrando entre 11% al 16%, seguidos muy de cerca por un segundo equipo compuesto por Susana Correa, Carlos Andrés Clavijo y Fabio Cardozo; adicionalmente están pendientes los resultados de unas demandas e inhabilidades que le darían un vuelco total a las expectativas electorales y generarían cambios entre los candidatos y sus alianzas para conocer quien será escogido a ejercer el primer cargo administrativo de la ciudad.

Es evidente que el panorama electoral no luce nada claro, para ninguna campaña, y manifiesta la apatía de los electores por la pobreza de las propuestas y la regular calidad de los aspirantes.

En Bogotá encontramos once aspirantes, incluyendo a  algunos presidenciables de las pasadas elecciones nacionales; argumento que demuestra la calidad de los contendores que se enfrentan por la alcaldía de esa ciudad. Con propuestas que cubren todo el espectro ideológico desde la izquierda pura con Aurelio Suárez, la izquierda moderada con Gustavo Petro, el centro con Antanas Mockus, Jaime Castro, la derecha con Carlos Fernando Galán, Enrique Peñalosa, David Luna, Gina Parody y la extrema derecha con Dionisio Araujo, más un candidato del partido MIRA y otro del PIN; es también muy viable que más adelante se establezcan las famosas alianzas, teniendo en cuenta que ya para lanzar estas candidaturas se hicieron algunas uniones no muy estimadas por alguna parte del electorado, como la establecida entre el partido de la U y el partido verde para apoyar al candidato Peñalosa; además de que  no es bien visto por el notariado criollo la continuidad de mas gobiernos de corte izquierdista aunque sea moderada, como los que han administrado en  los últimos 8 años en la capital, así que si Petro o Suarez muestran una buena acogida entre los votantes, es completamente seguro que entre las otras candidaturas habrá adhesiones.

Es notable que asistimos hoy en día en Cali y Bogotá, a una de las campañas más competidas en la historia reciente de Colombia, en las que pronosticar triunfadores es sumamente aventurado, por lo que es seguro que solo en octubre, tendremos claro entre quienes realmente se definirán  las preferencias del público, para elegir a los nuevos mandatarios locales.