Fotografía Cali.gov.co
Hundimiento Av Colombia en Cali |
¿Se equivocan los gobernantes en la elección de decisiones? O
sus errores son simplemente pequeñas confusiones ocasionadas por la extrema presión
y las responsabilidades en el ejercicio de sus funciones.
Porqué se realizan obras descomunales que se convierten en
inmensos sifones recolectores de los recursos públicos por su inoperancia,
ineficiencia o simplemente por quedar inacabadas, quedando en este estado por
siempre.
Pero la cadena de desaciertos no se limita a la ejecución de
obras civiles, también se incluyen decretos, resoluciones, fallos judiciales que
son parte de esta serie de determinaciones incorrectas que le cuestan al erario
público millones de pesos, euros o dólares, por cuenta de las demandas y
reclamaciones.
Desdichadamente en todas las latitudes y estilos de gobierno
acontecen muchos de estas inexactitudes, en las que finalmente resultan como
los mayores perjudicados económicamente, los ciudadanos del común.
En Colombia ha sido célebre el descuido en grado superlativo
en el control e interventoría de las obras de infraestructura, túneles, puentes
elevados, carreteras principales o secundarias, hundimientos, aeropuertos,
dragados de puertos y demás otras obras de dimensiones colosales,
determinando con todo ello a que aparezcan errores de diseño o de construcción
obligando con el paso de los días a elaborar reformas a los planteamientos
originales y en consecuencia elevando sus costes de manera extrema.
Un ejemplo clásico de esta sinfonía de malas planeaciones es
la obra del hundimiento de la avenida Colombia en Cali, con una extensión de
700 metros este túnel de 4 carriles, que oculta la vía por la que transitan
vehículos automotores, permitiendo en su superficie el tránsito peatonal y del masivo
integral de transporte, presenta hasta ahora ya un atraso de un año en su ejecución
y entrega por causa de la hábil manipulación ejercida
por un pequeño grupo de arquitectos y arqueólogos con el argumento de extraer
unos supuestos vestigios antiguos, cuya datación no excede los 200 años; de
manera increíble un montón de destartalados utensilios domésticos rotos en su
totalidad pertenecientes a la segunda mitad del siglo 18 y del siglo 19, además
de los estribos de un viejo puente sobre el rio titular que emerge paralelo al
hundimiento, lograron ser el argumento para detener totalmente la obra por
espacio de un año ocasionando un desborde en el costo de construcción como
consecuencia de los justos pagos adicionales que ha recibido el contratista por
el atraso injustificado del cronograma de obra y que no es responsabilidad del
constructor, complementariamente a este despilfarro por la demora, la recuperación
de los famosos vestigios históricos significó un desembolso adicional por
encima de los 600 millones de pesos, ocasionándole
más costos a la obra.
De otro lado el profesor y magister en salud pública de la
universidad del Valle sr Hugo Hurtado Gutiérrez, lanzó recientemente una grave
denuncia sobre la contaminación con mercurio en altos niveles, de una fuente de
agua de uno de los acueductos locales; problema que ha sido obviado por nuestro
mediocre alcalde y por el gerente interventor de la empresa prestadora del
servicio de acueducto.
¿Cuánto irá a costar en términos de atención en salud, el
paulatino envenenamiento que estamos sufriendo al menos 600 mil caleños con
este grave inconveniente de contaminación química?
¿Resistirá en el futuro el sistema público de salud de la
ciudad, si se desborda la demanda de servicios por la intoxicación masiva de
ciudadanos?
Porque no se han comenzado a tomar las medidas de prevención
necesarias para el tratamiento del agua potabilizada o habrá que esperar a
alguna clara manifestación de una pandemia para que las autoridades asuman su
responsabilidad.
La sociedad Mexicana ha elegido nuevamente a un candidato del
demagogo partido PRI después de 12 años de haberse mantenido alejado del
gobierno y tras una hegemonía de 70 años en el poder. El PRI es un partido que
no se ha distinguido por sus prácticas trasparentes y muchos de sus altos
dirigentes han terminado con severas investigaciones y señalamientos como se
rememora con los hermanos del ex presidente Salinas de Gotari quienes
estuvieron vinculados a procesos judiciales.
La esperanza de los mexicanos está fundada en que Enrique
Peña Nieto nuevo presidente y líder del PRI, restablezca algo de la tranquilidad
perdida en la guerra que los carteles mafiosos han impuesto a todo aquel que
los critique, sindique o investigue, llevando al estado a una crisis de
violencia sin precedentes ante la que su antecesor Felipe Calderon Hinojosa perdió
sin atenuantes.
Ya han pasado 65 días desde la posesión del nuevo presidente y
la situación de seguridad no mejora, la abundancia de masacres y la desaparición
de personas no disminuye un ápice; razonemos cuanto le costará al sufrido
pueblo mexicano la resurrección del despótico PRI, acostumbrado a gobernar en
base al populismo extremo y en contubernio con todos los actores sociales
legales o no; por lo pronto se estima que la violencia, la desaparición forzosa,
los homicidios de policías, jueces periodistas y hasta de blogueros no disminuirá, empujando más al
estado legalmente constituido en episodios de ingobernabilidad en muchas de las
ciudades y territorios distantes del poderoso DF.
El reelecto primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, a
pesar de haber disminuido su base de electores y de representantes parlamentarios
afines a su ideología, continua con su sociópata idea de eliminar de manera
violenta la supuesta amenaza iraní, agregándole nuevos ingredientes ahora,
provocando al gobierno sirio al bombardear instalaciones militares de este país
con el pueril argumento del traspaso de armas a la milicia libanesa de Hezbolá;
todas estas incursiones actuales y futuras arrojan la probabilidad de ocasionar
muchas muertes civiles en Israel, al menos 10 mil habitantes según cálculos del
ministerio encargado, como resultado de la respuesta armada que efectuaran las
naciones atacadas sin provocación, que sin duda se defenderán, el cruel primer
ministro Netanyahu subestima el número y considera como necesario el sacrifico
de sus conciudadanos para así mantener la conservación y supremacía del estado
hebreo. Tan fácil que es hablar de muertes y sacrificios, cuando no se tratan
de sus familiares cercanos y colaboradores, habrá que preguntarles a los ciudadanos
del común en Israel si desean ser o tener familiares entre los 10 mil
sacrificados que necesita el líder para culminar sus acciones.
Se hace patente con estos hechos citados que no hay
decisiones infalibles y menos que los lideres posean el don para nunca errar;
mas vale si, nos encontramos a diario con descomunales equivocaciones, cuyos
resultados y correcciones son costosas en dinero, vidas y tranquilidad
ciudadana; lo que nos enseña a no creer en tantas premisas, promesas y resoluciones
justificadas en la presunción de la infalibilidad de los líderes que las
exponen.
que triste lo del hundimiento de la avenida colombia
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