Liberación de Alan Gross en Cuba |
Fotografía pagina The White House
Sin pretender elaborar una trama de
conspiraciones e intrigas palaciegas alrededor de los acontecimientos que hoy
en día ocurren en la Habana y luego de haber leído a connotados analistas
políticos, se hace evidente que en la Habana Cuba en este 2015 se elaboran
complejos entresijos y negociaciones de la geopolítica mundial.
En la segunda quincena del pasado mes
de diciembre fuimos gratamente sorprendidos con el anuncio de la reanudación de
las relaciones diplomáticas entre Washington y la Habana, interrumpidas desde
hace 53 años.
De igual manera en la Habana cursan
las negociaciones de paz entre la guerrilla colombiana y el establecimiento del
país a través de un grupo de expertos, nombrados por el gobierno actual.
Ambas historias vienen precedidas de
un largo proceso de encuentros que permitieron formalizar acuerdos mínimos para
seguir una hoja de ruta que condujere al final de las hostilidades.
Además para el caso del conflicto
interno colombiano no deja de ser llamativa la intervención del secretario de
estado norteamericano John Kerry, quién ha declarado como prioritario que dicho
proceso no se extienda más allá de este 2015, declaraciones que podrían
interpretarse como de intervención en la política interna de Colombia.
De otro lado y de acuerdo a
declaraciones del gobierno de Cuba y del departamento de Estado norteamericano,
se espera que en este primer semestre se intercambien embajadores entre estos
dos estados, noticia que resultaba impensable hasta hace tan solo un mes.
Estos interesantes cambios de postura
del gobierno de Estados Unidos frente a Cuba y las FARC, invitan a realizar un
profundo análisis geopolítico como consecuencia que de estas decisiones vendrán
ajustes económicos y políticos que afectaran a toda Latinoamérica. También
resulta concluyente que si los Castro han decidido negociar con Washington es
porque no se quieren quedar sin espacios de endeudamiento económico ante la
inminente quiebra de su patrocinador, el gobierno de Venezuela. La reanudación
de relaciones con Estados Unidos devuelve a Cuba la posibilidad de contar con
nuevas fuentes de financiación como el FMI y la banca multilateral,
permitiéndoles sobrevivir en este competitivo mundo globalizado.
También se puede advertir que Obama y sus asesores han considerado que tras 53 años de bloqueo económico y diplomático inicuo e ineficiente, ahora puede ser más fácil subvertir al monolítico, autócrata y estatista modelo cubano con la penetración cultural que viene del lado del turismo masivo norteamericano a la isla. Esta afluencia intensiva de extranjeros conlleva la llegada de nuevas modas en vestuario, tecnología de punta en comunicaciones y video que son desconocidas para el cubano promedio. Avances y cambios que crearán nuevos intereses y consumismo entre la población local, alentando la necesidad de otras fuentes de ingresos entre los ciudadanos de la isla, estimulando de manera no oficial otros servicios para los turistas, en la búsqueda de obtener los preciados dólares para solventar las nuevas necesidades inspiradas por la moda y las novedades tecnológicas.
La apertura de fronteras y la
integración a los adelantos en todos los frentes que el mundo actual ofrece, sin
duda son un fuerte aliciente para que los Castro intenten realizar tímidas
reformas, que procurarán unas mejores condiciones de vida en la isla y de paso
promoverían pequeños pasos conducentes a fomentar libertades civiles.
Retomando la reflexión por el
inusitado interés internacional en el fin del conflicto interno en Colombia, sin
vacilación un incentivo es la baja exploración y explotación minera que se
halla incurso nuestro país en el marco de naciones latinoamericanas. Estando
solo el 10% del territorio explorado nace una atractiva invitación a la voraz inversión extranjera, que tendrá ante si miles de hectáreas con potencial en oro, petróleo, coltán y
otros minerales valiosos. Y para el establecimiento del país es también un estímulo
pues encontrarán nuevos socios con fuerte poder económico para crear alianzas y explotar
la riqueza minera. Y qué no decir de quienes tiene entre sus decisiones otorgar
dichas licencias de explotación.
De esta manera a través del 2015 debemos
dirigir la mirada hacia la Habana, de donde vendrán novedades y decisiones que
afectarán sustancialmente la política y la economía del continente, amen que la
paz en Colombia es la fuente de tranquilidad de los vecinos.
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